Tras haber sido concejal del Frente de Todos entre 2019 y 2023 y precandidato a intendente de Proyecto Futuro, Federico Fulini hoy se referencia en el espacio justicialista que está alineado con Cristina Fernández de Kirchner. Pero, antes que eso, mira la política con un estricto enfoque santafesino y con una preocupación principal: construir la unidad de lo que él llama el “gran espacio nacional y popular”. Si no es para el agitado 2025 electoral, sí para el 2027.
“Cuando termina la elección de 2023 nosotros evaluamos los resultados. Por un lado, logramos como espacio político llegar a las elecciones generales, donde tuvimos la posibilidad de contar un modelo de ciudad. Quizás ese modelo puede seguir mejorándose, perfeccionándose, pero hacía falta desde el campo popular enhebrar un discurso contándole a la ciudad de Santa Fe qué era lo que queríamos hacer. Nos inspiramos en las necesidades que venimos recogiendo en nuestra trayectoria militante, en las reivindicaciones históricas de igualación en los servicios de la ciudad. Pero además planteamos cómo constituir una Municipalidad eficiente, que logre hacer llegar mejor sus recursos al lugar donde se necesita: el trabajo con los clubes, tener un modelo productivo, trabajar para que el puerto empiece a generar empleo genuino, empleo industrial, traer inversiones, tener un circuito de distribución de los alimentos que rompa con este modelo privatizado donde el Estado se retiró de la dinámica de la distribución. Y por otro lado, nos quedamos con el sinsabor de no haber logrado coronar la experiencia de Proyecto Futuro con un concejal. Pablo Landó estuvo cerca. Pero una vez que terminó la elección, ya nos embarcamos de lleno en las generales y el balotaje nacional, que nos tuvo bastante ocupados, dándolo todo para ponerle un freno al monstruo que nos gobierna hoy. Una vez que se dio la catástrofe, tuvimos un proceso de reflexión profunda, de pensar qué había sucedido, por qué esta cosa llegó al gobierno. Rápidamente, empezamos a participar de instancias donde se convocaba la ciudadanía a resistir y tratar de frenar los decretos y la Ley Bases. Participamos de la Multisectorial, que trabaja para poner un freno a cada una de esas políticas. Nos dedicamos mucho a trabajar la organización política, redactamos un documento donde hicimos un análisis tanto histórico como de coyuntura del Estado, para que el campo nacional popular vuelva a construir una alternativa y ganar la ciudad de Santa Fe, después de 17 años que lleva el mismo gobierno del Frente Unidos, que se ha manejado de la misma manera durante 17 años”.
–¿Qué evaluación haces de estos años de continuidad en la Municipalidad?
–Me parece que han logrado un grupo político, que pensó un modelo de ciudad, que trabajó, generó un plan, llegó y lo implementó. Ese plan está muy centrado geográficamente en los cuatro bulevares, es un modelo que tiene una Municipalidad cada vez con menos tareas. Hay una curva de descenso en las funciones que la Municipalidad hace. Incluso el mismo Concejo viene en decadencia, no se ocupa del transporte público, ni siquiera de controlarlo, no mejoraron el sistema de recolección de residuos, empeoró, se privatizó el sistema de mantenimiento de alumbrado público... Y durante estos 17 años explotaron las torres inmobiliarias. Es un modelo urbanístico centrado más en la especulación inmobiliaria, en aprovechar hasta terrenos que eran públicos... Ahora tenemos esta especie de este festín que se va a hacer con los terrenos que están por detrás de la cabecera de la Estación Belgrano. Y no se pensó en un modelo virtuoso, que integre lo público y privado, pero pensando más en la igualdad. Cada vez se accede menos a alquileres. Esto también está mezclado con la situación de la economía nacional: muchas familias jóvenes volviendo a las casas de sus padres por no poder hacerse cargo de los alquileres y todavía tenés levantándose torres. Hay algo que no está funcionando en la ciudad de Santa Fe. Es un modelo que no apuesta a lo productivo. Si bien ha habido algunos pequeños avances, en esos avances se ve la falta de potencia de esa idea. Se construyeron Los Polígonos, el centro logístico, pero se tardó años de llevar energía eléctrica a un lugar donde vos querés que haya fábricas. No termina de cuajar esa idea de tener fábricas en Santa Fe. Y por último, el Estado municipal es absolutamente ineficaz, por donde se lo mire. El otro día estaba comiendo con grupos amigos del Club Gimnasia y Esgrima y uno de los de los compañeros me dice “Mi viejo tuvo un expediente para que le corten el árbol durante 14 años”. Los comerciantes se quejan por el registro, que demora seis, ocho meses... Y no es culpa de sus trabajadores, hay como un cliché sobre el trabajador municipal, es culpa de un modelo estatal que no se puso como prioridad el mejoramiento en la eficiencia del Estado. Y esto se puede lograr integrando el conocimiento que hay en la ciudad de Santa Fe: tenemos tres universidades, tenemos un montón de jóvenes que están trabajando en aplicaciones de software, en diseñar sistemas, que muchas veces se van de la ciudad porque no tienen qué hacer. Como síntesis, ha sido un modelo con una fenomenal comunicación, que logra que un maquillaje sea visto como una obra faraónica. Hay una impotencia del campo popular, que no logra, primero, verbalizar un modelo, y luego encontrar un proceso político para poder llegar al poder y transformar la realidad más acorde a lo que nosotros pensamos.
