Para Macri, denunciar el discurso del odio es una "maniobra" que atenta contra la democracia

Tras señalar falsamente que toda la dirigencia repudió el atentado a CFK –la titular de su partido no lo hizo–, Mauricio Macri cargó contra el "kirchnerismo", calificado de "irracional", por una "maniobra que está usufructuando el atentado a Cristina Kirchner para alentar la persecución a la prensa y a la Justicia". 

El ex presidente Mauricio Macri publicó una carta en Facebook que apunta a las acciones llevadas por el peronismo tras el atentado contra la vida de Cristina Fernández de Kirchner. Comienza con una expresión totalmente falsa: dice que el atentado "mereció el repudio de todas las organizaciones y los dirigentes", pero la presidenta de su partido, el PRO, nunca repudió los hechos del jueves a la noche en Recoleta. Patricia Bullrich adelantó vía Twitter lo que hoy Macri plasma en un texto.

El texto convierte la reacción a un intento de magnicidio en una oportunidad para volver a achacarle al kirchnerismo su habitual mote de "irracional" y una supuesta persecución al Poder Judicial y a los medios de comunicación, que en los hechos no pasa de señalar el discurso de odio contra el kirchnerismo y la manipulación de las magistraturas que lleva a que, hoy, la vicepresidenta esté siendo llevada a juicios por los compinches de fútbol del ex presidente.

"El hecho violento que puso en riesgo la vida de la vicepresidenta y que mereció el repudio de todas las organizaciones y los dirigentes, está siendo ahora utilizado por el kirchnerismo de forma partidaria para iniciar una cacería de enemigos simbólicos a los que les atribuye, sin ninguna racionalidad, la instigación a ese ataque", dice el ex presidente, en desconocimiento del vasto coro de medios de comunicación y periodistas dedicados íntegramente a estigmatizar el peronismo y a deshumanizar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en particular. Como muestra, una reciente:

Tras rechazar que los afectados más directos por un atentado intenten expresar las razones por las que sufrieron ese atentado, Macri apela al recuerdo del atentado a Raúl Alfonsín, que ocurrió en un contexto completamente diferente.

Para sumar a la animalización de "ninguna racionalidad" e "irracionalidad", Macri indica que "con furia" el kirchnerismo apuntó a la prensa por el atentado, pese a que una y otra vez la referencia es al discurso de odio que se vehiculiza en la prensa. En particular, Macri apuntó al ministro del Interior, Eduardo De Pedro, por sus tuits

Macri incurre luego en una contradicción argumentativa flagrante. "Esta atribución es tan irracional como el propio atentado y puede poner en peligro la vida de periodistas, la integridad de los medios de comunicación independientes y, a continuación, a la democracia misma".

¿Cómo puede ser que en un caso, cuando el kirchnerismo habla, las palabras puedan poner en peligro la vida de los seres humanos y de la democracia, pero no sucede lo mismo cuando otros hablan, sobre todo si el resultado es un atentado contra la vida de una vicepresidenta?

Pese a tener como antecedentes uno de los mayores períodos de persecución a la libre expresión en la democracia –metía presos hasta a tuiteros, más allá de encarcelar a los dueños del único medio audiovisual opositor–, Macri indica que "no hay ninguna posibilidad de democracia sin libertad de prensa y que la libertad de expresión no es solamente el resultado de la falta de prohibiciones, sino también de la ausencia de amenazas y amedrentamientos".

Así, para el ex presidente denunciar los agravios que generaron un clima propiciatorio para un acto de violencia del rango de un magnicidio es equivalente al magnicidio mismo. Al momento, todavía no se ha visto a ninguna figura de Juntos por el Cambio expresar al menos una duda respecto de las conductas propias que puedan haber justificado el intento de asesinato de su principal adversaria política.

 

 

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