En cifras, cómo el salario sigue perdiendo contra la inflación

Foto: Mauricio Centurión

Según el Indec, en marzo otra vez la inflación le ganó a los salarios. En lo que va de 2022, las pérdida de poder adquisitivo de los no registrados es del 4,7%. ¿Cómo va la evolución del poder adquisitivo durante este gobierno? ¿Cuánto llevamos perdido desde 2015?

Más allá del crecimiento del empleo y la caída de la desocupación, el crecimiento del país en 2021 y la caída de casi cinco puntos de la pobreza, el poder adquisitivo sigue perdiendo fiero o apenas empatando, según qué punto de referencia se tome y de qué salario estemos hablando. Considerando la inflación acumulada y los aumentos de salarios acumulados, siempre según el Indec, en lo que va 2022, a marzo los salarios privados van perdiendo un 1,31% del poder adquisitivo y los no registrados perdieron el 4,7% de su poder compra. Con la intervención de las negociaciones paritarias, los salarios públicos subieron en promedio un 12,1% en marzo, por lo que el poder adquisitivo tuvo una recuperación mínima: está 1,7% por encima del comienzo de año.

Desde que llegó Macri al poder, los trabajadores privados registrados llevan perdido el 19,9% de su poder adquisitivo y los públicos el 23,1%. Durante la gestión de Alberto Fernández el poder adquisitivo no cayó con la misma brutalidad que durante la gestión de Mauricio Macri, pero tampoco se recuperó en general. Sólo los privados están en situación de empate. Parece muy difícil que en los años que faltan se pueda reparar el daño, en comparación con 2015.

La caída no es pareja. Durante el macrismo el poder adquisitivo se recuperó notablemente en las proximidades de la elección de 2017, que el oficialismo ganó, aunque nunca llegó a los niveles de 2015 (su "mayor" logro fue que los salarios privados quedaran 2,7% abajo de 2015). La mayor pérdida del poder adquisitivo se produce entre 2017 y 2019. La caída es abrupta.

La gestión de Macri terminó con una caída del 20,8% del poder adquisitivo de los privados registrados y de 23,6% de los públicos. Actualmente, los privados han recuperado algunos puntitos de poder adquisitivo, pero los públicos han perdido más.

Actualmente, la mayor pérdida de poder adquisitivo durante la gestión de Fernández se observa en quienes tienen salarios no registrados, que acusaron el impacto de la segunda ola. Los no registrados perdieron el 7% de su poder adquisitivo desde 2019, los privados registrados perdieron el 1% y los público el 0,2%. Sin embargo, son los trabajadores públicos los que más poder adquisitivo perdieron durante más tiempo, sobre todo desde junio de 2020. 

Un gobierno que llegó al poder prometiendo mayor consumo al menos debería terminar con un evidente porcentaje positivo de crecimiento del salario real. Sobre todo en el sector público, que es donde parece que se aplicó el mayor ajuste.

 

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