De la Niña al Niño, sin intervalos

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ANUARIO 2023 | Hasta octubre pasado arrasó la sequía, y en diciembre llegó la crecida. Faltan obras y sobra incertidumbre.

El mes de octubre de 2023 marcó el final de una sequía que se extendió por tres años, considerada la peor en cinco décadas. Por su matriz productiva agrodependiente, Santa Fe fue la provincia más afectada, con pérdidas económicas multimillonarias que, además, impactaron fuertemente en las arcas del país entero.

El último informe del IPEC al respecto indicaba que en el período enero-julio de 2023 las exportaciones con origen en el territorio provincial cayeron 37,4% en relación al mismo período de 2022, lo que equivale a 4.399 millones de dólares por debajo del año anterior. En el plano nacional y en ese mismo lapso, la disminución del valor exportado trepó a 24,2% en comparación con enero-julio de 2022: fue una merma de U$S 12.649 millones. Es decir: el 35% de la baja total del valor de las exportaciones argentinas se explicó por las menores colocaciones externas de Santa Fe.

La brutal falta de agua se vinculó con el fenómeno conocido como El Niño. Y a él, consecutivamente desde diciembre, le siguió (y le sigue) La Niña, que ya tuvo sus primeros efectos y que promete multiplicarlos en 2024. Si hablamos solamente de la ciudad capital, el paraje La Boca (Alto Verde) quedó aislado a raíz de la creciente: los colectivos no pueden entrar y sus habitantes deben caminar 10 kilómetros para realizar sus actividades cotidianas; el principal camino de ingreso a Colastiné Sur está intransitable y hay agua en el interior de decenas de viviendas; y 15 familias de la Vuelta del Paraguayo debieron ser reubicadas en módulos habitacionales a la vera de la Ruta 168. En tanto, a lo largo de todo el anillo defensivo del Este, conocido como terraplén Garello (que abarca desde La Guardia hasta Rincón Norte), los evacuados y autoevacuados se cuentan de a cientos.

Buena parte de esto se desencadenó durante los días finales de Emilio Jatón al frente del Ejecutivo local. De hecho, durante la transición con Juan Pablo Poletti, las reuniones entre los equipos de ambos mandatarios (antecesor y sucesor) priorizaron el abordaje de la situación de riesgo hídrico en la ciudad.

Por eso, apenas arribado a la intendencia el 12 de diciembre, el exdirector del hospital Cullen pidió (y consiguió) que el Concejo declare la emergencia hídrica en Santa Fe. Al día siguiente, tras una lluvia arrolladora, el secretario de Gestión Hídrica de la Municipalidad Felipe Franco dio un diagnóstico alarmante: dijo que se encontró con que casi ninguna de las estaciones de bombeo de la ciudad estaba en su capacidad máxima y que la mitad de ellas tenía algún inconveniente serio, además de hablar de una falta de mantenimiento sistemático de los desagües.

Por su parte, a pedido de la flamante gestión de Maximiliano Pullaro, la Legislatura también declaró, el 14 de diciembre, la emergencia hídrica en la provincia. Las decisiones de ambos Cuerpos deliberativos no fueron exageradas: el 15 de diciembre, la altura del río Paraná en el puerto de Santa Fe alcanzó los 5,38 metros, siendo el nivel de evacuación de 5,30 metros.

En cambio, la administración de Omar Perotti no actuó con la misma premura. Pese a que por tres años gobernó en tiempos de sequía, recién en noviembre de 2022 licitó las obras en el Garello, que presentaba desde hacía mucho tiempo una peligrosa rotura a la altura de Colastiné Norte. Esas tareas se iniciaron en mayo de 2023, con un plazo de ejecución de 12 meses. Al día de hoy, la mencionada rotura ya ni siquiera es visible: la tapó el río. Por otra parte, el 4 de noviembre pasado comenzó la primera etapa de mantenimiento en la totalidad del terraplén: reparaciones puntuales de la defensa que llevarán seis meses a partir de ese día. Es decir, contando con una imposible eficiencia del 100%, los trabajos culminarán, respectivamente, en mayo y noviembre de 2024.

Poco antes de asumir como ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico aseguró que los trabajos para prevenir inundaciones eran prioridad de Pullaro. “Uno puede discutir si pavimenta una ruta o hace un parque, pero no está en discusión que las obras hídricas deben avanzar”, aseveró. Ahora bien, después de los primeros anuncios de Javier Milei sobre paralización de obras y ahogamiento a las provincias, los dichos de Enrico podrían quedar en una mera expresión de deseo. Se sabrá en este 2024.

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