Te hicieron creer que podías pagar las tarifas

Los combustibles se dispararon en 2018. Todavía se espera que cuesten más. Se estima que subirán un 15% antes de que termine el año.

Los tarifazos y la suba de los combustibles no paran. Desde agosto, la electricidad aumenta 15% en Santa Fe. Para enero de 2019, el gas ya no tendrá subsidios. Y faltan más alzas en la nafta.

El segundo semestre llegó: no hubo lluvia de inversiones, pero sí un nuevo tarifazo en los servicios públicos. El gobierno nacional continúa con la quita de subsidios iniciada en 2016 con impacto directo en el bolsillo de los usuarios. Desde agosto, la luz subirá un 15% en Santa Fe y el gas natural llegará a su “tarifa plena”, sin subsidios, a partir de enero de 2019. A esos aumentos se suma un nuevo incremento en el precio de las naftas, que se trasladará en cadena a otros bienes y servicios.

Por la nueva quita de subsidios, el precio del megavatio que comercializa la mayorista eléctrica Cammesa pasó de 1080 a 1470 pesos, lo que implica un aumento de 36,1%. Por decisión de la Secretaría de Energía de la provincia, la EPE lo trasladará a las tarifas de los usuarios residenciales.

El agua también: sube 18% en septiembre

La medida del gobierno nacional significa que la factura mensual que la EPE abona a Cammesa pasará de 1000 millones a casi 1500 millones de pesos mensuales. La provincia no puede absorber la totalidad de ese aumento, por lo cual una parte se traslada a la tarifa de la EPE que tendrá un incremento del 15% promedio a partir del 1º de agosto para el 80% de los usuarios residenciales.

De 1.070.000 usuarios residenciales de la EPE, 345.000 acceden a tarifas subsidiadas, de los cuales 128.000 son beneficiarios de la tarifa social provincial, 34.000 de la tarifa provincial a jubilados, 50.550 de la tarifa social nacional jubilados, 132.000 con tarifa social nacional y 451 electrodependientes. Esto significa que uno de cada tres usuarios tiene beneficios en la provincia de Santa Fe.

Chicaneos

Como en 2016, el nuevo tarifazo disparó disputas políticas entre la Nación y las provincias. Esta vez, el gobierno central puso el foco en Santa Fe y Córdoba. El presidente Mauricio Macri y el ministro de Energía Javier Iguacel machacaron con que son las provincias donde más cara es la electricidad, en contraste con lo que cobran Edenor y Edesur en Buenos Aires.

“El costo de la distribución de la energía en Santa Fe es el más alto de Argentina”, chicaneó Macri en referencia al valor agregado de distribución (VAD) que fija la EPE. Luego, al anunciar la quita de subsidios, el ministro Iguacel mostró gráficos comparativos de las tarifas de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, para reafirmar lo que antes había planteado el presidente.

El gobernador Miguel Lifschitz salió al cruce: “La Nación aumenta las tarifas y le echa la culpa a las provincias. Es inexplicable. No tienen argumentos, no tienen cara”. Según Lifschitz, “hay una intencionalidad manifiesta de tratar de responsabilizar a las provincias por el ajuste que está implementando el gobierno nacional”. Y agregó: “Los responsables son el ministro anterior (Juan José Aranguren) y el actual (Iguacel)”.

Lifschitz criticó a la Nación por el impacto que tendrá el tarifazo en la inflación: “Es un disparador de la inflación. Después el gobierno nacional se sorprende por los altos índices de inflación. Bueno: las tarifas y los combustibles, que han vuelto a aumentar, son factores fundamentales de los índices inflacionarios”.

Por su parte, la secretaria de Energía de la provincia, Verónica Geese, explicó por qué en Santa Fe las tarifas son más caras que en la ciudad de Buenos Aires: “Santa Fe tiene un sistema de distribución totalmente diferente al de Edenor y Edesur. Ninguna otra distribuidora de energía del país tiene sus mismos costos porque brindan servicio en distintas extensiones de territorio a distinta cantidad de usuarios”.

