Sin permiso para bailar

Julieta Taborda es bailarina y profesora del Liceo Municipal “Antonio Fuentes del Arco”.

Trabajadoras y trabajadores de la danza elevan sus reclamos ante la crisis económica sufrida en el contexto de la pandemia.

A la histórica informalidad padecida en sus puestos de trabajo, trabajadores de la danza elevan sus reclamos ante la crisis económica sufrida: “Necesitamos aprobación urgente de protocolos para volver a abrir las escuelas y academias y morigeración en el pago del Derecho de Registro e Inspección y alquileres. No hay ni categoría de monotributo para nosotros”, le dijo a Pausa Julieta Taborda, docente y Comunicadora Regional Provisoria de la Región Centro Este del Movimiento Federal de Danza.

Según los registros del Movimiento Santafesino de Danza, en la ciudad hay un centenar de escuelas y academias de baile: “Solo teniendo en cuenta a los centros educativos, por mes, se dejaron de mover en la ciudad más 25 millones de pesos, en tres meses significan casi 80 millones, a eso habría que sumar estimaciones sobre certámenes, festivales y otras producciones... Sentimos que hay una gran desinformación respecto de la magnitud que tiene la danza en nuestra vida y en nuestra economía. Cumplimos una función social muy importante en la que se cruzan la educación y la salud”.

También demandan subsidios para solventar gastos fijos (alquiler, impuestos y servicios) de los espacios artísticos, educativos, culturales y terapéuticos del sector Danza. Asimismo, se propuso la apertura de una línea de créditos para organizaciones, asociaciones, instituciones, agrupaciones y responsables de dichos espacios.

En noviembre de 2019, el Movimiento Federal de Danza consumó la primera Asamblea Federal de Danza, con participación y representación de las ocho regiones culturales del país. El fuego había empezado a arder un poco antes, en agosto, durante el Festival Danzar Santa Fe, en el que tres de los miembros fundadores del MFD (Gabily Anadón, Noel Sbodio y Daniel Payero Zaragoza, actual director de dicho Festival) hicieron la punta, impulsados por Mariela Ruggeri, una de las referentes del Movimiento por la Ley Nacional de Danza. El objetivo de dicha estructura es explicitar las distintas formas de acción colectiva y de organización del sector, visibilizando las problemáticas que los atraviesan, buscando soluciones que dialoguen con los diferentes colectivos existentes y con el Estado en sus distintas jurisdicciones.

Mientras tanto, su herramienta principal es el Registro Nacional de Trabajadores de la Danza, que no para de cargar info y es con el que se sientan a negociar y diseñar las medidas necesarias para afrontar la inactividad y avanzar hacia la formalización: “Gracias a este registro podemos sentarnos a negociar con cifras reales: solo en la provincia de Santa Fe hay 500 mil bailarines de folklore, sumando a los otros estilos, estamos en condiciones de decir que la danza es una de las disciplinas más masivas que hay, si no la más”.

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