"Surrealismo trágico" en Manaos, el epicentro de la pandemia en Brasil

Después del horror de los cadáveres en la calles de Guayaquil, Ecuador, es Manaos, la capital del estado de Amazonas, Brasil, el lugar donde más está impactando la pandemia de coronavirus y la perversión del presidente Jair Bolsonaro.

Con 5513 muertes registradas a la fecha –muchas más que las 4613 de China– Brasil es por lejos el país más impactado por el coronavirus en Sudamérica. Luego vienen Ecuador y Perú, casi a la par. Pese a la expansión de la pandemia, el presidente Jair Bolsonaro sigue despreciando a las víctimas: ante las preguntas de los periodistas por la escalada de muertos, recientemente respondió "Lamento, pero ¿qué quieren que haga?" y "Soy el mesías, pero no hago milagros", en una obscena chanza con su su segundo nombre, Messías.

Lo cierto es que localidades como San Pablo o Manaos están desbordadas. Particularmente, la capital amazónica multiplicó su cantidad promedio de muertes diarias. Si en tiempos normales fallecen 30 personas por día, ahora mueren 100. El resultado: fosas comunes en los cementerios.

El caso cero en Manaos se registró recién el 11 de marzo, importado por una mujer de 49 años que venía de Londres. Hoy, se realizan entierros nocturnos y las autoridades esperan enterrar 4500 personas en mayo. Las funerarias ya advirtieron que este fin de semana ya no tendrán stock de ataúdes de madera. El intendente de Manaos, Arthur Virgílio Neto, salió a pedir ayuda internacional ante la parálisis del Ejecutivo nacional, que impulsa el fin de las cuarentenas estaduales. "No estamos en emergencia, estamos mucho más allá de eso. Esto es un desastre... como un país que está en guerra y perdiendo", dijo el intendente, que caracterizó el panorama como "surrealismo trágico".

Estos son los datos epidemiológicos de Sudamérica, a la fecha

 

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