El PBI aumentó un 1,7% en el tercer trimestre de 2022, en comparación con el trimestre anterior, y un 5,9% respecto a 2021. Se trata del mejor tercer trimestre de la historia. Los motores son la industria y el comercio. Massa pronosticó que 2022 cerrará con un crecimiento superior a 5%.
El PBI del tercer trimestre de 2022 en Argentina está hoy por encima del mismo período de 2017 (el pico de crecimiento de la era Macri) y de 2015 (el pico de CFK). Nunca había sucedido esto en la era Fernández. En lo que va del año, la economía lleva un crecimiento del 6,4% respecto del año anterior.
El ministro de Economía, Sergio Massa, pronosticó hoy ante empresarios pyme que el crecimiento total del país en 2022 superaría el 5%. El dato a destacar es que, a valores constantes, la economía del tercer trimestre de 2022 es la más grande para un tercer trimestre, desde que hay registro.
También, se llevan siete trimestres consecutivos de crecimiento, algo que no sucedía desde 2010. En el último trimestre, el crecimiento fue de 1,7% en comparación con el trimestre anterior. A su vez, se registra un crecimiento del 5,9% del PBI en la comparación con el tercer trimestre de 2021.
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El producto interno bruto (#PIB) creció 5,9% interanual en el 3° trimestre de 2022 y 1,7% respecto del período previo https://t.co/01n3oy1nV2 pic.twitter.com/vmmbgL8dbm— INDEC Argentina (@INDECArgentina) December 15, 2022
La mayor incidencia en el crecimiento la marca la industria, que explica 1,12 puntos de los 5,9% de crecimiento interanual, y el comercio y las reparaciones, que explica 0,98 puntos porcentuales. Sin embargo, el sector que más repuntó es el de hoteles y restaurantes, con un alza del 37,3% (0,4 puntos de incidencia) y explotación de minas y canteras (14,4% de alza interanual, con una incidencia de 0,45 puntos porcentuales en el total).
Según marca el Indec, las importaciones crecieron el 21% en los últimos 12 meses, mientras que la formación bruta de capital fijo (la inversión) subió 14%, el consumo privado creció 10,2%, las exportaciones de bienes y servicios reales registraron un retroceso de 4,6% y el consumo público descendió 0,1%.
