Nació el Argentino de Periodismo

ANUARIO 2022 | En 2022 tuvo su primera edición un encuentro destinado a pensar los cambios de la esfera pública.

¿Por qué los discursos de odio proliferan con mayor eficacia? ¿Cómo construyó sentido común el bolsonarismo? ¿Qué políticas públicas plantea el Estado en materia de comunicación? ¿Cuál es el grito que emerge desde los barrios? ¿Qué sucede a escala global con la organización social y política mediada por las redes digitales? ¿Cómo se abordan las transformaciones en el mundo de la comunicación en las carreras de la región? ¿Qué queda del desborde de noticias falsas? ¿Qué podemos hacer los medios cooperativos?

El mundo cambió, el periodismo también. Esa fue uno de los lemas de Pausa allá por 2015, a mediados de la historia que comenzamos en 2008 y que el año que viene llegará a los 15 años. Con esos cambios comenzaron a surgir estas preguntas, que todavía están abiertas y que invitan a una reflexión urgente y práctica en un mundo y un país inmerso en una crisis de características únicas. A la post pandemia se le sumó la inflación global, la reducción de la oferta alimentaria y energética resultante de la invasión rusa a Ucrania y, sobre todo, el palpable avance de los fenómenos meteorológicos extremos y el calentamiento global.

Reflexión, urgente, práctica. Pensar para guiar la acción lo antes posible: nuestras generaciones tienen una responsabilidad de escala incomparable.

El Argentino

Por ese motivo, en el marco de la Feria del Libro de Santa Fe y con el apoyo de la Municipalidad, organizamos el 13 y 14 octubre el I Argentino de Periodismo y Opinión Pública. Su tema, “La comunicación ante el ascenso de las derechas y el recrudecimiento de los discursos de odio”, fue planteado con mucha antelación a un hecho que atravesó las dos jornadas: el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el 1º de septiembre.

Por el lado de los medios, participaron Ileana Manucci (Pausa), Priscila Pereyra (Periódicas), Sebastián Rodríguez Mora (Tiempo Argentino), Carina Ortiz (El Ciudadano) y Fernando Bordón (La Tinta). Desde Brasil, Oliver Korhnblitt acercó un pantallazo de la tardea de Midia Ninja, una red de cultura, activismo y comunicación con más de 15 millones de seguidores, decisiva en la campaña de Lula Da Silva para triunfar sobre el fascismo de Jair Bolsonaro.

Uno de los principales intelectuales sobre medios y opinión pública del país, Martín Becerra, tuvo una mesa especial. Y, por primera vez, hubo un encuentro de las coordinaciones de las carreras de comunicación y periodismo de la región, en la que estuvieron Carola Orduna (UNER), Leandro Fridman (UNL). Milagros Vigil (UCSF) y Fabio Galizzi (Instituto 12). La María Claudia Albornoz trajo toda su experiencia militante como feminista, inundada y referente nacional de La Poderosa. Funcionarios en la Jefatura de Gabinete de la Nación, uno dedicado a la relación con el Congreso y el otro al vínculo con los medios comunitarios y cooperativos, Nicolás Tereschuk y Abelardo Vitale dejaron un mensaje “La derecha va a avanzar hasta donde nosotros la dejemos”. Finalmente, desde Barcelona, Mariana Spada abordó la relación entre organización de base y herramientas digitales, a partir de su trabajo en la agencia Tectónica.

Hubo un consenso respecto del crecimiento de las derechas –con Donald Trump como exponente global– y del efecto de las burbujas de opinión. Pero también se señaló, continuamente, que no hay que dejarse encandilar por su propaganda y que la clave es primero política y luego comunicacional. En general, se apuntó al desgaste de la vida pública y a la falta de eficacia de las políticas del Estado como base de una insatisfacción popular que es un trampolín para el fascismo. La “Negra” Albornoz puso el dedo en la llaga: “El progresismo parece no querer cambiar demasiado, por más que nos pongamos la camiseta de lo nacional y popular”.

Fue justamente Spada quien, justo al cierre del encuentro, logró una suerte de síntesis: “Las redes sociales están hechas para hablar a la gente que piensa igual que nosotres. Si como izquierda no podemos procesar e invitar a un cierto grado de conflicto que implique a personas que no piensan como nosotros en un objetivo común, no se puede crecer. Además, es una enorme muestra de falta de imaginación política. Hay que hablar con la gente que piensa distinto para construir políticamente”.

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