Ley Brisa: una reparación

La violencia machista no solo se lleva vidas de mujeres; también deja hijos e hijas sin mamás. A partir de la sanción de la Ley Brisa, ellos y ellas tienen derecho a percibir una reparación equivalente a una jubilación mínima cuando su padre haya sido procesado o condenado como autor, coautor, instigador o cómplice de femicidio contra su madre. La reparación rige hasta los 21 años y en el caso de discapacidad, de por vida.

La normativa fue aprobada por el Congreso el 4 de julio. Considera a los menores afectados como víctimas colaterales de los asesinatos cometidos a instancias de la violencia de género. Se estima que desde 2008 hasta ahora, son alrededor de 3000 los chicos y chicas que han pasado por esa dramática situación. La denominación de Brisa deriva de la hija menor de Daiana Barrionuevo, quien recibiera un mazazo letal en su cabeza de parte de su expareja el 20 de diciembre de 2014. En ese momento, la chiquita tenía dos años. El femicida, Iván Rodríguez, introdujo el cadáver en una bolsa y lo tiró al río mientras sostuvo que la mujer había abandonado el hogar con su amante. El cuerpo de Daiana apareció en enero de 2015. Brisa y sus dos hermanitos quedaron al cuidado de su tía, Cintia.

La reparación dispuesta cobra fuerza a la luz de la imperiosa necesidad de garantizar el desarrollo y el crecimiento de los menores huérfanos.

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