Reutemann, el asesino serial; lo que tapó la muerte de Obeid y la necesidad de justicia por las 158 víctimas: apuntes a once años de la catástrofe del río Salado.

“El mayor asesino serial que tiene esta provincia se llama Carlos Alberto Reutemann”. Sin eufemismos, los inundados identifican al ex gobernador de Santa Fe y actual senador nacional del PJ como el principal responsable de los nueve asesinatos policiales de diciembre de 2001 y de los 158 muertos que causó la inundación de 2003, 23 de los cuales fueron reconocidos por el Estado y 18 incorporados en una causa penal que lleva once años de trámite y un sinfín de trabas.

Una multitud de vecinos marchó ayer desde la Plaza del Soldado hacia la Plaza de Mayo, donde al anochecer se realizó el acto por los once años de la inundación evitable de abril de 2003. Hubo muchas alusiones a otro ex gobernador justicialista: Jorge Obeid, fallecido en enero de este año, responsable de inaugurar en su primer mandato, en agosto de 1997, la inconclusa defensa oeste por donde seis años más tarde ingresó el río Salado a Santa Fe y obligó a 130 mil vecinos a dejar sus hogares.

Un documento elaborado por la asamblea de inundados –formada por la Carpa Negra de la Dignidad, la Marcha de las Antorchas y una importante cantidad de organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos– señala que las principales demandas son cárcel para los inundadores y destitución de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, cuyos integrantes –todavía bajo la presidencia de Rafael Gutiérrez, primo político del Lole, designado bajo su primer mandato– “siguen intactos” en sus cargos.

“Es una Justicia enceguecida por la impunidad política”, sostienen en el documento. De Reutemann, recordaron que “amparado por sus fueros” de senador nacional es el único de los responsables que no declaró en Tribunales ya que lo hizo por escrito. El Lole también había declarado por escrito en la primera etapa de la causa. En cambio Obeid, el ex ministro de Hacienda Juan Carlos Mercier y otros ex funcionarios –que nunca estuvieron imputados– sí lo hicieron, en calidad de testigos, en la primera etapa de las indagatorias y, por segunda vez, el año pasado.

La reanudación de la etapa de pruebas fue entre junio y agosto de 2013, a una década de iniciada la causa, y pasaron el despacho del juez a cargo en ese momento –Gustavo Urdiales– una treintena de testigos, entre ex funcionarios y especialistas. “Tuvieron que pasar más de 10 años para que acepten las pruebas que (el ex juez Jorge) Patrizi rechazó” en 2006, cuando elevó la causa a juicio sin indagar a Reutemann: un virtual sobreseimiento del ex gobernador, recluido en el Senado desde 2003.

Los inundados recordaron en el acto realizado en Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno y los Tribunales, que ya aportaron todas las pruebas y testimonios posibles y reclamaron celeridad a la Justicia. La causa –en la que están imputados el ex intendente Marcelo Álvarez, el ex ministro de Obras Públicas Edgardo Berli y el ex director de Obras Hidráulicas Ricardo Fratti– ahora quedó en manos del juez Cristian Fiz, quien rechazó la prescripción planteada por Álvarez el año pasado, aunque esa medida fue apelada por el propio Álvarez. “Hay 158 muertos, ¿qué más necesitan? Hagan justicia o váyanse a sus casas”, exigieron los inundados.

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