Sin el peso de la corrida cambiaria de los primeros días de mayo, la inflación de abril medida por el Indec marcó 2,7%. En apenas cuatro meses ya llegó a 9,6%. Todas las paritarias quedarán muy por debajo de la inflación.
La inflación aceleró. En marzo fue de 2,3% y en abril, último dato del Indec, de 2,7%. En mayo ya ni se sabe cuánto marcará. Lo cierto es que la meta de inflación recalibrada de diciembre de 2018 es un chiste de mal gusto. A este ritmo, la inflación de 15% puede ser alcanzada en junio o julio. De hecho, en términos anualizados la inflación llega al 25,5%.
Todas estas cifras en la realidad son muchísimo más altas, dado que el Indec pondera el peso de los servicios respecto de la canasta de gastos de un hogar como si las tarifas siguieran estando subsidiadas. La inflación real es muchísimo más alta: el dibujo es más grotesco que el del Indec de Moreno. Baste señalar que para el Indec en luz, agua y gas una familia gasta apenas el 1,58% de sus gastos totales. Si apenas se gastaran $400 por mes para pagar la luz (0,35% del gasto se va en la luz, para el Indec) un hogar tendría que tener ingresos de más $114.285 mil pesos para cubrir proporcionalmente todos los gastos considerados en el IPC. Como es sabido, ya estás pagando mucho más que 400 pesos mensuales de luz y seguramente no estás cobrando más de cien mil pesos mensuales.
De todos modos, dentro de las reglas de esta falacia, el rubro que más aumentos tuvo en el mes pasado fue, justamente, "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles", con una suba del 8%. Le sigue transportes y prendas de vestir, con 4% cada uno. "Alimentos y bebidas" subió un 1,2% en abril, como pudo observar cualquiera en cualquier supermercado.
Para el Indec, en lo que va del año las subas en "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles" fueron de un ridículo 13,9%. Es más, el Indec dice que en este rubro, en un año, hubo una suba de sólo el 51%.
