La campaña de los adherentes a Scioli, los chispazos, el juego de la Iglesia, Rosario y Chaco.
En un clima de conversación pública que cada vez más se aproxima como experiencia a los tiempos de la 125, el campamento oficialista suma pifias entre sus dirigentes y un tono propio más razonable en sus simples adherentes. O votantes. Mientras tanto, Mauricio Macri viajó a Chaco, lo recibieron con un piquete, se mandó una caravana y prometió puestos de trabajo, Daniel Scioli visitó La Matanza y Rosario, donde habló de drogas y de fondos de presupuesto con la intendente Mónica Fein –quien también recibió a Gabriela Michetti–, el diputado nacional Federico Pinedo versionó a Alberto Olmedo, Lilita Carrió volvió al crucifijo y desde el crucifijo habló el arzobispo Arancedo, alguien muy feo en comparación con Karina Rabolini.
El gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey criticó la campaña propia: "Es muy fuerte plantearle a la gente: 'Vótennos a nosotros porque los demás son peores'. No, nosotros tenemos un gran candidato, un gran equipo y por eso creo que Scioli va a ganar las elecciones", dijo siendo uno de los integrantes, como Jorge Telerman o Sergio Uribarri, del comité de campaña oficialista. Y criticó la comparación entre Cambiemos y la Alianza, ganadora en 1999. Desde un punto antagónico, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández no sólo le dió tutuca a un asesor económico del equipo de Scioli, sino que graficó los resultados del dólar a 16 pesos que propone Carlos Melconian, uno de los principales economistas de Cambiemos: “Llevar el dólar a 16 pesos para ser competitivo implica un 67% de devaluación, un 10% de caída del PBI, un 50% de inflación, ajustes de salarios que es un impacto muy contundente en las políticas que quieren fijar si llegarán a ser gobierno; a eso nos vamos a tener que atener y acostumbrar”.
Un poco más encaminados parecen los votantes rasos de Scioli, que han mudado en adherentes bastante activos digital y personalmente. Parece que sus referentes tomaron nota.
En las filas de Cambiemos también hay de todo. Por un lado un hombre distinguido como Pinedo expresó que si Scioli es presidente “Lo van a tener atado de manos y pies y le van a decir ‘comete ésta’”. ¡Delicia! La frase se produjo en razón de lo que ve como un copamiento kirchnerista de entes autónomos ligados al Estado y de la sanción por el Senado de una ley que declara prioridad nacional el Plan Satelital Geoestacionario Argentino. Pero, por el otro lado, Lilita busca meterle culpa a una campaña del miedo apelando a la cruz: “Asustar a los pobres no tiene perdón de Dios”. Y en nombre de Cambiemos dijo que “Nos comprometemos a mejorar derechos, más ingreso ciudadano, y el 82% para los jubilados y bajar la carga impositiva”.
Siguiendo con la cruz, el arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal, José María Arancedo tomó partido de manera elegante: “una contienda electoral no es una guerra”, calificó con un guiño. En el otro extremo de la belleza, Karina Rabolini le habló al televidente: "Daniel tiene otro estilo; creo que prefiere más las conferencias de prensa, que la cadena nacional".
Los candidatos salen a caminar
Junto a Carlos Zannini, Daniel Scioli hoy hizo pie en una consigna: “Toleracia cero para el narcotráfico”. Repitió que iba blindar la frontera y luego dijo que iba a “aumentar la cantidad de fuerzas federales en Rosario” La consigna fue planteada para los rosarinos en ciudad, y Scioli estaba flanqueado por un conocido de la ciudad, el secretario de Seguridad Sergio Berni. “El adicto es un problema de salud pública y hay que tratarlo como tal. El narcotraficante es un problema de seguridad pública”, distinguió.
Por la mañana, el candidato había estado de recorrida por La Matanza, donde prometió defender el el consumo y la producción del mercado interno. Junto a el estaban Fernando Espinoza, actual intendente, y la intendenta electa.
Gracias vecinos matanceros por el cariño y el apoyo que me brindaron en la recorrida por #SanJusto pic.twitter.com/6zSxQ0hY8y
— Daniel Scioli (@danielscioli) noviembre 4, 2015
Por la tarde, Scioli ya estaba en la ciudad más populosa de Santa Fe, reunido con la intendenta Mónica Fein, a quien también le prometió descentralizar el manejo de los recursos a través de la “creación de un fondo para las áreas metropolitanas”.
Hoy la ciudad vivió un gran día de democracia y diálogo, #Rosario es un ejemplo en el país. pic.twitter.com/3Q2rz4jByb — Mónica Fein (@MonicaFein) noviembre 4, 2015
Fein mantuvo otra reunión, por la mañana. Fue con Gabriela Michetti, quien apuntó al target de la guerra a las drogas. Allí refirió a la organización de una “Agencia contra el Crimen Organizado, moderna, sofisticada desde el punto de vista técnico, de especialización, de profesionalismo, que no sólo luche contra el narcotráfico sino contra los delitos asociados como el lavado del dinero, la corrupción, la trata de personas, el tráfico de armas”.
(Ahora, Cambiemos baja a Santa Fe asociado al radicalismo, como lo hará en pocos días en Jujuy. Al menos por un tiempo, ya que su candidato a senador, Carlos Reutemann, no sólo ya dijo que iba a armar un monobloque, sino que se está clavando alegres vacaciones en Nueva York).
Mientras tanto, el avión que llevaba a Mauricio Macri bajaba en Resistencia con la recepción de un piquete organizado por Emerenciano Sena. Medios chaqueños difundieron la versión oficial de que se trataba de unas 70 personas, en su mayoría mujeres y que la actividad del candidato en la provincia contó con una fuerte custodia de las fuerzas de seguridad. Para el caso, Macri salió por un camino alterno y así prosiguió su campaña por el norte, donde irá a morder votos para triunfar. “Lamento lo de los piquetes pero aunque no les guste voy a seguir viniendo”, auguró en conferencia de prensa. Y luego salió de caravana por Resistencia y Barranqueras. En el camino, refrendó su lema: “El mito de que eran invencibles se les cayó. Los argentinos ya han votado mayoritariamente por el cambio” y prometió el “Plan Belgrano, que será revolucionario para todo el norte argentino, porque generará cientos de miles de puestos de trabajo”, pero no incurrió en detalles. Tras visitar Chaco, Macri pasó la tarde en Santiago del Estero. Ayer visitó Corrientes y Misiones y termina el viernes en Jujuy.