–Hubo varios grupos diferentes sosteniendo estos años de gestión. El Grupo Universidad, en la primera etapa, el socialismo luego y ahora buena parte del PRO. El justicialismo tiene un montón de organizaciones, instituciones y grupos en Santa Fe, sin embargo no logra mostrar a electorado una dirección para la ciudad.
–Tenemos todos los instrumentos, pero somos una gran orquesta que está sonando desafinada. Cada uno toca su instrumento sin una coordinación, sin que suene bien. Falta conducción. Hay un montón de instituciones que serían beneficiadas por un modelo justicialista: clubes, sociedades civiles, vecinales y demás. Pero lo que no hay es un proyecto de poder que los atraiga hacia eso, que aparezca como posible. Una cosa es querer hacer algo distinto y otra es prometer algo que sea realizable. Tenés que hacer algo concreto, sincero, que se adapte a lo que es una Municipalidad. Necesitamos un proceso político que busque la unidad de todos los espacios. Si vos analizás las últimas elecciones de los últimos 15 años, tenés una curva de descenso de los votos muy marcada y una fragmentación cada vez más grande. Entonces, hay dos las grandes tareas. La primera es la construcción de un modelo que te permita la construcción de confianza política, discutir propuestas concretas con compañeros y compañeras de otros espacios y otras organizaciones del peronismo y también del gran campo nacional y popular. En esa discusión se va generando la confianza política necesaria. Los desencuentros, las mezquindades, los individualismos han generado fragmentación. La discusión de un modelo va a juntar. Y después, la segunda tarea es construir un dispositivo que permita que toda esa variedad de espacios pueda tener la posibilidad de satisfacer sus necesidades sectoriales, pero contribuyendo a un gran proyecto que es el de recuperar la ciudad. Yo creo que se está empezando. Nosotros tuvimos una experiencia en 2023, con Proyecto Futuro, donde se pudo demostrar que distintos grupos con pensamientos hasta doctrinariamente disímiles pueden converger en un programa. Como etapa inicial eso estuvo bien, lo que va a venir ahora es mucho más de estas experiencias. El deseo y el objetivo es que en el 2027, cuando se discuta quién conduce la ciudad de Santa Fe, se pueda construir un gran frente.
–¿Hay una renovación en los dirigentes que aspiran a este conducir la ciudad?
–Sí, sí, se va dando, conviviendo siempre con compañeros que quizás no sean considerados generacionalmente jóvenes. Lo que hay, más que una renovación, y con quién hablas esto te lo transmite, es la idea de que acá hay que armar algo grande. Porque muchos sectores han llegado al Concejo. Ese tipo de deseo de las agrupaciones ya muchos lo tienen saciado. Ya se sabe que por si solo se llega al Concejo, pero no se llega a la intendencia. Está comprobado. Las palabras hambre y gloria escuchan más, la idea de juntarnos y discutir un modelo. Esto está pasando, esto es realidad, se está dando. Depende de la habilidad de la dirigencia y de su capacidad es cuánto tiempo logramos acelerar el proceso, sin forzarlo. Yo creo que se puede dar un paso más adelante. Este año quizá no se llegue. Ojalá se llegue, pero hay que ser realista de cómo está la situación, de cómo se dan las negociaciones. Pero con cuanta organización vos hablas, sea peronista, sea de izquierda, sea progresista, del gran campo nacional y popular, todos al unísono te dicen “Tenemos que estar juntos”. Yo milito en el peronismo desde hace ya 15 años y no recuerdo una etapa donde se discuta tan crudamente y a calzón quitado entre distintos espacios. Qué hacemos con los clubes, con la vecinal, con el tema de la tierra, con la vivienda, cómo utilizamos las nuevas tecnologías, que vamos a hacer con los servicios, qué hacemos con el sistema de recolección de residuos. Sé que también hay espacios políticos, como el de Guillermo Jerez, que no se encuadran dentro del peronismo que están haciendo lo mismo, pensando la cuestión programática. Estamos en un proceso todavía divergente, pero es muy probable que en el 2027 haya una convergencia.
