"Anorexia nerviosa por falta de madre": amplio repudio a las expresiones de Laura Di Marco sobre CFK y su hija

En el programa de Viviana Canosa, Di Marco realizó un análisis amarillista y perverso sobre la salud de la hija de la vicepresidenta. Para Di Marco, la culpable de los aparentes problemas de salud de Florencia Kirchner es su madre. "Quienes estudian la enfermedad de la anorexia, es falta de madre, es falta de nutrición materna", señaló. Amplio repudio de referentes políticos y periodistas.

"Ves su cuerpo cómo está. A mi me da mucha pena Florencia, tiene una anorexia nerviosa galopante", comenzó diciendo Laura Di Marco en el programa de Viviana Canosa. Llamarlas periodistas sería una falta de respeto al oficio y, sencillamente, una mentira.

En LN+ -dónde sino- las mujeres analizaron con liviandan, amarillismo, prejuicios, misoginia y crueldad, la salud de Florencia Kirchner. Para estas militantes opositoras, Cristina Fernández de Kirchner es la responsable de todos los males de este país y eso incluye, claro, a los de su propia familia.

Mientras mostraban imágenes de la hija de la vicepresidenta, Di Marco sostuvo: "Ves su cuerpo cómo está. A mi me da mucha pena Florencia, tiene una anorexia nerviosa galopante".

"Quienes estudian la enfermedad de la anorexia, es falta de madre, es falta de nutrición materna", agregó la opinadora. "¿Quién es Cristina? Es una mujer muy resentida, que no curó su resentimiento", continuó Di Marco, completando así el casillero de las maldades de CFK: además de todo, es mala madre.

Discursos de odio

Consultados por Télam, especialistas en comunicación analizaron el contenido del programa de Canosa y sus potenciales derivaciones en materia judicial, un aspecto sobre el cual puso el foco el investigador del Conicet Martín Becerra, para quien "el discurso odiante, agraviante y ofensivo" difundido este jueves desde LN+ "presenta todos los elementos como para que sea motivo de una demanda (civil) por el derecho al honor y la privacidad, porque la cuestión de la salud remite a un tema muy sensible como, eventualmente, una enfermedad".

Becerra consideró que en el hipotético caso de que las dos afectadas (Cristina Kirchner y su hija) decidieran interponer una demanda civil, "muy probablemente haya elementos para que la emisora y también los responsables de la producción de ese programa sean solidarios o partícipes de la responsabilidad, porque hay responsabilidades ulteriores en los agravios, la violación del derecho al honor, la intimidad, el buen nombre, la reputación y la privacidad".

Desde otra impronta del análisis, el sociólogo especializado en medios Daniel Rosso evaluó que "Canosa y Di Marco atravesaron un límite" para la práctica periodística que, a su juicio, consiste en "atribuir cuadros clínicos utilizando categorías psicológicas sin el mínimo rigor", "sin citar una sola fuente" y "usurpando saberes", en lo que configura un caso extremo "de ignorancia profunda y manipulación", describió.

Desde la Defensoría del Público que encabeza Miriam Lewin, en tanto, indicaron que se está elaborando un informe para determinar si en el programa de Canosa se incurrió en pautas de "discriminación", "odio" y "violencia política contra la mujer", que podrían derivar en sanciones a la señal de LN+.

Además, recordaron que la Convención Interamericana de Derechos Humanos establece para la legislación argentina la obligación -con rango constitucional- de prevenir la discriminación y proteger a quienes sufren actos de ese tipo (artículo 3).

Apoyos y repudio

Luego de este cruel y bochornoso momento, referentes políticos y periodistas repudiaron los comentarios en las redes sociales, entre ellos, el presidente Alberto Fernández.

Fernández salió en defensa de la vicepresidenta y su hija Florencia ante los "discursos llenos de odio y las palabras que maltratan" y "lastiman" a ambas y pidió que "no se abran las puertas a quienes propagan odio predicando infamias para desalentar y dañar los espíritus".

"Estoy definitivamente al lado de quienes padecen semejante maltrato. Es injusto. Es malicioso. Es dañino. Es inadmisible. Es un discurso que busca lastimar no solo a una persona pública si no a todos los que son parte de su vida familiar", indico el presidente a través de Twitter este domingo.

