Mujeres con discapacidad lanzaron una campaña contra las violencias que padecen

La invisibilización de la sexualidad de las mujeres con discapacidad y los obstáculos que atraviesan para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, son los ejes de la campaña #SomosDeSeAr, lanzada el miércoles 25 en el Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres.

“Cuando vamos a pedir métodos anticonceptivos nos tratan como niñas. Te quieren poner sí o sí implante, DIU o esterilizarte. Piensan que no podés entender cómo usar las pastillas”. Mujer con discapacidad del NOA.

“El médico de mi primer embarazo me trató muy mal. Me dijo que era una inconsciente. Y que debía ir a cesárea sí o sí, además de que no debía volver a quedar embarazada. Tuve dos niños, ambos por parto natural”. Mujer con discapacidad motriz de la Ciudad de Buenos Aires.

“Los médicos me dijeron: ‘vamos a aprovechar la cesárea para ligarte las trompas’. Y yo no quería, pero tampoco sabía para qué era eso”. Mujer con discapacidad del NOA.

“Tengo nódulos en las mamas, con mi ginecóloga necesitamos saber cómo son. Pero hace dos meses que recorro hospitales de la Ciudad de Buenos Aires y ninguno tiene un mamógrafo accesible. Son todos muy altos, con la silla de ruedas no llego. Y a las mujeres de baja talla les pasa igual”. Mujer con discapacidad motriz de la Ciudad de Buenos Aires.

Estas son algunas de las experiencias que más de 80 mujeres con distintos tipos discapacidad de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, San Juan, San Luis, Catamarca, Salta, Jujuy, Tucumán y la Ciudad de Buenos Aires compartieron durante un conjunto de ocho talleres del Proyecto DeSeAr (Derechos Sexuales en Argentina) con Inclusión, que la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI) realizó durante 2019 en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Salta.

De esa experiencia salieron los insumos para crear una serie de spots audiovisuales y radiales que hoy forman parte de la campaña #SomosDeSeAr.

Durante los encuentros, estas mujeres que forman parte de 20 organizaciones que promueven sus derechos, compartieron experiencias que les permitieron definir colectivamente cuáles son las formas más frecuentes y/o más graves de violencia que experimentan cuando quieren ejercer su sexualidad y acceder a servicios de salud sexual y reproductiva y cómo estas formas de violencia impactan en su vida y les impiden vivir una sexualidad plena.

Con #SomosDeSeAr decidieron pasar “de la catarsis a la acción” colectiva para terminar con estas prácticas y reclamar en primera persona el pleno reconocimiento de sus derechos.

"La experiencia de los talleres fue realmente muy grata", comenta Gabriela Bruno, hoy subdirectora de Accesibilidad y Derechos de las Personas con Discapacidad de la Municipalidad de Santa Fe. "Nos convocaron en 2019, desde Redi y Fusa, a todas las mujeres con discapacidad del país; nos organizamos por regiones y asumimos el compromiso de ser replicadoras de esa formación con las mujeres de nuestras localidades".

Mujeres de Santa Fe y Entre Ríos en los talleres del Proyecto DeSeAr.

La campaña

DeSeAr con Inclusión es una iniciativa conjunta de FUSA Asociación Civil y la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), desarrollada con el apoyo del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Eliminar la Violencia contra la Mujer. Se trata de una iniciativa innovadora en el país con el objetivo de eliminar la violencia hacia las niñas y mujeres con discapacidad, especialmente la violencia institucional que experimentan en el acceso a los servicios de salud.

"Cuando empezamos a trabajar sobre los derechos sexuales y reproductivos nos encontramos con situaciones donde se ponen en juego el derecho a la maternidad, la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos, donde se pone en cuestión las posibilidades que tenemos para ejercer nuestro derecho a la privacidad, a la intimidad, a constituir parejas y que esa pareja no sea vista como alguien que nos está haciendo un favor, porque hay un discurso sobrevalorado en términos de que hacen un sacrificio o una máxima entrega", señaló Bruno en diálogo con Pausa.

La idea de que no deben maternar aunque quieran, de que no son deseadas o de que no pueden decidir cómo manejar su vida sexual y reproductiva son algunos de los prejuicios que se propusieron derriba con #SomosDeSeAr.

"En cada taller fueron saliendo todas estas cuestiones, esa mirada capacitista que ponen quienes no tienen discapacidad sobre quienes tenemos alguna, que se arrogan el derecho de opinar, de decir cómo debemos vivir, cómo debemos criar a nuestros hijes, cómo debemos conducirnos en un proyecto de vida, todo esto aparecía en reiteradas anécdotas de estos talleres", explica la funcionaria. "También todo lo que implican los discursos que nos infantilizan, que nos ponen en un lugar de que debemos ser protegidas, cuidadas por un otre que no tiene discapacidad".

Los spots, que comenzaron a difundirse el pasado 25 de noviembre -Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres-, reivindican el derecho de las mujeres con discapacidad al goce y a vivir plenamente su sexualidad, además de que visibilizan las barreras de accesos a los servicios de salud.

