La Casa Rosada juega fuerte en Santa Fe

Foto: La Opinión.

La campaña se nacionaliza al compás de los movimientos de Macri. Nuevos palos en la rueda para Jorge Boasso. El silencio de Perotti mete ruido en el PJ. ¿Habrá efecto 2011?

El complejo tablero electoral que dejaron las últimas primarias obligó a los principales frentes políticos de la provincia a redoblar tareas en busca de votos para el 22 de octubre. En Cambiemos y en el PJ ya se advierten movimientos: Cambiemos salió a disputar los más de 100 mil votos que obtuvo Jorge Boasso, por el partido Unite, mientras que en el PJ se empiezan a advertir fugas que pueden poner en riesgo el primer puesto logrado como frente.

En agosto los espacios más votados fueron el Frente Justicialista con 516 mil sufragios (sumadas sus tres listas) y Cambiemos con algo más de 500 mil sufragios. Muy lejos quedaron el Frente Progresista (220 mil votos entre sus dos listas) y los otros siete partidos que pasaron el filtro de las Paso, con caudales de entre 40 mil y 115 mil votos. Con un padrón de 2.715.363 santafesinos habilitados para votar diputados nacionales, el PJ, Cambiemos y el Frente Progresista decidieron salir en busca de los electores que se quedaron sin candidato para octubre.

Cada espacio político apunta a determinados nichos. El macrismo “oficial”, representado por Albor Cantard como primer candidato a diputado, está decidido a horadar las chances de Boasso. En ese estanque buscará pescar. Para el PJ, con Agustín Rossi a la cabeza, el desafío es contener a todos los sectores que apoyaron a Alejandra Rodenas en las Paso. Si eso ocurre, el justicialismo tendrá la posibilidad de alzarse con un triunfo electoral luego de ocho años (la última elección la ganó Carlos Reutemann, en 2009, como candidato a senador nacional del llamado Peronismo Federal). En cambio, para el Frente Progresista cualquier estrategia es válida para lograr el objetivo de terciar en la disputa con Cambiemos y el PJ.

Como ocurrió en las últimas elecciones provinciales, el electorado santafesino viene mostrando una alta dispersión. El bipartidismo o la polarización entre dos fuerzas parece ser cosa del pasado. En nuestra provincia la competencia planteada en Buenos Aires entre macrismo y kirchnerismo no se traduce de modo lineal, ya que influyen otros factores como la gestión de un tercer espacio (el Frente Progresista), el impacto de candidaturas como las de Boasso y de los massistas Diego Giuliano y Amalia Granata y la performance de la izquierda, que presenta tres propuestas distintas: Ciudad Futura (Caren Tepp), el Frente Social y Popular (Carlos Del Frade) y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (Octavio Crivaro).

Diez competidores para nueve bancas

Macri y Peña de campaña

Cambiemos pretende mostrar cohesión sin fisuras desde la Casa Rosada hacia cada una de las provincias. Es el único frente político que inscribió listas en los 24 distritos y, aunque no sea candidato, el presidente Mauricio Macri es el principal elector. Pase lo que pase en territorio bonaerense, donde se perfilará también la campaña para 2019, lo cierto es que el oficialismo ya ganó la elección de octubre: ninguna otra fuerza tiene listas en todas las provincias y es un hecho que, una vez sumados los votos a nivel nacional, el macrismo festejará una victoria que le otorgará más bancas en el Congreso y que solo podrá ser opacada por un eventual triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en el principal distrito.

El macrismo buscará, el 22 de octubre, sumar los resultados de todas las provincias y exhibir una victoria de medio término justificada en la cantidad de bancas que logrará ocupar Cambiemos después del 10 de diciembre. Sus adversarios harán todo lo contrario: evaluar los resultados provincia por provincia y comparar cómo le fue a Macri no solo ante el justicialismo sino también, como en el caso de Santa Fe, ante el gobierno provincial.

“Sentimos que en octubre vamos a crecer en Santa Fe”, declaró el jefe de Gabinete Marcos Peña a LT23 de San Genaro. “Cambiemos representa a todos los argentinos que están trabajando y peleando para sacar al país adelante junto al presidente Mauricio Macri y a todo su equipo. En Santa Fe estamos muy bien representados por Niky Cantard, Luciano Laspina, Lucila Lehmann y todos los candidatos”.

Apoyado en la buena elección que hizo Cantard en agosto, Peña dejó en claro por dónde pasará el discurso de campaña de Cambiemos en Santa Fe: “El aporte del campo ha sido maravilloso, una vez que el Estado le quitó el pie de encima, el chacarero ha respondido y estamos yendo a cosecha récord”. Además, el funcionario nacional remarcó: “Se está recuperando mes a mes la situación económica y este año la inflación va a ser la mitad del año pasado. Sabemos que no han sido tiempos fáciles, pero lo más valioso es que podamos meterle para adelante juntos y que logremos resolver esos problemas que tenemos hace mucho tiempo en nuestro país”.

