Las entenadas hace dos nuevas funciones, este sábado y domingo

Foto de Aimé Luna

El sábado 21 y el domingo 22 de mayo, a las 11, habrá dos nuevas funciones de Las entenadas - Invocación de danza y paisaje, una obra dirigida por Eugenia Roces que traza un recorrido performático por la ciudad de Santa Fe, inspirado en la novela El entenado de Juan José Saer y en las memorias de las bailarinas. Están abiertas las reservas.

La obra convoca a participar de un recorrido performático que bordea la ciudad por el río, con paradas -la Plataforma El Faro, en Costanera Oeste; el Liceo Municipal y el Museo de la Constitución- en las que las bailarinas intervienen el espacio con danza, objetos y sonidos. El viaje se hace a bordo del colectivo El chumbito, y el punto de partida es la Estación Belgrano. Las entradas pueden reservarse en Alternativa Teatral.

Las Entenadas es el despliegue de un proceso de dos años del trabajo de un entramado de artistas que residen entre Santa Fe, Buenos Aires y San José del Rincón. La idea y dirección es de Eugenia Roces, con la compañía de Gastón Onetto como asistente de dirección. Natalí Faloni, Gabriela Lavagnino y Brenda Guidetti, son las bailarinas; Rocío Solís la cantante; José Hernandez tiene a su cargo la música en vivo y la voz en off corre por cuenta de Rocío Solis, Gabriel Esper y Gabriela Lavagnino. La composición sonora es de Matías Coulasso; la escenografía  y vestuario de Lucas Ruscitti y Federico Toobe y el equipo artístico se completa con Antonio Rocha, Sofia Esper, Pedro Bootz, Victoria Campana, Camila Mallozi y Juanfra Lopez Bubica. La fotografía es de Aimé Luna. La obra es creación de Natali Faloni, Brenda Guidetti, Gabriela Lavagnino, Sofia Esper y Eugenia Roces.

Un viaje por la ciudad con las hijas del paisaje

La puesta surge de las ganas de "volver a mirar con ojos extrañados el espacio y el paisaje de la ciudad, para volver a preguntarnos cómo habitarlo, y cómo construir un espacio común", cuenta el equipo, y dicen que su trabajo "se apoya en las ansias de dislocar la percepción desde el quehacer escénico". A través del gesto de construir lo escénico en el paisaje, urbano y costero, e interrogarlo, el grupo plasma algunas ideas en forma de preguntas: "¿Cómo hacer poesía de lo cotidiano? ¿Cómo reescribir esas experiencias que nos ligan con el paisaje? ¿Cómo hacer comunidad desde la experiencia? ¿Cómo volver a pisar el suelo ya habitado?".

“El paisaje es peligroso, es amable, es un quilombo, es suave, tiene todos los estados, que son los nuestros. Es él el protagonista de la obra”, señala Roces. Para componer las performances, la directora indagó en el paisaje personal de cada bailarina, a partir de un lugar elegido por cada una, al que se sienten cercanas en el recuerdo.

La obra recibió el apoyo del Instituto Nacional del Teatro y el Fondo Nacional de las Artes. Si bien las funciones son con entrada gratuita, quienes deseen colaboraron con el proyecto pueden hacerlo a través de la app Cafecito.

 

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