Los del Bohío: la leyenda continúa

Un repaso por la historia, presente y futuro de la banda de cumbia santafesina en la voz de Juan “Caito” Denis, su cantante, que también es profesor de Filosofía.

“Remite a un rancho muy habitual en nuestra zona, elevado con palos para preservarlo de las crecidas de los ríos”: esa es la definición de “bohío” que el propio Juan Carlos Denis (JCD) retuvo en su mente al nombrar a su grupo, Los del Bohío. Fue en 1976 que el guitarrista dejó su puesto como obrero metalúrgico y se transformó en el héroe de la guitarra tropical. En 2022, sus canciones siguen sonando en vivo con dos hijos suyos arriba del escenario.

Franco y Juan “Caito” Denis son músicos estables del grupo desde hace por lo menos 20 años y desde ese momento defienden tanto el legado musical de su padre como el prestigio de la familia, con su madre como actriz fundamental, como ellos mismos lo acentúan: “Mi viejo se iba a laburar y por ahí pasaba semanas afuera, mi vieja (Daniela) sostenía la casa y también lo ayudaba a él cuando el grupo tuvo momentos de crisis. Cada vez que se iba un cantante había una crisis en mi casa”.

El “Ratón” Víctor Salvador Duarte fue el primero de los vocalistas, desde la creación hasta 1981, cuando fundó Los Lamas; el segundo fue Juan Carlos “Banana” Mascheroni, que grabó dos discos y se fue en 1983; durante los siguientes dos años, la voz fue la de Alfredo “Fredy” Bernal, emblemático cantante de Los Nobles.

En 1985, Los del Bohío constituye su formación más trascendente: a la guitarra de JCD se complementan los timbales de Joaquín “Cacho” Caraffa, el bajo de Marcelo Iaquinto y el inconfundible Sergio Alguacil, ambos vecinos de Laguna Paiva. La química de este cuarteto logró la síntesis mejor acabada de este tipo de cumbia, que intentaba no pisar las huellas marcadas en el camino.

Evitando convertirse en piezas de baile, la delicadeza británica y la pasión latina, un estilo distinguido y salvaje domado por JCD le agregó matices al sonido tropical, según dijo él mismo en una entrevista concedida a Juan Ignacio Provéndola, de Página/12, esta fue su postura política: “Siempre creí que la cumbia no era sólo baile. Paramos la pelota, enfriamos la cosa y la hicimos más melódica. Y también agregamos un poco de pena y melancolía”.

Con esta formación, se grabaron algunas canciones algunas canciones que “deberían ser enseñadas en las escuelas, junto con ‘Costera mi costerita’ o ‘Paisano santafesino’, esas que hay que conocer sí o sí”, firma Caito Denis, que charló con Pausa. “Titán y soñador” es la pieza en cuestión, que tiene un especial vínculo con la historia de mamá Daniela, la familia Franco, y que tiene unos versos monumentales dedicados a la imagen del pescador: “Puerto que jugar te veo/con las aguas de la costa/Contame cómo es el sueño de aquellos que se van en la flota/Que buscan en ese inmenso/patio de los vientos fríos/que arranca desde su entraña el fruto que puede dar el río”.

La sensibilidad de un compositor que prestaba la piel para hacer canciones que “los muchachos del barrio sientan propias” y que le “golpeaban en el pecho”. La pasión y la entrega de la mejor canción posible al público son dos de las consignas que también replican sus hijos hoy.

Aunque es verdad que algunas de sus grabaciones más populares son versiones de otros artistas como “Vete” del dúo español Los Amaya, el candombe “A mi gente” de Los Olimareños o el rock and roll experimental y progresivo “En mi cuarto vacío”, de Orions. A estas, no sería justo sumarles las exquisitas y cuidadas versiones de clásicos como “Hotel California” que tranquilamente podría ser un corte de un MTV Unplugged o “Mrs. Robinson” de Simon & Garfunkel o el “Desayuno americano”, originalmente de Supertramp. JCD se adueñó, con o sin intención, de cada una de estas canciones de una forma tal que parece que a las originales les falta una voz. Esa voz es la de su eterna “Fender Stratocaster bordó, fiel compañera por décadas”, que todavía canta en manos de su hijo Franco.

Herencia

Estos grupos y otros, como los Beatles, el “Maestro” Denis los conoció en los pasillos del Colegio Industrial y también podemos decir que influyeron en la formación de la cumbia santafesina. Los Fab Four y también ABBA son los grupos que Caito tomó como influencia musical de papá, “pero mi viejo también nos legó muchas cosas más. Por ejemplo, la forma de manejarnos con un productor, cómo tratar a un colega y el respeto al público. Además del prestigio que tiene su obra, mi papá es alguien muy respetado y hoy sabemos que estamos en el buen camino porque hacemos las cosas tal y como él nos las enseñó”, dice el mayor de los hijos y cantante.
Hace más de 20 años que los hermanos salen a defender las canciones en los escenarios de su tierra y también en esos lugares en los que la familia Denis es adorada. “Adonde íbamos, nos respetaban por mi viejo y hoy que está retirado nos siguen recibiendo porque tenemos sus mismos valores. Yo tengo 40 y mi hermano 36, somos grandes y el derecho de piso ya lo pagamos”.

En la alineación actual de Los del Bohío no persisten músicos de su época cumbre, entre fines de los 80 y principios de los 90, varios fallecidos y con el retiro de JCD, en noviembre de 2020: “He decidido retirarme por tiempo indefinido y ceder mi lugar. Quiero con toda mi alma que Los del Bohío sigan, quiero que mis canciones sigan sonando en tiempo presente y que no sea tan sólo un recuerdo de vinilos”.
Más allá del deseo de su padre, la empresa familiar se sostiene por convicción y también por alguna razón que tiene que ver con lo mágico: “Yo siento que mientras las canciones de mi papá sigan sonando en un escenario, él va a ser joven”.

Horizonte

En pleno lanzamiento de las Bohío Sesiones, un disco que va a consistir en distintos homenajes a la obra de JCD y de la cumbia santafesina en general, el grupo se propone como objetivo mantener el romance con su público: “No sabemos qué pasará en el futuro, si las generaciones próximas escucharán nuestras canciones, hoy todavía lo hacen y también por eso seguimos”.
Sobre la posible producción de otro tipo de contenido, Caito habló sobre el plan de escribir una biografía de JCD: “Como la escritura es otro lenguaje que manejo, me voy a animar a escribir ese libro. Hay muchísimas cosas que no se conocen, pero vamos a esperar a que pase un tiempo, no queremos que lo que se publique dañe la vida de nadie. Si después viene algún director a proponer una visión cinematográfica de esa biografía... ¿quién te dice?”.

Un solo comentario

  1. Buena nota. Sólo que la canción "A mí gente " es del gran músico uruguayo José Carbajal el Sabalero, no de Los Olimareños. Saludos

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