Otra zancadilla a Boasso

Cambiemos quiere reducir a la mínima expresión al concejal rosarino Jorge Boasso, que ya demostró que tiene su propia estructura que se traduce en votos. Primero fue la decisión de la Junta Electoral partidaria de dejarlo fuera de carrera para las Paso, por lo cual debió anotar su lista dentro del partido Unite. En ese trajín, Boasso perdió a Inés Larriera, su compañera de fórmula: renunció con el argumento de que había decidido acompañar al edil rosarino como postulante dentro de Cambiemos.

Superadas las primarias, y aunque juró lealtad a Macri en caso de ser electo diputado, Boasso sufrió un tercer golpe por parte del macrismo santafesino: Paola Rasadore, concejala en San Genaro y segunda en la lista de diputados, también renunció y se integró al equipo de Cantard. El rosarino acusó al presidente de su partido, José Corral, por la fuga de Rasadore: “Otra comprada por Corral”, tiró en Twitter.

El propio Corral habló del tema: “Nos enteramos la semana pasada y nos parece una buena decisión que ayuda a concentrar todos los votos en la lista de Cambiemos y en el apoyo que necesita este cambio cultural en el país”. El propio Jefe de Gabinete, Marcos Peña, celebró la decisión: “Estamos contentos de que Paola se haya sumado al equipo”. Y la concejala de San Genaro remató: “Tenemos que apoyar a Cambiemos para que gane las elecciones y por eso es que vamos a trabajar en conjunto para fortalecer el espacio. El presidente necesita que Santa Fe también demuestre un respaldo contundente”.

Diezmado, Boasso sigue en carrera rumbo a octubre con los 100 mil votos logrados en las Paso como principal credencial. ¿Conservará o aumentará ese caudal? Si así ocurre, es una mala noticia para la lista de Cantard. En cambio, si Boasso pierde votos a manos del macrismo oficial, Cambiemos tiene serias posibilidades de ganar la provincia de Santa Fe el 22 de octubre.

¿Todos unidos?

Apenas terminadas las Paso, Agustín Rossi y Alejandra Rodenas –quedaron ubicados en ese orden para octubre– salieron a dar señales de unidad hacia dentro del PJ. Rossi carga con la experiencia de 2011 y no quiere que se repita. Su campaña está perfilada en clara oposición a Cambiemos. Acompañado por Rodenas y los senadores que la impulsaron a disputar las Paso, Rossi sigue de gira por la provincia con una consigna que nacionaliza la campaña: “El Frente Justicialista es el único espacio que puede ganarle a este modelo económico”. Sin embargo, fotos y actos de unidad no aseguran nada. El asunto tiene una explicación matemática antes que política. El PJ fue el frente más votado en las Paso, pero su primer candidato (Rossi) quedó lejos del medio millón de sufragios que sumó Cantard. El “Chivo” deberá esforzarse para sumar a sus 311 mil votos de agosto los 176 mil que obtuvo Rodenas y los 15 mil de Pablo Dibert. Si lo consigue y si el PJ crece captando el voto de otros sectores, Rossi tiene chances serias en octubre de amargarlo a Macri en el tercer distrito más importante del país.

En 2011 Rossi había ganado las primarias de gobernador y el PJ había sido la fuerza más votada. Luego, amplios sectores del peronismo antikirchnerista salieron a trabajar por la candidatura de Miguel Del Sel y poco antes de las generales de ese año Reutemann envió un claro mensaje político a los indecisos. ¿El resultado? Antonio Bonfatti ganó la elección, Del Sel quedó segundo muy cerca y Rossi tercero lejos.

Al “Chivo” le llegó la primera mala noticia desde el corazón de la cuenca lechera: el intendente de Rafaela Luis Castellano declaró que no acompañará la lista de su propio partido. “En Rafaela no vamos a hacer campaña por Rossi, vamos a trabajar por nuestras candidaturas locales. En la ciudad tenemos un rechazo muy grande a la candidatura de Rossi en el sentido de que la gente no lo ha votado ahora, ni tampoco en elecciones anteriores. Agustín Rossi no nos representa como síntesis del peronismo; nunca lo escuché defender a Rafaela”. Castellano pertenece al sector de Omar Perotti, que sigue ausente de la campaña.

Su silencio y los gestos del peronismo no K –sintetizados por Castellano– alimentan las expectativas de Cambiemos y del propio Frente Progresista. En octubre, contados los votos departamento por departamento, se podrá calcular cuál es la verdadera influencia de Perotti en la política provincial.

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