La falta de información sobre derechos sexuales y reproductivos en formatos accesibles para los diferentes tipos de discapacidad, también fue de las experiencias comunes entre las participantes de los talles. Sobre esto, Bruno comenta: "No están los formatos adecuados para una mujer con discapacidad visual o con una discapacidad auditiva, no hay personas que puedan atender en lengua de señas, si usas silla de ruedas o tenés una discapacidad motriz hay dificultad para hacer uso de una camilla o para hacerte un chequeo ginecológico; si tenés una discapacidad intelectual todo lo que implica que la mujer sepa qué tipo de intervención se le va a hacer, lo que genera, tomarse el tiempo para explicarle. Es fundamental que los equipos médicos puedan saber cómo proceder y cuáles son las mejores maneras de acercarse, de entrevistar, de dialogar. Son muchas las realidad, por eso es necesario que podamos reconocer que son barreras con las que nos encontramos y que es necesario trabajar para eliminarlas. Por eso decidimos llevar adelante esta campaña, porque entendemos que son violencias con las que nos encontramos y que de cierta forma las tenemos naturalizadas".

El proyecto busca profundizar y expandir los esfuerzos por empoderar a un número creciente de mujeres, niñas y adolescentes con discapacidad de diversas regiones del país, quienes al final de esta iniciativa contarán con información y herramientas de calidad que les permitirán ejercer sus derechos y, al mismo tiempo, actuar como agentes de cambio y empoderamiento de otras mujeres con discapacidad.

-¿Qué lugar crees que tienen las problemáticas de las mujeres con discapacidad en la agenda de los feminismos?

-Poco a poco va ganando su territorio dentro de la diversidad que implica el movimiento feminista, pero considero que es mucho lo que nos falta aún, es mucho lo que nos falta resonar en el colectivo sobre las situaciones particulares de las mujeres con discapacidad. Todo lo comunicacional es muy amplio: el hablar en un lenguaje más sencillo para que las mujeres con discapacidad intelectual puedan entender, pensar los formatos para que mujeres con discapacidad visual acceden a información, todas deudas que son de la sociedad en su conjunto. También todo lo que tiene que ver con poner el cuerpo en la calle, porque cuando existe una discapacidad motriz se juegan otras cuestiones. Hay que estar permanente repensando. Pero al menos hoy, y acá en la ciudad de Santa Fe, la situación de las mujeres con discapacidad va siendo instalada y puesta dentro de las consignas de reivindicación de derechos, en ese sentido venimos a paso firme.

-¿Qué tipo de abordaje y acompañamiento están haciendo desde la Municipalidad hacia las mujeres con discapacidad de la ciudad?

-Venimos trabajando codo a codo con la Dirección de Mujeres y Diversidad de la Municipalidad, porque la idea es abordarlo de forma interseccional. Fuimos avanzando en cosas concretas, como por ejemplo que en el 0800 de Atención Ciudadana hoy haya dos mujeres con discapacidad auditiva que atienden a mujeres sordas por videollamada, con lengua de señas. Esto es algo que abre puertas. También estamos acompañando denuncias, cuestiones con fiscalías, trabajando con los centros de salud. Por otro lado, hay un programa que se conoce como sistema de apoyos -antes llamados cuidadores-, que son las personas que se designan para ser apoyos de, sobretodo, personas con discapacidad intelectual y que muchas veces son quienes a su vez vulnerar los derechos de estas personas; en eso estamos trabajando para detectar, visibilizar y reconocer estas situaciones de violencia. Estamos alertas pero también sacando los velos que hay de naturalización de algunas situaciones que son violentas, trabajando eso con las familias, las instituciones territoriales, para poder acompañar y terminar con esas prácticas.

Mujeres con discapacidad en Argentina

Desde el proyecto DeSeAr con Inclusión brindaron una serie de datos sobre la realidad económica y social de las dos millones de mujeres con discapacidad que viven en el país (una de cada 10 mujeres que viven en Argentina es una mujer con discapacidad), lo cual da cuenta de la situación de extrema vulnerabilidad en la que se encuentra esta población.

Respecto al acceso al sistema educativo, un 8% no sabe leer ni escribir y este porcentaje trepa al 13% entre las mujeres de entre 15 y 39 años. Hay un 7% que nunca fue al colegio y entre las que asistieron a la escuela sólo el 20% completó el nivel secundario.

En el campo laboral el panorama es aún más sombrío: sólo 3 de cada 10 mujeres con discapacidad son económicamente activas. La tasa de empleo es del 26% (40% en varones con discapacidad) y, entre las mujeres que trabajan, el 40% lo hace por cuenta propia. Hay un 33% que no recibe jubilación o pensión.

Entre las mujeres con discapacidad que no trabajan y no buscan trabajo, el 16% se dedica al cuidado del hogar y el 11% cree que no va a conseguir trabajo a causa de la discapacidad. El 20% no tiene obra social, prepaga ni plan estatal de salud.

El 52% de las personas con discapacidad que son jefes/as de hogar son mujeres.

 

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