Según los últimos datos oficiales de la Secretaría de Agroindustria, en el primer bimestre de 2019 el consumo de lácteos cayó un 10,88% respecto del mismo período de 2018. La venta de leche está un 17% abajo de 2015. Es el punto más bajo desde que hay registro.
Sin haber todavía mensurado la brutal retracción del consumo de marzo y abril, la Secretaría de Agroindustria calculó que la ventas de lácteos en el mercado interno cayeron un 10,35% en enero y un 11,45% en marzo, totalizando un 10,88% de merma en el primer bimestre de 2019, en comparación con 2018. Es el punto más bajo de ventas al mercado interno desde que hay registro, tanto para todos los lácteos como para las leches fluidas.
Las mermas se dan sobre todo en el producto lácteo principal, las leches fluidas, que cayeron en enero un 5,22% y en febrero un 13,47%. Suman así una retracción del 9,25% en el primer bimestre, siempre respecto a 2018. Cobra mayor relieve la caída en las ventas de leche cuando se la compara con 2015: la merma alcanza el 17,03%. Es una diferencia devastadora.
La venta de lácteos ya venía cayendo en picada, de forma continua. En 2016 se vendió menos que en 2015 (-3,44%). Pese a las voluminosas compras de leche en polvo para las elecciones, que hicieron subir las ventas generales de lácteos entre mayo y septiembre, en 2017 también se vendió menos que en 2016 (-0,8%). En 2018, que no es año electoral, se vendió 4,86% menos que en 2017. El año 2019 arrancó también para atrás, un 10,88% en lo que va del año.
Varios productos de importancia, como la leche en polvo, el yogur o el dulce de leche, también registran caídas significativas. Todavía la Secretaría de Agroindustria no consigna las licitaciones fenomenales lanzadas por el Ministerio de Desarrollo Social, que compró leche en polvo en una cantidad y un precio nunca vistos, excepto en el último año electoral, el 2017.
Los cracks, los votos, los dólares, la leche en polvo y la inflación
