Jorge Andrés Fernández: "Estoy convencido de que hay que ampliar derechos"

Foto: Gabriela Carvalho.

El actual funcionario del Ministerio de Seguridad provincial y precandidato a concejal de Santa Fe por la lista “Elijo Hacer” lleva adelante su campaña a partir del concepto de “derecho a la ciudad”. En diálogo con Pausa, habló sobre la interna del peronismo y pidió que se discuta la licitación del transporte público de cara a la sociedad.

Jorge Andrés Fernández tiene 50 años, es abogado y docente universitario. Desde 2019 ocupa el cargo de secretario de Política y Gestión de la Información del Ministerio de Seguridad de la provincia y en este 2023 electoral encabeza la lista de precandidatos a concejales de la ciudad de Santa Fe de “Elijo Hacer”, el espacio político que orienta el gobernador Omar Perotti y que propone a Ignacio Martínez Kerz como candidato a intendente.

Nacido en el barrio Constituyentes, Jorge Fernández hizo la primaria en el Colegio de Los Agustinos y la secundaria en el Colegio Inmaculada. Después estudió Derecho en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), donde se graduó como abogado. En 2002 viajó a Salamanca, España, para hacer un posgrado en Transparencia y desde su regreso a Santa Fe se dedicó a la docencia y la investigación en la UNL y en la Universidad Católica. En 2019 se sumó al gobierno de Perotti –en un área particularmente difícil, como lo es Seguridad. Esa fue su primera experiencia en la gestión pública.

En una extensa entrevista con Pausa, Jorge Fernández contó por qué eligió hacer su campaña a partir del concepto de “derecho a la ciudad”, se refirió a la interna del peronismo, pidió que se discuta la licitación del transporte en audiencias públicas de cara a la sociedad y evaluó las diferencias entre Santa Fe y Rosario en materia de violencia criminal.

¿Cuáles son los principales proyectos que le va a proponer a la ciudadanía en esta campaña?
—Yo lo resumo todo en el concepto de derechoa la ciudad, que implica pensar muchos otros derechos y, si hablo de derechos, yo estoy en un espacio político como el justicialismo que, cuando llegó a la historia argentina, cumplió un rol fundamental que fue ampliar los derechos políticos civiles y fundamentalmente económicos y sociales de una gran parte de la población que carecía directamente esos derechos. Como enarbolo las banderas del justicialismo, estoy convencido de que hay que ampliar derechos. Siempre voy a estar de ese lado.

—¿Qué implica el derecho a la ciudad?
—Hoy una parte importante de los vecinos de Santa Fe carece del derecho a una movilidad que sea más o menos accesible y eficiente. ¿Y qué es el derecho a la movilidad? Que te puedas mover desde tu casa a tu trabajo, a la escuela, al centro de salud, a un espacio recreativo, a la Costanera, a cualquier lugar en 15 minutos; que no sea costoso, que el sistema de transporte público te lleve de un lugar a otro y que los colectivos no pasen a 15 cuadras de tu casa, porque entonces ya estás viendo vulnerado tu derecho a la movilidad. Y ahí el problema es que cuando vos ves vulnerado el derecho a la movilidad, también ves vulnerado el derecho al trabajo, a la educación, a la salud, porque no podés llegar a tiempo a tu trabajo o tenés que salir dos horas antes para llegar, o no podés ir desde el oeste de la ciudad hasta la Costanera y a eso agregarle que en algunos barrios populares de la ciudad de Santa Fe las calles son directamente intransitables. Entonces, los pibes no van al colegio, la gente no va a laburar porque el colectivo te pasa a 20 cuadras de tu casa. Si vivís en Las Lomas, por ejemplo, tenés que hacer entre 12 y 20 cuadras para ir a tomarte el colectivo. Otra cosa que planteamos y que a mí me preocupa profundamente es la cuestión del empleo y la producción. Según datos duros de la AFIP, desde 2014 hasta la actualidad, Santa Fe perdió más de 1200 empresas que estaban registradas y dejaron de estar registradas. Eso es más o menos unos 10 mil puestos de trabajo formales.