–Antes está 2025, ¿cuáles son tus planes?
–Bueno, nosotros estamos trabajando en que la mayor cantidad de espacios políticos entren en sintonía. Eso queremos profundizarlo y en esa idea de unir lo más que se pueda, estamos en el espacio referenciado en la compañera Cristina Fernández de Kirchner. Queremos que ese espacio tenga una expresión electoral y que esa expresión electoral pueda aportar a esta discusión de la que venimos hablando. En una etapa de hiper fragmentación, con realismo político lo que hay que hacer es tratar de juntar lo posible. Y luego salir a hablarle a la sociedad. Va a haber muchas voces que van a hablar en este sentido. El primer paso es hablar el mismo idioma, si no es muy difícil que haya experiencias colectivas. El primer paso es que el espacio referenciado con Cristina, el kirchnerismo, pueda tener una expresión en unidad. Por haber pasado por la función pública, por haber tenido algunas experiencias, puedo ser uno de los compañeros que pueden integrar una lista. Pero el objetivo principal es que haya unidad. Yo no voy a hipotecar la unidad de este espacio forzando una candidatura. Si los compañeros y compañeras consideran que soy la persona que reúne las mejores condiciones, no tengo ningún problema, si consideran que hay alguien más que lo puede hacer, tampoco tengo problemas en trabajar para que sea concejal.
–Hay un sector que le puso su marca a la ciudad durante los últimos 20 años, que son las inmobiliarias. Si tuvieses que pensar en algún sector de la ciudad, sea económico, cultural o social, al que haya que imprimirle más dinamismo, ¿cuál sería?
–Son dos. Esto se resuelve generando trabajo. El sector de la de la industria es algo que tiene muy, muy pendiente de la ciudad de Santa Fe, sobre todo por la ubicación geográfica que tiene. Santa Fe no es un Estado que recaude demasiado por su actividad industrial. Entonces, además de no tener empleo, no se tiene una recaudación propia. Ahora el 80% del presupuesto municipal es gasto corriente, más 10% de endeudamiento, que hay que pagarlo: el municipio planea gastar un peso de cada 10 que le entran en obra. Tenemos un Estado impotente porque no tiene recaudación propia. La manera de que el Estado vuelva a tener un contexto de recaudación propia y que además se genere empleo es a través de la promoción industrial. El segundo sector al que hay que apuntarle los cañones es a las instituciones intermedias, sobre todo las que organizan tareas deportivas en los barrios. Esto lo digo por la situación que uno ve en muchos jóvenes, que están cayendo en consumos problemáticos. Pibes que quieren salir y no pueden. El deporte en sí mismo es una gran herramienta para poder generar un proceso de sociabilización virtuoso. Estar en un club con tus amigos, practicar un deporte, tener un objetivo colectivo. En Argentina, el deporte en equipo es lo que más pasión genera. El deporte en equipo te enseña a que si vos te no te comprometés, falla lo colectivo. El tiempo que el chico pasa en el club, lo deja de pasar en los lugares donde termina en ese proceso de no virtuoso de sociabilidad que es una red de delincuencia. Hay que generar empleo y mejorar las condiciones humanas de los pibes. Alguien joven no tiene la posibilidad de pensar en un laburo porque no hay empleo en Santa Fe o, si lo hay, no son empleos bien pagos, no son buenos empleos. Ni siquiera el estudio te genera un buen ingreso y no podés alquilar porque el alquiler sale un huevo producto de esta burbuja especulativa. ¿Y en qué ayuda la Municipalidad a eso? Nada. ¿Cuáles son los programas que tiene la Municipalidad para la generación de empleo, cuáles son los programas que tiene la Municipalidad para mejorar el acceso a la vivienda, cuáles son los programas que tiene la Municipalidad para fortalecer los clubes? Tampoco hay política pública para los chicos que caen en el flagelo del consumo problemático, ¿cuál es la política pública de la Municipalidad para un pibe que quiere salir del consumo? El Estado ¿para qué está? ¿Para generar masterplan de grandes obras inmobiliarias atrás de la Estación Belgrano, para darle a una empresa o a dos el mantenimiento del alumbrado público? ¿Para qué queremos una Municipalidad, si no le va a mejorar la vida a la gente? Bueno, nosotros queremos una Municipalidad humana, cercana, que se ocupe de la necesidad humana de la gente.