La industria editorial rechaza la derogación de la Ley del Libro

Del Otro Lado Libros

La Ley Ómnibus impulsada por el gobierno de Milei busca erradicar la norma que protege a las librerías y editoriales independientes de los abusos de las grandes cadenas y garantiza la bibliodiversidad.

La industria editorial argentina manifestó su rechazo al proyecto de Ley Ómnibus impulsada por el presidente Javier Milei, que busca derogar la Ley del Libro. La norma establece el precio único de venta al público (PVP), que los editores deben respetar en todos los puntos de venta, y que protege a las pequeñas librerías y editoriales independientes de los abusos de las grandes cadenas.

En declaraciones a Télam, referentes del sector editorial coincidieron en rechazar la medida y defendieron la Ley del Libro, que, según la librera y escritora Cecilia Fanti, impulsó el crecimiento de la industria y el surgimiento de "infinidad de editoriales que aportan a la bibliodiversidad y convierten a la Argentina en un modelo de habla hispana".

Además, libreros y editores recalcaron la importancia del PVP, que protege la competencia y evita que los actores más poderosos del mercado editorial ofrezcan descuentos arbitrarios e inalcanzables para las pequeñas librerías. Víctor Malumian, editor en Godot y cofundador de la Feria de Editores, lo explica así: "Uno de los malentendidos más comunes es que si se elimina la ley de precio único el PVP promedio cae, lo cual ha resultado falso en varios países. Lo que sucede es que en un principio vemos ofertas de los grandes jugadores que pueden acceder a comprar mayor cantidad de unidades, por ende con mayores descuentos, y trasladan ese descuento al público. Ganan cuota de mercado, reducen drásticamente a los pequeños jugadores hasta hacerlos desaparecer y luego vuelven a subir los precios. Es decir, a mediano plazo, no funciona". A nivel mundial, esto ha sucedido incluso con actores que están por fuera del ecosistema editorial, como Amazon.

"Esta disposición va a matar al consumidor, no solamente porque los precios van a subir, sino porque esto viene acompañado de la liberación de comisiones y punitorios por incumplimientos sobre las tarjetas de crédito", añadió Mónica Dinerstein, presidenta de la Cámara Argentina de Librerías Independientes. "Dentro de los países de habla hispana, Argentina, España y México tienen una ley como esta, y a su vez son las principales potencias a nivel editorial", agregó Malumian. Otros países que cuentan con normas similares de protección a las pequeñas librerías son Alemania, Corea del Sur, Italia, Japón y Noruega.

Pero además, la Ley del Libro y el PVP también fomentan la bibliodiversidad, al proteger la actividad de las pequeñas librerías, cuya oferta es más amplia que la de las grandes cadenas, que se dedican principalmente a los best sellers. Valentina Zelaya, de Mandolina Libros, señaló: "Hoy la ley permite que existan y prosperen librerías independientes, con el fomento de la bibliodiversidad que implica la circulación de textos con curaduría, la promoción de editoriales independientes y que las librerías sean mucho más que un punto de comercialización, que sean vectores culturales en sus barrios”.

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