Picante primer round por la intendencia de Santa Fe

Albor Cantard sacó una pila de votos en 2017, Emilio Jatón gana –por lejos– cada elección que enfrenta y el peronismo dirime internas con cuatro candidatos. La Municipalidad está en la mira y el 28 de abril es el primer sondeo, antes de las generales de junio.

En la ciudad de Santa Fe, en las elecciones primarias, 14 precandidatos competirán por nueves espacios políticos diferentes para definir la grilla que disputará la intendencia en las generales del 16 de junio.

Igual que en la categoría de gobernador, Cambiemos y el Frente Progresista presentan un único candidato. El diputado nacional Albor “Niky” Cantard es postulante del oficialismo para suceder a José Corral. El periodista y concejal Emilio Jatón es la carta fuerte del socialismo para ganar por primera vez en su historia la capital provincial. Para ellos, los resultados del 28 de abril serán el testeo que definirá desde dónde arrancan la carrera final.

El PJ, en cambio, presenta cuatro precandidatos y será la ciudadanía la encargada de nominar al postulante para junio. Ignacio Martínez Kerz (por la lista de Perotti), Juan Cesoni (por el espacio de Bielsa), Alejandro Rossi (Unidad Ciudadana) y Mariana Bergallo (Compromiso Ciudadano) conforman la oferta electoral del peronismo.

Del mismo modo que en la elección de gobernador, en la ciudad de pone en juego una hegemonía de 12 años. El radicalismo universitario eligió para esa batalla a un hombre del núcleo fundacional: el ex rector de la UNL Niky Cantard. Fue el más votado, como diputado nacional, en las intermedias de 2017. Pero desde entonces pasaron tantas cosas...

El sello Cambiemos ya no cotiza como hace dos años, pero hay núcleo duro en la ciudad que apoya a Macri: lo votaron en 2015 y lo revalidaron, vía Cantard, dos años después. Aunque la propuesta del ex rector es inseparable de su pertenencia política al proyecto nacional, desde el Día 1 de la campaña Cantard dejó en claro que aquí se disputa la continuidad (o no) de la gestión municipal. Esta vez, con aliados nuevos.

El emergente electoral de 2015, Jatón, es la carta del Frente Progresista para ganar la ciudad. Hasta ahora se impuso en sus primeras dos elecciones (senador provincial y concejal) y quiere reafirmar aquello de que no hay dos sin tres.

Cantard observa que Jatón es el rival de peso y por eso ha salido a remarcar, en el tramo final previo a las primarias, la importancia de “la experiencia” de los equipos de gestión y de la continuidad de un proyecto alumbrado al calor de los cambios de 2007, en contraste con la “novedad” que supone la irrupción del ex conductor televisivo. “Los santafesinos no podemos improvisar”, plantea el candidato de Cambiemos. Jatón no le responde y camina los barrios, lejos de los medios. Es la campaña del aparato contra el candidato.

Tercero en discordia

El peronismo no tiene líder natural en la provincia, tampoco en la ciudad. Los candidatos de las elecciones anteriores leyeron en forma autocrítica los resultados negativos de 2015 y de 2011 y dieron un paso al costado.

La propuesta del peronismo para la ciudad es casi una réplica de los distintos armados provinciales, pero aquí un sector del kirchnerismo armó listas propias en desafío al acuerdo provincial con Perotti. Alejandro Rossi lidera ese espacio y compite contra otro kirchnerista (Cesoni) y contra el referente del espacio peronista que en 2015 acompañó al PRO de Miguel del Sel (Martínez Kerz). Así de compleja es la “unidad” partidaria sellada en el Congreso provincial del PJ realizado en diciembre: todos los sectores por adentro, aun con sus diferencias políticas.

Será el voto popular quien defina el perfil y el proyecto del PJ para junio, no los acuerdos de cúpulas que no siempre se trasladan al territorio y rara vez tienen su correlato en las urnas.

Los dos oficialismos

Con Jatón en cancha, por primera vez desde 2007 la ciudad avanza hacia una elección de tercios. Así se presenta en los papeles; otra cosa es el conteo de los votos.

El radicalismo universitario conocerá con exactitud no solo el humor de los santafesinos luego de casi 12 años seguidos de gestión; estas elecciones también servirán como un muestreo de la influencia que tienen los aparatos políticos en los resultados que obtenga el candidato oficialista. En espejo, la cosecha que logre Jatón expresará, por un lado, el aval de los ciudadanos de Santa Fe a su propia figura, y por el otro el nivel de adhesión a las políticas del Frente Progresista.

El PJ arranca desde atrás, sin candidatos instalados y con la desventaja de ser oposición en las gestiones de la ciudad, la provincia y la Nación. Es un escenario inédito para el peronismo, una fuerza acostumbrada a jugar de local. Sin embargo, esa debilidad política que supone remar la campaña desde la oposición puede ser, a la vez, la oportunidad de instalar un proyecto alternativo a los dos frentes –y los dos candidatos– que ocupan el centro de la escena. Las urnas dirán.

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