Comida, ingresos, trabajo, empresas: todo lo perdido desde que CFK dejó la presidencia

9 de diciembre de 2015. Despedida de CFK de la presidencia en la Plaza de Mayo. Foto: DYN/Pablo Aharonian.

La idea era no perder lo bueno y cambiar lo malo. La realidad fue una caída en picada, que apenas si se estabilizó un poco después de la pandemia, para volver al derrumbe desde 2024. En siete gráficas, los datos duros que muestran lo hundido que estamos respecto del país en el que vivíamos en 2015.

Tras un proceso consistente de crecimiento y distribución del ingreso que se disparó con la presidencia de Néstor Kirchner, en 2003, para 2015 teníamos un standard de vida que hoy parece demasiado lejano, casi irrecuperable.

Hoy, en la vida diaria, comemos mucha menos carne de vaca, tomamos mucha menos leche. Son los corazones culturales de la dieta argentina de adultos y niños. El poder adquisitivo del salario privado y público cayó en porcentajes que van del 20% al 40%. ¿Te imaginás tener un poder adquisitivo que sea casi el doble del que tenés, o trabajar la mitad de horas y ganar lo mismo? Los ingresos de la gran mayoría de los jubilados están peor que nunca: llegaron a retroceder 47% respecto de 2015. Durante los gobiernos liberales de Mauricio Macri y Javier Milei –no fue así durante el gobierno de Alberto Fernández– se destruyó ferozmente el trabajo privado registrado y la cantidad de empresas privada disminuyó. Son datos duros, no opiniones.

Menos empresas, menos trabajo, menos dinero, menos comida, una peor vida. Y lo que queda claro, además, es que hasta 2015 se vivió un ciclo ascendente.

Menos comida

El consumo per cápita de carne vacuna cayó 10 kilos desde 2015 a 2025. Si bien la tendencia es a la baja desde 2008, se aprecia que los saltos descendentes se dan durante los gobiernos liberales de Mauricio Macri y Javier Milei. Nunca el macrismo siquiera alcanzó los 58,6 kilos per cápita de carne consumidos en 2015. Alberto Fernández dejó un consumo un kilo por arriba del de su antecesor. Y con Javier Milei alcanzamos el consumo de vaca más bajo de la historia. 

Perdiste el equivalente a 20 asados en 10 años, por eso tus domingos son horribles.

En el desayuno sucede lo mismo. Las ventas de lácteos, en general, se derrumbaron desde 2015. Se perdieron casi 17 kilos y litros per cápita, entre leches, yogures, quesos, dulce de leche, manteca y más. Como con la carne de vaca, los derrumbes más significativos son en los gobiernos de Mauricio Macri y Javier Milei, quienes, por lo demás, no enfrentaron una pandemia.

Menos ingresos

El salario privado registrado, el salario público y las jubilaciones mínimas fueron azotadas desde que CFK dejó la presidencia.

El salario privado perdió, punta a punta, un 22% de su poder adquisitivo. Es como dejar de cobrar a mitad de noviembre y perder el aguinaldo. En su peor punto, marzo de 2024, estuvo 31% abajo de noviembre de 2015. Nunca, en ningún mes, los trabajadores privados registrados tuvieron el mismo poder adquisitivo de noviembre de 2015.

Después de CFK, el gobierno en el que menos cayó el poder adquisitivo del salario privado registrado fue el de Alberto Fernández. En buena parte de ese período hubo incluso hubo una recuperación, en comparación con su antecesor, Mauricio Macri, que solito nomás reventó un 18% el poder adquisitivo en ese sector de los trabajadores.

Los salarios públicos fueron los más afectados en estos 10 años. El impacto del ajuste liberal es salvaje. Mauricio Macri le serruchó al poder adquisitivo de maestros, policías, enfermeros y agentes del Estado en general el 22% (cuatro puntos porcentuales más que los privados).

Javier Milei está directamente haciendo la vida imposible a los estatales. En 16 meses le sacó 15% del poder adquisitivo. Punta a punta, desde noviembre de 2015 la pérdida de poder adquisitivo de los estatales es de un 37,3%. En su peor momento, enero de 2024, el salario público valía 42% menos que con CFK de presidenta.

Específicamente en las jubilaciones puede notarse la diferencia, porque están los datos duros disponibles para ver cómo fue muy virtuoso el vilipendiado proceso de estatización de las AFJP y la fórmula de aumentos que se tuvo hasta la reforma del macrismo. Tomando como base el primer aumento dese la estatización, la jubilación mínima aumentó un 31% su poder adquisitivo hasta que CFK dejó el gobierno.

El dato resumido, punta a punta, no alcanza a mostrar las oscilaciones particulares de cada gobierno. Por ejemplo, en marzo y septiembre de 2013 el aumento de poder adquisitivo en comparación con febrero de 2009, punto de partida del nuevo modelo previsional, había alcanzado el 37%.

Observando lo que pasó después, se ve que hubo alguno meses puntuales del gobierno de Alberto Fernández en los que, gracias a los bonos extra, la jubilación mínima tuvo el mismo poder adquisitivo que en noviembre de 2015. Los espasmos de recuperación jubilatoria se sucedieron, a fuerza de bonos.

Distinta fue la situación en los gobierno liberales de Macri y Milei. El primero fue parejito para atrás cuando se desató la crisis autoinfligida de 2018. El segundo directamente dejó de pagar aumentos: al ajuste lo están pagando los jubilados que, en febrero de 2024, tuvieron un poder adquisitivo un 47% inferior al de noviembre de 2015.

Dicho con toda las letras: con Milei, el valor de la jubilación llegó a ser la mitad de lo que era con CFK.

Menos trabajo y menos de empresas

Pese a que los modelos liberales venden ajuste y endeudamiento para decir que promocionan la iniciativa privada, lo que realmente sucede es que el trabajo privado registrado y las empresas privadas se destruyeron sin parar durante los gobiernos de Mauricio Macri y Javier Milei.

Vale repetir: los gobiernos liberales destruyen a los privados, los gobiernos populares los alientan.

Los datos del trabajo muestran cómo el gran ciclo de recuperación iniciado en 2003 fue interrumpido por el macrismo. Vale señalar el robusto crecimiento que hubo durante el gobierno de Alberto Fernández, que tuvo que superar la peor crisis mundial del capitalismo. También vale indicar que ese aumento en la cantidad de trabajadores privados registrados no fue acompañado con un aumento del poder adquisitivo.

Hoy hay apenas 17 mil trabajadores registrado más que en noviembre de 2015. Deberían haberse sumando entre 100 y 150 mil por año sólo para acompañar el crecimiento vegetativo de la población.

El otro lado es la destrucción de empresas privadas con empleados registrados. Desde que se fue CFK se destruyeron más de 35 mil empresas privadas. El único período mínimo de recuperación fue el gobierno de Alberto Fernández (que, vale repetir: pandemia).

Los gobiernos liberales pro iniciativa privada reventaron las empresas. Y, según los datos disponible, Javier Milei viene destruyendo empresas a una velocidad que prácticamente duplica a la de Mauricio Macri.

 

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