Según Geese, la EPE “es la empresa que mayor extensión de kilómetros de líneas tiene y, a pesar de eso, no es la más cara del país. Cubre una extensión 650 veces más grande que la Capital Federal con una densidad de 11 usuarios por kilómetro cuadrado, contra 600 usuarios por kilómetro cuadrado en Buenos Aires. Quiere decir que el costo del servicio que en Buenos Aires pagan 600 personas en nuestra provincia lo pagan 11”.

En medio de las operaciones mediáticas que tuvieron como foco los salarios de los directivos de la EPE, Geese defendió la tarea de la empresa: “Por más eficientes que seamos, no significa que podamos volver atrás con la quita de subsidios, porque tenemos los costos operativos de mantener el triple de estaciones transformadoras de las que hay en otros lugares y el doble de kilómetros de línea”.

“Desde enero de 2016, la energía que la EPE le compra a Cammesa aumentó más del 2000% y hoy los santafesinos no tenemos deudas con Cammesa. Además, con los datos aportados por todas las distribuidoras, el Ministerio de Energía de la Nación realizó un estudio comparativo en el cual se ve claramente que Santa Fe no es la provincia que tiene la tarifa más cara sino que son las empresas privadas que se ubican en distintas zonas de la provincia de Buenos Aires”.

Geese afirmó que “dar mala información a la gente es penoso. En la política es lamentable desinformar a la gente utilizando momentos tan sensibles de la sociedad con respecto a la economía del país”.

Y también el gas

En cuanto al servicio de gas natural, el ministro Iguacel tiene previsto llegar a la tarifa plena a partir de enero de 2019. El gobierno nacional todavía no informó cómo impactará esa medida en el bolsillo de los usuarios, aunque el propio Iguacel anticipó que buscará un esquema de “aplanamiento” de los aumentos para que el nuevo tarifazo –que llegará en año electoral– pegue menos en los sectores más vulnerables.

Los primeros indicios se conocerán en la próxima audiencia pública sobre las tarifas del gas, que el Ente Nacional Regulador del Gas convocó para el 4 de septiembre.

La luz y el gas, servicios para pudientes

La idea que adelantó Iguacel es aplicar el diseño de una tarifa que distribuya el aumento del año que viene en partes proporcionales. Comenzaría a ser pagado durante el verano, cuando se registra el menor consumo, con el fin de controlar las consecuencias económicas durante el invierno de 2019, donde se realizarán los máximos consumos y las facturas son más elevadas.

El impacto del próximo tarifazo de gas aún es una incógnita, pero la quita de subsidios se palpa en este invierno de 2018 entre los usuarios intensivos. Un caso testigo es el del Club Regatas de Santa Fe, que tiene pileta climatizada. La Comisión Directiva difundió la última factura, por un consumo de 14.484 metros cúbicos cuyo importe fue de 94.345 pesos. En el mismo período del año pasado se consumieron 13.840 metros cúbicos y se abonaron 49.452 pesos: más o menos la mitad.

Tanque vacío

Por si fuera poco, en el primer fin de semana de agosto hubo un nuevo aumento de naftas del 5,6%. Pero no será el último: según el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos, Carlos Gold, los precios aumentarán alrededor del 15% hasta fin de año.

“Va a haber más aumentos de acá a fin de año. Restaría entre un 14 y 15% de actualización después de esta última suba, siempre y cuando el barril del crudo y el valor del dólar se mantengan en los niveles actuales”, explicó Gold.

Cuando finalice 2018, el precio de la nafta habrá acumulado una suba del 45%: muy por encima de la inflación anual que será de entre el 30 y el 35%. “Esto tiene que ver con el desfasaje de precios al estar liberado el mercado”, puntualizó el dirigente.

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