Plebiscito en Chile: Angela Davis, Silvia Federici y Judith Butler apoyan el Apruebo

Foto: Gabriela Carvalho

En una declaración de la Internacional Progresista, las personalidades relevan la propuesta que se plebiscita el domingo en función de las reivindicaciones de género que incluye el texto. "En la nueva Constitución de Chile somos libres", destacan.

A cuatro días de que el pueblo chileno concurra a las urna a votar en el plebiscito que definirá si hay nueva Constitución o no, un colectivo feminista de la Internacional Progresista emitió una declaración en la que releva el trabajo de la Convención Constitucional y anuncian su adhesión al Apruebo, argumentando su avance en materias significativas frente a una serie de reivindicaciones en materias históricamente relegadas.

"El año pasado Chile hizo historia: su pueblo eligió una Convención Constituyente para redactar una nueva constitución, la primera asamblea de este tipo en la historia con paridad de género. La líder y académica progresista mapuche Elisa Loncon fue elegida como su primera presidenta", se lee en el inicio del escrito publicado en redes sociales.

Agregan que "ahora, se dispone a hacer historia de nuevo, mientras el pueblo chileno se prepara para votar un nuevo documento con las mayores implicaciones para el género y los derechos de las mujeres que cualquier otra Constitución del mundo".

"Nosotras, feministas de todo el mundo, celebramos este proceso ejemplar y apoyamos a Chile mientras se prepara para abrir un nuevo capítulo de su historia", destacan a continuación.

Siguiendo con su argumentación respecto del valor de la propuesta, declaran que "en la nueva Constitución de Chile, somos protagonistas. Garantiza la igualdad de representación de género y de toma de decisiones a nivel nacional, regional y municipal, exigiendo la paridad de género en todas las instituciones, elegidas y designadas. Su democracia es inclusiva y paritaria".

La enumeración del colectivo de la Internacional Progresista agrega que además "en la nueva Constitución de Chile, somos libres. Con leyes progresistas para el aborto seguro y legal, derechos para las personas trans y no binarias, y el derecho a una vida libre de violencia, protege el derecho de toda persona a vivir una vida de dignidad y alegría. Se garantiza a toda persona el derecho a la identidad en todas sus dimensiones y manifestaciones, incluidas las características sexuales, las expresiones de género, el nombre y las orientaciones sexo-afectivas".

"En la nueva Constitución de Chile se nos valora. Ve el mundo como lo hacen las feministas, reconociendo las múltiples formas en que las mujeres sostienen nuestras economías y nuestros mundos. Prioriza la dignidad económica y la independencia de las mujeres, reconociendo el trabajo del cuidado y su contribución a la economía, junto con el reconocimiento de la discriminación en la esfera laboral", destacan.

Y por último, apuntan a la visibilización del género en la propuesta de Carta Magna. "En la nueva Constitución de Chile se nos ve. La Constitución no sólo defiende los derechos personales y políticos, sino que garantiza la igualdad de género sustantiva, más que formal, al encomendar al Estado promover una sociedad en la que mujeres, hombres, diversidades y disidencias sexuales y de género, participen en condiciones de igualdad sustantiva, reconociendo que su representación efectiva en el conjunto del proceso democrático es un principio y condición mínima para el ejercicio pleno y sustantivo de la democracia y la ciudadanía".

Citando a Elisa Loncon, parafrasean una de sus declaraciones en medio del relevante proceso histórico que enfrenta el país vecino. "A partir de este momento, encontramos un nuevo Chile: plural, multilingüe, con mujeres, con territorios. Este es el sueño de nuestros antepasados hecho realidad", destacan en las líneas finales del escrito que suscriben:

Angela Davis, profesora, EEUU.

Irene Montero, ministra de Igualdad; miembro del Congreso de los Diputados, España.

Silvia Federici, cofundadora del Colectivo Feminista Internacional; profesora, Italia.

Judith Butler, profesora, EEUU.

Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Argentina.

Clara López Obregón, senadora; ex ministra de Trabajo y ex alcaldesa de Bogotá, Colombia.

Nancy Fraser, profesora, EEUU.

Chantal Mouffe, profesora, Bélgica.

Niki Ashton, miembro del Parlamento, Canadá.

Zarah Sultana, miembro del Parlamento, Reino Unido.

Aruna Roy, fundadora y miembro de Mazdoor Kisan Shakti Sanghathan (MKSS); presidenta de la Federación Nacional de Mujeres de la India (NFIW), India.

Paola Pabón, prefecta de Pichincha, Ecuador.

Lidy Nacpil, coordinadora del Movimiento Popular Asiático sobre la Deuda y el Desarrollo (APMDD); Co-coordinadora de la Campaña Mundial para exigir Justicia Climática, Filipinas.

Julia Argentina Perié, co-presidenta del Foro EuroLat de la Mujer, Argentina.

Veronika Mendoza, ex candidata presidencial; ex miembro del Congreso de la República, Perú.

Manuela D’Ávila, ex candidata vice presidencial; ex miembro de la Cámara de Diputados, Brasil.

Anahí Durand, profesora; ex ministra de Mujeres y Poblaciones Vulnerables, Perú.

Betiana Díaz, miembro de la Cámara de Representantes; miembro del Parlamento de Mercosur, Uruguay.

Mônica Valente, secretaria ejecutiva, Foro de São Paulo, Brasil.

Idoia Villanueva, miembro del Parlamento Europeo; secretaria de Relaciones Internacionales Podemos, España.

Lucía Muñoz Dalda, miembro del Congreso de los Diputados, España.

Verónica Gago, profesora, Argentina.

Jahiren Noriega Donoso, asambleísta alterna por Pichincha, Asamblea Nacional, Ecuador.

Maite Mola, vicepresidenta primera, Partido de la Izquierda Europea (PIE), España.

Cinzia Arruza, profesora, Italia.

Lucía Cavallero, profesora; miembro del Colectivo Ni Una Menos; Argentina.

Dolores Gandulfo, directora del Observatorio Electoral, La Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), Argentina.

Esther Miranda, analista; miembro de la Secretaría Internacional de Podemos, España.

Foto: Gabriela Carvalho

Domingo clave

En el plesbicito del próximo domingo 4 de septiembre las y los chilenos decidirán entre aprobar o rechazar la nueva propuesta de Constitución que reemplazará a la de 1980, redactada durante la dictadura de Pinochet.

La Carta Magna actual, aún con las reformas y modificaciones que se le han hecho a lo largo del tiempo, mantiene el espíritu con el que fue pensada: a favor de las elites económicas, con una mirada patriarcal y machista, de estímulo a la economía extractiva y con falta de garantías concretas para una educación, salud o vivienda digna.

El nuevo texto que se pondrá a consideración este domingo, consecuencia directa del estallido social de octubre de 2019, es reconocida por diversos expertos como un texto modernizador y que fortalecerá la democracia chilena.

Aunque una fuerte campaña de fakes news por parte de los sectores de la derecha chilena y sus aliados mediáticos viene instalando que la opción de rechazo a la nueva constitución sería la mayoritaria. Pero los analistas internacionales remarcan al menos tres detalles relevantes de las encuestas que arrojan este resultado en la previa: en su diseño, heredado de la metodología del marketing, no se considera a la extrema pobreza ya que no son “consumidores” y que se aproximan a los dos millones. Segundo, que el voto es obligatorio por primera vez en una década. Y tercero que los recintos de votación fueron cambiados para privilegiar la cercanía con el electorado evitando bochornos como los de la última elección presidencial donde no hubo transporte público suficiente.

Con información de ElDesconcierto y Página/12

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