Alemania: “Al final del invierno habrá vacunados, recuperados o muertos”

La frase fue pronunciada por el ministro de Sanidad alemán ante la llegada de una cuarta ola de coronavirus. Alemania tiene una de las peores tasas de vacunación de la Europa occidental, con el 68% de su población completamente inmunizada. “Las medidas en marcha no serán suficientes”, aseguró Angela Merkel.

Las autoridades de Alemania se encuentran en alerta ante la situación sanitaria del país en el marco de la pandemia de coronavirus, ya que los casos vienen en fuerte aumento y muchos hospitales se están quedando sin camas libres.

Mientras Austria comenzó este lunes un nuevo confinamiento y Países Bajos debió ampliar la capacidad de sus unidades de cuidados intensivos, la canciller alemana Angela Merkel ha alertado que la situación es “dramática” en su país y cree que va a ser necesario imponer restricciones más drásticas que las actuales. Las autoridades acordaron la semana pasada prohibir la entrada a eventos recreativos a los no vacunados en las zonas donde la presión hospitalaria es más elevada.

“Las medidas en marcha no serán suficientes”, aseguró la canciller en una reunión interna de la directiva de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), según han publicado varios medios alemanes. La evolución de la pandemia “puede superar todo lo que hemos vivido hasta ahora”, advirtió.

“Probablemente, todo el mundo en Alemania estará al final del invierno vacunado, recuperado o muerto”, alertó también este lunes el ministro de Sanidad en funciones, Jens Spahn, en un discurso mucho más dramático que en ocasiones anteriores. “Existe un deber de solidaridad con la vacunación”, subrayó en una rueda de prensa muy sombría en Berlín, después de calificar la situación de “muy grave”.

El debate sobre la obligatoriedad general de la vacuna se está caldeando en un país que hasta hace un par de semanas se mostraba casi unánimemente en contra pese a la baja tasa de vacunación. El presidente de Baviera, el conservador Markus Söder, está a favor de imponer los pinchazos a toda la población. Spahn, por su parte, asegura que la discusión se puede posponer, puesto que lo que se necesita ahora es romper las cadenas de transmisión lo antes posible, y eso no lo conseguirá una vacuna obligatoria. La solución es reducir contactos, aseguró.

Alemania tiene una de las peores tasas de vacunación de la Europa occidental, con el 68% de su población completamente inmunizada, frente al 80% de España, por ejemplo. Es uno de los motivos del crecimiento explosivo de los contagios que se produce desde mediados de octubre. El sistema sanitario alemán, con fama de eficiente y bien dotado, ya sufre las consecuencias de una incidencia desbocada. La falta de personal en las UCI ha obligado incluso a trasladar pacientes a otros países. Los datos de ocupación hospitalaria todavía no igualan a los del invierno pasado, pero hay más camas cerradas por la escasez de enfermeras.

Las autoridades alemanas tratan de convencer a quienes todavía no se han vacunado de que deben hacerlo, mientras el país sigue registrando cifras récord de nuevos contagios —este lunes la incidencia semanal alcanzó 386,5 casos por 100.000 habitantes— y la saturación hospitalaria se nota en estados del sur como Baviera (con varios distritos sin una sola cama libre en cuidados intensivos) y del este como Sajonia. Estos dos estados han adoptado ya medidas más estrictas que el resto, como el cierre del ocio nocturno y la cancelación de las típicas ferias navideñas que normalmente abren en estas fechas.

Con información de El País y BBC

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