La burocracia y la (in) sensibilidad

Sergio Gigliotti y Cristina Morla acogieron durante casi dos años a un niño en el marco del programa Familias Solidarias. A pesar del vínculo afectivo gestado entre ellos, hoy el menor quedó en manos de la Subsecretaría de la Niñez.

Por estas horas es la noticia del momento, al menos en el ámbito local: un pequeño de tres años, que se encontraba –hasta hoy–bajo el cobijo de Sergio Gigliotti y Cristina Morla, debía ser entregado esta mañana en la Subsecretaría de la Niñez. En un clima de sumo dolor, por lo que significa el desapego a un vínculo formado durante casi dos años, el chiquito quedó bajo la tutela de tal dependencia para luego viajar a San Carlos, donde se podrá relacionar con su hermanito de ocho meses. En esa localidad, el niño será recibido por otra familia transitoria.

La pareja de Sergio y Cristina cuidaba del nene en el marco del programa provincial Familias Solidarias, a sabiendas que el lapso del cuidado no debía superar los seis meses. Según confirmaron las autoridades, la intención es que se encuentre más cerca de su hermanito y poder iniciar así, juntos, el proceso de adoptabilidad.

De cara a la relación afectiva fortalecida y en apoyo a la propia pareja, esta mañana se realizó una manifestación ante la sede de San Luis 3135, donde familiares, amigos, vecinos y personas que atravesaron situaciones familiares expresaron su repudio, entre lágrimas y gran emoción. Previo a ello, Gigliotti sostuvo –en comunicación con LT10– que el chico “nos adoptó como padres y como familia. Luego, nosotros lo adoptamos a él. Hoy vamos a entregarlo como si fuera un paquete para que sea derivado a otra familia solidaria de San Carlos para que esté próximo a su hermano”. Desde su óptica, esta decisión implica que el niño deba “arrancar de cero” en otro hogar.

La Subsecretaría “no va a decidir si somos o no somos la familia que esta criatura merece, lo va a decidir la Justicia. Lo que queremos es que no se modifique esta situación”. Para Sergio, la mayor responsabilidad corre por cuenta del Estado. “El primero que produce un incumplimiento es el Estado porque el Estado estuvo ausente en la vida” de la criatura. “El Estado lo depositó en una familia y lo dejó casi dos años. Le diría a cualquier funcionario que se siente con un nene de tres años y le explique cómo se pudieron demorar tanto tiempo, cómo permitieron que adopte padres y una familia y después se lo van a sacar”, adujo este jueves el periodista. Así también aseguró que la pareja quiso mantener un encuentro con el ministro de Desarrollo Social, Jorge Álvarez, pero no fue recibida. “Si la máxima autoridad del Ministerio no cumple con uno de sus deberes que es recibir a ciudadanos cuando tiene necesidad de comunicarle algo, y más en un caso tan delicado como este, cómo nos pueden decir que no recorrimos los caminos que hay que recorrer”, planteó. Y afirmó contundente: “Estamos hablando de un niño que está contenido en una familia. Aquí no se cumple con la ley, no se respetan los plazos”, definió.

Por último, indicó que junto a su pareja se encuentran “dispuestos a adoptar a su hermanito, pero no ahora como una medida desesperada. Lo queríamos ya desde antes porque nuestro chico tiene derecho a vincularse con su hermano”, mientras ponderó el accionar de la organización Niños Visibles que cumple con una constante tarea para que los menores no sean institucionalizados.

Por su parte, la responsable de la Subsecretaría de Derechos de Niños y Adolescentes de la provincia, Andrea Travaini, aseveró –también en contacto con LT10– que “el Estado nunca estuvo ausente porque el niño nunca dejó de estar bajo el cuidado del Estado. Familias Solidarias es un programa que tiene un equipo que acompaña a todas las familias, cuida y mira el vínculo, con lo cual el Estado nunca estuvo ausente”.

Sobre el lapso durante el cual el menor se encontró con la pareja de Sergio y Cristina, explicó que un hubo un tiempo, de “un año y siete meses”, que fue “el tiempo exacto de la medida de protección excepcional, que está bajo el cuidado del Estado, nunca dejó de estarlo, amén que transitoriamente haya sido acogido por una familia solidaria”. También planteó que “hay plazos administrativos que exceden a la Subsecretaría que tiene que ver con el control de legalidad y la declaración de estado de adoptabilidad de un niño o niña. No es un tiempo administrativo que el Ejecutivo pueda mejorar. Hay una parte que sí nos corresponde, pero hay otra que es claramente responsabilidad del Poder Judicial”, argumentó.

Además, la funcionaria comentó que en este caso particular no fue posible hallar a la madre del niño para informarle que se iba a iniciar el proceso de adopción. “Lo más importante de esto es el derecho de un niño a tener una familia, eso lo que tenemos que preservar”, recalcó Travaini.

Acerca de la posición de la pareja en cuestión, la subsecretaria hizo hincapié en que “cuando una persona se anota en Familias Solidarias sabe expresamente que es transitorio, que puede estar seis meses, como lo indica el compromiso firmado y que se pueden extender esos meses. Y que este no es el camino para adoptar un niño. Hay una declaración jurada que se firma”.

Esta problemática también pone sobre el tapete el seguimiento que se realiza de Familias Solidarias. Al respecto, la responsable el área afirmó que “todo el tiempo vamos informando de lo que va pasando. Los chicos que estas familias alojan son niños vulnerados en sus derechos, fueron víctimas de malos tratos, de abuso, de abandono. Se hace un acompañamiento según la gravedad de la situación”. Y en relación con la relación afectiva que se forma entre la mentada familia y el niño, consideró que “es necesario que ese vínculo se cree porque si no nadie podría cuidar a estos niños. Estas familias crean un vínculo, y cada familia lo tramita de manera distinta”, en alusión a la etapa de la separación, concluyendo con que “no podemos ir por fuera de lo que la ley establece”.

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