Julián Álvarez, el héroe inesperado

El delantero del Manchester City llegó a Qatar como suplente y se ganó el puesto con goles y mucho sacrificio. La 9 le sienta bien.

En una entrevista con el canal de FIFA, el delantero cordobés Julián Álvarez contó que Pep Guardiola había anticipado que el seleccionado argentino estaba entre los candidatos firmes a ganar el trofeo más importante del mundo. “Fue uno de los primeros días que llegué a Manchester; estaban hablando los portugueses, Rodri, y también estaba Pep; y hablaban que faltaba poco para el Mundial, que era un año atípico y tal y hablaban de Portugal, de selecciones europeas, de Brasil...”, comenzó narrando el Julián, quien finalizó con una premonición del entrenador catalán: “Pep, como yo no hablaba mucho, llevaba poco, me señaló a mí como que Argentina tenía un buen equipo”.

La anécdota de Guardiola nada tiene que ver con un adivino, se trata del conocimiento de uno de los mejores entrenadores del mundo, el hombre que lo apuntó cuando empezaba a tener continuidad en River Plate.

Julián Álvarez es el pibe tranquilo y de pocas palabras que un día llegó de su pueblo (Calchín, Córdoba) para instalarse en Buenos Aires, debutó en River a los 18 años y a principio de este año firmó contrato con el Manchester City. La llegada al club inglés lo potenció en muy pocos meses, todas sus virtudes se engrandecieron y el Mundial lo llevó a un lugar soñado.

El despliegue físico, el olfato goleador, la presión alta, el buen remate de media distancia, las definiciones exquisitas mano a mano, la potencia de campo y la buena gambeta en el uno contra uno son cualidades de un delantero brillante.

Todas sus virtudes aparecieron en Qatar, Lionel Scaloni le dio la oportunidad para ser titular en el partido ante Polonia y el pibe de Calchín no la desperdició. El “9” se ganó el puesto a pura fuerza física y goles, pero la corrida de 50 metros, la potencia para llegar hasta el corazón del área y la delicada definición del gol ante Croacia lo llevaron a un lugar consagratorio. Muchos lo compararon con Mario Kempes en el Mundial 78, y alguna similitud hubo, pero la “Araña” ya tiene su propio sello, es un tractor último modelo que lo diseñaron en los campos de Calchín.

Cuando terminó el partido ante los croatas Messi no escatimó en elogios: “Impresionante Julián. La verdad es que dio un paso adelante, nadie se esperaba que en este Mundial esté haciendo lo que está haciendo. Fue una aparición extraordinaria, nos ayuda mucho, es una bestia”. Cuando le dieron el premio al mejor jugador del encuentro agregó: “Le daría el premio del mejor del partido a Julián, fue extraordinario lo que hizo. Abrió el partido, corrió, se peleó con todos y generó. Fue importantísimo y lo merece”.

La titularidad de Julián en el Mundial habla muy bien de su excelente presente, de un inicio de carrera en Europa que no le costó la adaptación, pero también habla mucho de un cuerpo técnico que no se aferró a Lautaro Martínez, el gran centrodelantero que llegaba como goleador de la era Scaloni. Desde el banco de los suplentes observaron que el cordobés estaba en un mejor momento, y fue así como pagó esa confianza con goles y sacrificio.

En su primera Copa del Mundo sacó chapa de “9” de jerarquía, hizo cuatro goles, fue la figura en semifinales y es la gran promesa de gol argentino para los próximos años.

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