Los trabajadores están en su segunda semana de huelga con corte de ingreso a las plantas fabriles de las tres principales automotrices norteamericanas: General Motors, Ford y Stellantis. Hay que remontarse hasta Franklin Roosevelt para encontrar otro presidente yanqui que haya dado signos tan claros de apoyo a las organizaciones sindicales.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, defendió este martes a los trabajadores del sector automotor, en huelga desde hace 12 días, y aseguró que merecen un aumento salarial "significativo", al unirse a un piquete en el estado de Michigan, en una demostración de apoyo a la actividad sindical sin precedentes para un mandatario en funciones.
“Se merecen el significativo aumento que necesitan”, dijo Biden a través de un megáfono, mientras caminaba a lo largo del piquete, con una gorra de béisbol del sindicato United Auto Workers (UAW) e intercambiaba calurosos saludos entre los trabajadores.
La UAW –que vendría a ser una versión yanqui del SMATA– está ingresando en su segunda semana de huelga y corte de ingreso a las plantas fabriles de las tres principales automotrices norteamericanas: General Motors, Ford y Stellantis.
Hay que remontarse hasta Franklin Delano Roosevelt y su New Deal para encontrar otro presidente estadounidense que haya dado signos tas claros de apoyo a las organizaciones sindicales. Biden visitó Detroit, la cuna de la industria motor yanqui.
“Luchan por una parte justa del valor que ayudaron a crear. Es hora de un acuerdo en el que todos salgan ganando y que mantenga próspera la fabricación de automóviles estadounidense con empleos bien remunerados”, declaró el presidente en apoyo a los trabajadores. “Esto no tiene absolutamente precedentes. Ningún presidente ha participado antes en un piquete”, dijo Erik Loomis, profesor de la Universidad de Rhode Island y experto en historia laboral.
Record corporate profits should mean record contracts.
It's time American autoworkers got a fair deal. pic.twitter.com/DN2IMbcuuh
— President Biden (@POTUS) September 26, 2023
El sindicato automotriz estadounidense cedió mucho después de las crisis de 2008 y, sobre todo, en la pandemia, en pos de mantener los puestos de trabajo. Ahora, la industria se está recuperando y fortaleciendo, pero los derechos perdidos no vuelven.
“Creo que UAW cedió mucho cuando la industria del automóvil se estaba hundiendo. Lo dieron todo, desde sus pensiones en adelante, y salvaron la industria automotriz”, dijo Biden el lunes 25 desde la Casa Blanca. Hizo hincapié en que los trabajadores deberían beneficiarse de las riquezas de los fabricantes de automóviles “ahora que la industria está recuperando su fuerza”.
La huelga de UAW, que representa a casi 150.000 trabajadores de la industria automotriz estadounidense, se expandió a 20 estados la semana pasada. Tiene algunos puntos problemáticos: una parte de las quejas de los trabajadores incluye preocupaciones sobre una transición más amplia a los vehículos eléctricos, en función de enfrentar la crisis climática. Las versiones eléctricas de los vehículos a combustible fósil requieren menos trabajadores para la fabricación.
Hasta ahora, las tres empresas con sede en Detroit presentaron propuestas que ofrecían un aumento salarial del 20% durante la vigencia del convenio, pero mantenían la semana laboral de 40 horas.
El sindicato exige un aumento salarial combinado del 46% a lo largo de los cuatro años de duración de un nuevo convenio, así como una semana laboral de 32 horas con un salario de 40 horas.
Esta es la primera vez en la historia que se convoca una huelga a la vez en las fábricas de las tres principales empresas automovilísticas.
