Colón y Unión: de la ilusión al bajón

Colón perdió ante Talleres en julio y se despidió de la Copa Libertadores.

Los equipos santafesinos fueron de más a menos: de las copas internacionales a la pobreza de los torneos locales.

Unión cerró con un balance futbolístico negativo, aunque el comienzo del 2022 ilusionaba como pocas veces lo había hecho Unión en los últimos años. El Tate le ganaba a River 1 a 0 en la primera fecha, era un equipo que generaba confianza y el DT gozaba de la admiración del mundo tatengue.

La participación en la Sudamericana (grupo duro) alteró el rendimiento en el plano local. Mientras clasificaba a la segunda ronda del torneo continental, fracasaba en la Copa de la Liga. La aventura internacional terminó con Nacional de Montevideo en la segunda ronda y a los pocos días también llegó la despedida temprana de Copa Argentina (ante Banfield). Luego de las eliminaciones Unión mostró un síntoma de recuperación en el ámbito local, y hasta estuvo muy cerca de la punta del campeonato, pero desde agosto hasta la última fecha (22 de octubre) todo se desdibujó.

No cumplió con los objetivos deportivos a nivel local, apenas se puede catalogar de discreta a buena la participación en la Sudamericana. Y lo más duro llegó en la parte final del año, cuando quedó muy lejos de pelear por los puestos de vanguardia y sin chances de clasificación a torneos internacionales. Mientras tanto, la política interna del club arde como el verano.

Colón

Colón mostró la otra cara de su moneda. De la vuelta olímpica del 2021 a los últimos puestos del 2022. En el medio tuvo un gran juego ganando su grupo en la Copa Libertadores, pero se despidió en octavos de final ante Talleres. El Sabalero se autodestruyó.

Llegó Mario Sciacqua como director deportivo y Julio Falcioni como DT, dos errores. La Libertadores terminó con el DT y con la paciencia de los hinchas para con varios jugadores que llegaron de la mano de los mencionados. “Chupete” Marini pasó para darle una mano, llegó Rondina y en menos de 40 días lo despidieron, y otra vez Marini. Los resultados y el juego también finalizaron con la ilusión de “Chupete”. La última parte fue de Saralegui, donde apareció la mejor versión de Colón, pero era demasiado tarde para borrar un año muy malo. Todo esto en el marco de un año con mucha violencia y dirigentes condenados.

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