Funcionarios y dirigentes del Frente de Todos (FdT) llamaron este domingo a "no acostumbrarse a la deshumanización y la crueldad", tras los dichos de Canosa y Di Marco, y advirtieron que el debate público debe ser "racional".

"La condena a los ataques sistemáticos que sufren desde hace años Cristina y su familia debe ser unánime. No podemos acostumbrarnos a la deshumanización y la crueldad. Mi solidaridad y todo mi cariño para Flor", expresó, desde sus redes sociales, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro.

La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, repudió el hecho de que "vomiten cruelmente sobre el cuerpo de una mujer, sobre la condición materna, sobre lazos filiales, sobre la personalidad de otras; se meten categóricamente con temas delicados de salud mental, responsabilizan a todas las madres sobre todo lo que suceda a sus hijas".

"Todo el horror junto", dijo la funcionaria y prosiguió: "Es contra Cristina pero es contra todas. Ni periodismo ni política. El patriarcado y la derecha van de la mano cuando se trata de destruir a una mujer. Un buen ejemplo, además, para quienes creen que las feministas son mujeres y las machistas varones".

La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, calificó los comentarios de Canosa y Di Marco como "un acto de violencia contra mujeres". En esa línea, sostuvo que se trata de "una embestida de la que son parte medios, sectores políticos y empresarios", bajo la "metodología constante del odio".

Cuidar el oficio

Durante el fin de semana, una buena cantidad de periodistas y comunicadoras salieron a cuestionaron el accionar de Canosa y Di Marco.

"¿Y si dejamos de actuar de manera irresponsable y de lastimar personas 'en nombre del periodismo'? Con la salud no se jode (no se debería joder). Es un circo demasiado dañino", señaló María O´Donnell a través de sus redes.

"Creo que los periodistas nos merecemos un debate respecto al tratamiento de muchos temas sin que esto sea coartar la libertad de prensa. Invito a tener ese debate. Sería sano y productivo que saquemos los nombres propios, que saltemos la grieta y nos convoquemnos a charlar determinados temas para ser cuidadosos", dijo a Télam a su vez la periodista Analía Argento.

"A mi me parece que es un discurso de odio más. Más allá del reproche a las periodistas, hay una construcción sistemática de discurso odiante", agregó Cynthia García. "Están generando un modelo comunicacional que construye odio. Lo que tenemos que advertir es que no podemos ser parte de un modelo comunicacional con esas características. Esto supera cualquier planteo diferencial. Es otra cosa, te corre la vara democrática y es muy peligroso".

Romina Manguel, en tanto, publicó en su cuenta de Twitter una crítica muy clara: "¿Para dar diagnósticos en los medios cual profesional de la salud no había que tener matrícula y exhibirla? ¿O vale sentarnos a decir pelotudeces que además de infundadas y delirantes confunden sobre temas sensibles?".

Series y confusión

Así como una vez Patricia Bullrich quizo explicar el "asesinato" del fiscal Nisman con la escena de una serie, Laura Di Marco fue por el mismo -y rídiculo- recurso citando en Twitter una escena de la serie Borgen para justificarse.

"¿Viste la última temporada de Borgen? El periodismo danés se ocupa de la salud de la hija de la Primera Ministra porque es de interés público", remarcó hoy la periodista, y agregó: "Cuando dirigís un país, aceptas que tu vida y la de tu familia quede sometida al escrutinio público. Así funciona acá y en Dinamarca".

Además de lo ridículo de citar una ficción como justificativo para un hecho real, parece que Di Marco ni siquiera entendió la escena a la que hace referencia. Allí, justamente, se pone de relieve el accionar inescrupuloso y amarrillista del periodismo, que en ese caso se infiltra en el hospital donde se encuentra internada la hija de la primera ministra y publican fotos e información sobre su salud mental.

Para quienes vieron la serie queda muy claro que lo que se hace está mal, es cruel, innecesario, y solo persigue el objetivo de desprestigiar a la primera ministra. Quizás si Di Marco la vuelve a ver y la entiende finalmente puede evitarse -y evitarnos- futuras coberturas canallas de temas tan privados y sensibles.

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