¿Qué se puede hacer desde la ciudad respecto al empleo?
—Hoy eso no está en la agenda municipal. El municipio le dedica el 1,5% de los 43 mil millones de pesos que tiene el presupuesto total a producción y empleo, dos cuestiones básicas. Aparte, el 30% de ese 1,5% son gastos de funcionamiento. Es un tema que no está en la agenda y no puede ser que no esté en la agenda porque, si no, vamos a seguir perdiendo empresas. No solamente no traemos empresas que generen empleos, sino que directamente las estamos perdiendo y eso que estamos en Santa Fe, la capital de la segunda o la tercera provincia más importante del país, un bastión productivo de la Argentina. Nadie está pensando en definir, no sólo conceptualmente, sino también en poner en práctica el perfil productivo de la ciudad de Santa Fe y a través de qué tipo de política pública puede ocurrir. Vos tenés universidades, estudiantes, un montón de institutos tecnológicos donde se produce conocimiento, tenés la mayor cantidad de científicos e investigadores por número de habitantes de toda la Argentina. Y tienes un sector productivo que tiene potencialidad, pero no está explotado. El Estado nacional está muy lejos, el Estado provincial lo tiene que hacer, pero lo hace en todo el territorio. Este gobierno puso muchísimo dinero en el sector científico y tecnológico. Falta el rol del municipio, el rol de articular entre el sector científico-tecnológico y el sector productivo. Eso va a generar empleo de calidad y valor agregado exportable. Tenemos el puerto, podemos exportar valor agregado, pero falta el Estado. El rol estatal es articular entre estos sectores, entre el sector público y el sector privado, entre el sector privado productivo y el sector científico-tecnológico.

—¿Qué opina sobre la cuestión medioambiental?
Estamos una crisis medioambiental a nivel planetario y acá en Santa Fe lo único que tenés como política pública es la recolección de basura. No hay separación de residuos; hay alguna separación en algunos barrios, pero en la mayoría no. Después caminás por barrios llenos de basurales a cielo abierto, donde la gente tiene que convivir con la mugre todo el tiempo. Eso es una afectación a cualquier derecho, pero también a un derecho mucho más difuso, que es el derecho a un medioambiente sano y sostenible. ¿Y qué hace el municipio? Nada. Todos los recursos de medioambiente son para el sistema de recolección de basura. No hay ninguna otra política. Y la cuestión medioambiental debe ser transversal a todas las políticas municipales; es una política más. Los 450 años de la ciudad es un momento simbólico para discutir el perfil de Santa Fe. Cuando cumplamos 500 años, ¿qué vamos a hacer? ¿Vamos a seguir teniendo los mismos problemas que ahora?

¿Cuál es el primer proyecto que va a presentar en caso de ser electo concejal?
—Espero que para entonces ya se esté discutiendo seriamente la licitación del sistema de transporte. Yo tengo una convicción personal: soy republicano, en esto siempre fui republicano. ¿Cuál es una buena decisión? Es aquella en la cual la gente participa en la toma de decisiones. Ese es un valor republicano: cuando participa la mayor cantidad de personas afectadas por esa decisión. Entonces, si vas a licitar transporte público, tenés que hacer audiencias públicas en todos los barrios para que los vecinos participen con su voz de esa decisión. Y esa decisión no sólo va a ser más democrática, por la participación, sino fundamentalmente va a ser más republicana y va a ser mejor. Si yo voy a tomar una decisión gubernamental, que me va a afectar, quiero participar de esa decisión, después me voy a hacer responsable de las decisiones y los concejales tenemos que participar. Hoy a los concejales los tienen afuera de los procesos licitatorios y el control del sistema de transporte público tiene que volver a estar, porque el concejal es el representante del vecino en el Concejo. Además, hay que sentar a las organizaciones que trabajan sobre movilidad. Hay que sentar a todos los actores que tienen intereses y responsabilidades en una discusión pública. Así va a salir un mejor sistema de transporte que si deciden el pliego entre gallos y medianoche en la oficina del intendente, pensando solamente en la rentabilidad de los empresarios de un sistema de transporte que es un servicio público. Si el único criterio de legitimidad o de decisión es la rentabilidad de los empresarios, tenemos un problema muy grande: el transporte deja de ser un servicio público, porque el empresario quiere ganar plata y, si quiere ganar, hay lugares por donde no va a transitar el colectivo o, por los costos operativos, en vez de hacerlo cada 10 minutos como dice la ordenanza actual va a pasar cada 40 minutos y así se ahorran un montón de plata. Esa es la primera discusión que el 11 de diciembre me gustaría dar, si es que no lo concesionan antes.

Foto: Gabriela Carvalho.

La interna del peronismo en la ciudad de Santa Fe

Para las elecciones primarias del domingo 16 de julio, el peronismo de la capital provincial inscribió ocho listas de precandidatos a concejales. Jorge Fernández encabeza la que lleva cono nombre “Elijo Hacer”, que responde políticamente al gobernador Omar Perotti.

¿Cómo observa la oferta electoral del peronismo a nivel municipal?
—El peronismo en los últimos tiempos no ha logrado construir seriamente una alternativa al gobierno del Frente Progresista o del Frente de Frentes. Llevamos 16 años afuera de la intendencia de Santa Fe y no tenemos muchos concejales. Necesitamos crecer en el Concejo y necesitamos que Ignacio Martínez Kerz sea intendente. Y si no ocurre, seguir creciendo, porque lo que tenemos que construir es un proyecto de ciudad que sea alternativo a la ciudad que tenemos hoy.

