Luz cortada, amenazas de bomba y muchas sorpresas: repasamos el día en el que el peronismo recuperó la provincia, un ex conductor de noticiero ganó la intendencia de Santa Fe y Amalia Granata consiguió una banca de diputada. 

El día del Padre y de las elecciones en cuatro provincias, los argentinos se despertaron sin luz: Santa Fe, San Luis, Tierra del Fuego y Formosa estuvieron casi tres horas sin saber si iban a poder celebrar los comicios normalmente. La EPE y EDESUR contestaban ambiguamente, hasta que CAMMESA confirmó la total caída de la provisión de electricidad.


Apenas unas horas después de que el secretario de Energía de la Nación Argentina, Gustavo Lopetegui, presumiera de que “el sector energético es un motor de la economía que vuelve a crecer después de varios años de malas políticas sectoriales”, la Argentina volvió al mundo gracias a sus cortes de luz.

Para colmo, la tribuna tuitera no deja pasar una. La jactancia de Macri de hace menos de 10 días y la insistencia de todo Cambiemos por meter como sea el voto electrónico fueron el golpe fácil de la mañana del domingo:

La luz se restableció antes del mediodía en toda la provincia, ¿habrá afectado en algo a la concurrencia de 72%? Además de algunas velas y linternas para el anecdotario, las cámaras tenían batería no hubo candidate sin su foto junto a la urna.

La tarde pasó sin sobresaltos, entre la sobremesa y la Copa América de reojo, se empezaron a contar los votos cuando, igual que en las PASO, hubo alarma en el Hotel Río Grande.

El periodismo y la policía, habitués en el búnker de Cambiemos. Foto: Mauricio Centurión.

Después de que la policía comprobara de que la amenaza era falsa, hubo otro rato sin mayores novedades. Eso sí, en la lista más pesada, Antonio Bonfatti picó en punta casi durante la primera mitad de mesas escrutadas. En la intendencia, en cambio, la tendencia ganadora no titubeó en ningún momento.

A pesar de los primeros datos, que mostraban al socialismo reteniendo la gobernación, en el búnker santafesino del PJ (Perotti se mantenía con reserva en su Rafaela natal) se estaba haciendo la previa de una noche que iba a terminar a pura euforia, a pesar de que su candidato a intendente se acomodaba cómodo en el tercer lugar. No eran las 21 y ya se estaban preparando para festejar.

Para las 21, del corte de luz ya no se acordaba nadie y desde cada bando salían a declarar sentimientos de victoria, aunque era más palpable la ambivalencia. Se gana en una pero se pierde en otra, los encantos de la boleta única.

 

Cambiemos quedó en tercer puesto a nivel provincial y muy lejos en la intendencia de Santa Fe. Se espera por los candidatos en el búnker del hotel Río Grande. Foto: Mauricio Centurión.

En las demás categorías, las tendencias también fueron configurándose con sorpresas por lo variopinta que fue: en diputados, el socialismo ganó tranquilo (incluso en el departamento La Capital) con el gobernador Miguel Lifschtiz como candidato, en segundo lugar, el pejotista Leandro Busatto y la celeste Amalia Granata hicieron una buena elección. Para senadores, fue el concejal Marcos Castelló el que le sacó una buena diferencia al candidato del FPCyS Jorge Henn.

Pasadas las 23, en la capital de la provincia ya se conocían las tendencias que iban a ser definitivas, algunos búnkers empezaban a vaciarse y otros se preparaban para recibir a sus ganadores. Donde se jugaba la tensión era en los números más finos, que cuántas bancas, que cuántos votos faltaban para entrar. Así festejaba en la sede de Barrio 88 su debut en el concejo:

Antes de la medianoche, cada búnker ya estaba celebrando a su propio ganador:

Cambiemos terminó mirando el suelo, el Frente Progresista se comió un trompadón perdiendo la provincia aunque retuvo intendencias importantes y se aseguró mayoría en diputados. El peronismo, agrandado por buenas elecciones en senadores en La Capital, Rosario y Castellanos y, claro, por volver a la Casa Gris. Pensando en octubre, el PJ está embalado.

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