Bolsonaristas asaltaron sedes de Gobierno en busca de un golpe contra Lula

8 de enero de 2023: simpatizantes bolsonaristas toman la sede del gobierno en Brasilia. Foto: AFP

En una fiel copia del asalto al Capitolio de EEUU en 2021, los bolsonaristas redoblaron la apuesta antidemocrática invadiendo el Congreso brasileño, la Corte Suprema y el Palacio de Planalto para reclamar la intervención militar al gobierno de Lula.

Cientos de bolsonaristas invadieron este domingo el predio del Congreso Nacional brasileño en reclamo de una intervención militar al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Los golpistas superaron una barrera policial y subieron la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de Diputados y del Senado, y algunos de ellos ingresaron dentro de la sede legislativa a la fuerza.

Después, avanzaron hasta la Praça dos Três Poderes y se dirigieron al Palacio de Planalto, donde entraron en una parte del complejo y colgaron una bandera brasileña en una ventana. Así como también, se dirigieron al Supremo Tribunal Federal.

A su vez, los bolsonaristas, que asistieron con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa. También destruyeron barreras de protección y enfrentaron a los agentes que intentaron contener la entrada de los manifestantes.

Cabe destacar que distintos grupos de bolsonaristas radicales realizan acampes en distintas ciudades del país luego de que Jair Bolsonaro perdiera las elecciones presidenciales. En muchos casos, los acampes fueron desmontados por generar disturbios.

Desde el triunfo de Lula en la segunda vuelta electoral del 30 de octubre, con el 50,9 % de los votos válidos frente al 49,1 % de Bolsonaro, los simpatizantes del ex presidente se han concentrado en las afueres de los cuarteles del Ejército.

Lula se encuentra este fin de semana de viaje en la ciudad de Araraquara, en Sao Paulo, luego de asumir la presidencia de Brasil el pasado 1° de enero.

Lula decretó la intervención del Distrito Federal de Brasilia

Horas después de la escalada golpista, el presidente Lula da Silva decretó este la intervención del Distrito Federal de Brasilia.

El decreto de intervención federal en el Distrito Federal regirá hasta el 31 de enero de 2023, cuyo ámbito de actuación estará limitado a la seguridad pública.

"Decreto la intervención federal en el distrito federal, que se limita al área de la seguridad pública, con el objetivo poner fin al grave comprometimiento del orden público", leyó Lula en un mensaje televisado.

La intervención en Brasilia será hasta el 31 de este mes y su objetivo es poner fin a los actos de violencia en los edificios del poder público.

El mandatario remarcó que hubo un operativo de seguridad defectuoso.

"Creemos que hubo falta de seguridad y quiero decir que todas las personas que hicieron esto serán encontradas y serán punidas", dijo Lula en Araraquara, estado San Pablo, donde estaba de visita por una tragedia de inundaciones.

"Lamentablemente, los que tenían que hacer la seguridad del distrito federal era la policía militar del distrito federal y no lo hizo; hubo una incompetencia, mala voluntad o mala fe, ustedes vieron las imágenes de cómo los acompañaban" a los manifestantes, comentó Lula.

Aseguró que esos uniformados serán "punidos de forma ejemplar" y "no son confiables".

"Esos vándalos, que podemos llamar de nazis fanáticos, stalinistas fanáticos o mejor fascistas fanáticos, hicieron lo que nunca se hizo en este país", dijo en relación con los atacantes.

Agregó que van a "descubrir quiénes son los financistas de estos vándalos que fueron a Brasilia", además de asegurar que "todos pagarán con la fuerza de la ley este gesto antidemocrático".

Las reacciones políticas

"Estos actos antidemocráticos deben sufrir el rigor de la ley", afirmó el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.

La situación fue comparada con la invasión al Capitolio, el Congreso de Estados Unidos, en enero de 2020 para desconocer la derrota electoral del entonces presidente Donald Trump, aliado de Bolsonaro.

La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) gobernante, Gleisi Hoffmann, acusó al gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, un aliado de Bolsonaro, de haber liberado la zona para permitir el avance de los golpistas.

Los manifestantes estaban en las oficinas de los colaboradores de Lula y rompiendo los objetos a su paso dentro del Planalto, según la televisora CNN Brasil.

El secretario de Seguridad de Brasilia es Anderson Torres, quien fuera ministro de Justicia de Bolsonaro. 

A su vez, diversos dirigentes políticos latinoamericanos comenzaron a expresar su repudio a lo sucedido a través de sus redes sociales.

Con información de Télam

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