¿Cómo evalúa la situación de la ciudad?
—La realidad es bastante dolorosa. Yo creo que hay que transformar la ciudad de Santa Fe radicalmente. Eso se construye con trabajo, con tiempo, juntando a todas las facciones, a todos los sectores del peronismo, no necesariamente detrás de una candidatura, pero sí detrás de un proyecto de ciudad.

Que haya muchas listas de concejales en el peronismo, ¿es una estrategia o es fruto de que no fue posible sintetizar un acuerdo amplio?
—En el peronismo y en la mayoría de los partidos políticos de cualquier lugar del planeta son muy importantes los liderazgos. Hoy la ciudad de Santa Fe no tiene un liderazgo definido, algo que sí pasó a nivel provincial con la victoria de Omar Perotti en 2019. Después de las internas, se convirtió en un líder dentro del peronismo provincial. Y eso no ha estado pasando en los últimos tiempos en la ciudad de Santa Fe. La ausencia de un liderazgo claro, de candidatos naturales, hace que distintas facciones o distintas personalidades crean que tienen el potencial para ser candidatos. En algunos casos las internas tienen la particularidad de ser muy nocivas, en la medida que atomizan mucho el voto de un espacio político, pero también pueden potenciar a un espacio político en la medida que se vuelva más competitivo. Nosotros tenemos una interna, no te digo que acordada, porque no es así, pero absolutamente pacífica y súper respetuosa. No vas a encontrar a ningún candidato ni a ninguna candidata del peronismo de Santa Fe que hable mal de uno o de otro. Nos encontramos, charlamos, compartimos algunos actos: es una interna absolutamente civilizada, como debe ser. Creo que hemos dado un ejemplo de convivencia política porque después del 16 de julio, independientemente de quién gane, vamos a ir todos juntos a la elección de septiembre. Este es un primer paso, una especie de ordenador para ver a quién le toca encabezar.

El Observatorio de Seguridad Pública, una herramienta fundamental

Al asumir en diciembre de 2019 como secretario de Política y Gestión de la Información del Ministerio de Seguridad de la provincia, Jorge Fernández participó de la creación del Observatorio de Seguridad Pública, que desde entonces dirige y coordina: “Una de las cosas que salieron bien en seguridad fue crear el Observatorio”.

“Producimos información criminal de altísima calidad. Ninguna provincia de la Argentina produce hoy la información que nosotros producimos. Si vos preguntás cuántos homicidios hay en la provincia de Buenos Aires, nadie sabe de verdad. Nosotros cruzamos datos entre el Ministerio Público de la Acusación, el Ministerio de Salud y la Policía. Y tenemos muchísimo prestigio en el resto del país. No es algo que tenga prensa, ni nada por el estilo. En la mayoría de los países de América Latina no se produce la información criminal”, comenta.

“Antes de 2019 esto no existía. No se publicaban datos de homicidios o de heridos de arma de fuego. Los datos criminales que producimos en la provincia de Santa Fe fueron un salto de calidad y además los publicamos: vos entrás a la página del Observatorio de Seguridad Pública y están publicados. ¿Y por qué hacemos eso? Porque no se puede discutir sobre seguridad si no tenés buena información sobre la mesa. La tentación en general de los gobiernos, como pasó en la gestión de (Maximiliano) Pullaro es ocultar los números. Nosotros creemos que no hay que esconder la mugre bajo la alfombra: hay que ponerla arriba a la mesa porque no solamente contamos cuántos homicidios hay, sino que están todos los datos cualitativos”.

¿Qué conclusiones pudieron sacar de esos informes?
—Primero, que la situación en la ciudad de Santa Fe es muy diferente a Rosario. En Rosario el 70% de los homicidios, cerrado el año 2022, tienen que ver con tramas narcos criminales, disputas por el territorio, por el mercado de la droga. En Santa Fe no es así, ese es un porcentaje mucho menor, que está por debajo de 35%. Acá la gran mayoría de los homicidios en los últimos cuatro o cinco años tienen que ver con conflictos interpersonales: dos hermanos o primos que se desconocen y se matan entre sí. Hay un porcentaje que tiene que ver con las tramas criminales, pero en general no es así y después hay otra cuestión: los homicidios en ocasión de robo son menos del 5% en la provincia de Santa Fe y en la ciudad.

Y dentro de la ciudad de Santa Fe, ¿qué tipo de información se pudo producir?
—Si miramos en Santa Fe dónde se registra la violencia, la más virulenta y lesiva, que son los homicidios y los heridos de arma de fuego, se ubican en todo el oeste de la ciudad, desde el sur hasta el norte, y algo en Alto Verde y La Guardia. Y cuando superponemos los datos de violencia con los datos de cualquier indicador socioeconómico (necesidades básicas insatisfechas, cloacas, asentamientos informales, desempleo), en Santa Fe coinciden plenamente, con lo cual hay condiciones estructurales que generan la violencia o que la potencian. Y eso no se da tanto en Rosario, donde en los últimos 10 o 15 años la violencia va mutando según cómo se muevan las organizaciones criminales.

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí