Ciencia ciudadana para investigar sobre gestión menstrual

Un grupo de organizaciones comenzó un proyecto colaborativo de investigación para recolectar datos sobre prácticas de salud menstrual entre jóvenes de la provincia. Con la información recabada se proponen diseñar estrategias de intervención territorial.

En los últimos años, y en especial luego del esfuerzo colectivo por encontrar un freno a la pandemia provocada por el virus Covid 19, se consolidó la idea de mejorar el acceso al conocimiento científico y abogar por una ciencia abierta, inclusiva y colaborativa.
Los proyectos de ciencia ciudadana se enmarcan en esta línea y buscan investigar de manera rigurosa junto a grupos que no necesariamente se desempeñan dentro de los ámbitos académicos y abordar temas que quedan fuera de la agenda científica.
Con esa metodología de trabajo se lanzó en Rosario el proyecto “Sentidos, prácticas y modificaciones de rutinas asociadas a la gestión menstrual”, en el que participan más de quince instituciones de la provincia de Santa Fe junto a La Usina Social y Demos. El objetivo es contar con información actual y precisa sobre los métodos de salud menstrual, los conocimientos y tabúes en torno a la menstruación, y también, cuestiones como ausentismo escolar y otras modificaciones de rutinas y comportamientos asociados al acceso de insumos menstruales.

“En Argentina hay más de 12 millones de personas que viven la realidad de la menstruación cada mes, sin embargo hay muy pocas investigaciones sobre el tema”, dijo Erica Hynes, coordinadora del Consejo Asesor de La Usina y una de las impulsoras del proyecto. “En Santa Fe no tenemos información sobre cómo se gestiona la menstruación en el sector de las juventudes, por eso nuestra idea es lanzar este cuestionario abierto y colaborativo para tener un insumo para futuras ordenanzas y leyes de provisión de material de gestión menstrual y también para políticas públicas que puedan brindar soluciones a distintas problemáticas, que van desde lo material, como baños adecuados con agua y jabón disponibles, hasta lo cultural y social, para disminuir el estrés y la vergüenza en torno a la menstruación”.

Hynes destacó que los proyectos de ciencia ciudadana son un desafío, implican un esfuerzo colectivo y diverso, entre personas de diferentes perfiles y formación, no siempre familiarizadas con la investigación científica. Pero el resultado de este esfuerzo es robusto y valioso.

“A partir de hoy empieza a circular este cuestionario para recolectar toda la información y trabajarlo con centros de estudiantes, organizaciones feministas, profesorados que en Santa Fe incluyen en su currícula contenidos de ESI, y también con colectivas feministas y transfeministas. Nos interesa sumar la opinión y la mirada de la mayor cantidad de personas posibles, de todo el territorio provincial, no solamente para aportar datos y respuestas sino luego en las etapas de procesamiento e interpretación de los resultados”.

El cuestionario está disponible de forma online en este link, y se responde de manera anónima. Luego de la recolección de datos se hará un análisis y un informe preliminar que será puesto a discusión con las instituciones que participan del estudio y más tarde, está planeada una jornada colaborativa para diseño de soluciones.

Ciudadanía motivada

El lanzamiento del proyecto contó con la bienvenida de Clara García, presidenta de la Comisión Directiva de La Usina, quien destacó que esa organización fue creada por Miguel Lifschitz justamente con el objetivo de potenciar la participación ciudadana. “Es un espacio abierto a estos proyectos y a profundizar en temas como la menstruación que es de enorme intimidad pero también político, ya que impacta en la vida social que estamos inmersas”.
La jornada se completó con un panel a cargo de Agostina Mileo, comunicadora y divulgadora científica, responsable de la campaña #Menstruacción, Andy Panziera, psicoterapeuta que trabaja con infancias y adolescencias, y Bárbara García, médica ginecóloga y sexóloga.
Mileo destacó la importancia de contar con información real. Tras explicar cómo impacta en la menstruación en la desigualdad, citó uno de los objetivos de la campaña nacional que se lanzó en 2017 a través de la plataforma Ecofeminita: “queremos que la menstruación deje de ser cosa de mujeres para ser un tema de Estado”.

Panziera, por su parte, hizo foco en la soberanía de los cuerpos y en las identidades de género y en cómo el orden social condiciona y regula el acceso a la tecnología de gestión menstrual. “¿Cuál es el uso de esta tecnología?”, se preguntó, “¿las utilizamos de manera consciente para ser quienes somos y quienes queremos ser o nos utilizan?”. Tras vincular el ejercicio de la ciudadanía con la noción de soberanía personal, Panziera llamó a ejercer una libertad fuerte para “desplegar un proyecto de vida, vincularte y tener la posibilidad irrestricta de ser lo que quieras”.

La doctora García se enfocó en la importancia de escuchar a las personas y en brindar información científica, sobre todo durante la infancia y juventud porque es la etapa en que se toma dimensión de la genitalidad mensualmente. La especialista mencionó algunas dudas que surgen en su consultorio, como menstruación y embarazo, efectividad de métodos de gestión menstrual como la copita y sobre los ciclos y las hormonas y sus efectos en el cuerpo. “Estamos en el siglo XXI y hay personas que empiezan a menstruar sin nada de información. Si no la encuentran en su casa o la escuela, van a internet donde hay mucha información negativa sobre un proceso absolutamente natural”, indicó.

Para el cierre Hynes volvió sobre la importancia de la ciencia colaborativa y dijo que tiene que ver con una ciudadanía motivada. “En este caso, motivada por el fortalecimiento de los activismos, que sirven no solo para poner los temas en agenda e incidir en las personas que toman decisiones sino para generar conocimiento riguroso y enriquecer el debate público”, concluyó.

 

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí