El tupé: macristas en lugares hablando del acuerdo de quita de deuda

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Año 2018. El entonces titular del Banco Central, Luis Caputo, descansa en Brasil en el medio de una corrida cambiaria, tras haber generado un endeudamiento masivo en dólares en los dos años anteriores.

El gobierno anunció que se logró el acuerdo con los grupos de bonistas privados y que Argentina zafó de un default total (porque en los hechos nadie le presta nada desde 2018). Por Twitter, los responsables de la última ola de endeudamiento expresaron sus opiniones.

El primer ministro de Economía de Macri, Alfonso Prat Gay, que le pagó todito todo a los Fondos Buitres, taca taca, cero quita, para que así se abra la canilla interminable de endeudamiento, un pollito que fue adulado por Larry Fink, el titular de uno de los fondos que más duro se puso en la negociación, bolacea sobre las cifras en una comparación inexacta.

El bloguero Lucas Llach, que chocó el Banco Central junto a Federico Sturzenegger a pura bicicleta financiera de Lebac, también tiene sus reparos para decir.

El Messi de las finanzas, al que le estalló todo en la cara, Luis Toto Caputo, mucho más ubicado en la situación.

El ministro de la parte final del gobierno de Macri, de cuando se puso loco y nos castigó con una devaluación porque no lo votamos en las primarias...

Guido Sandleris, el inventor de las Leliq, que significaron convertir la bicicleta de las Lebac en una motoneta de timba financiera, hizo todo un hilo que comienza así

y cuya irrelevancia hace que no lo continuemos desarrollando. El ex presidente por un día, Federico Pinedo, celebra el acuerdo por las alzas de acciones y bonos. Digamos que más importante es que el Estado va a poder a sus fondos para otras cosas más que para pagarle a los acreedores internacionales, pero bueno: cada cual representa los intereses de cada quién.

El primo de Mauricio Macri muestra su alegría y la diferencia entre ser opositor con responsabilidades ejecutivas o no.

Por último, el radical Alfredo Cornejo también se pone en sommelier de acuerdos, como si alguna vez hubiera hecho algo más que chocar la calesita.

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