Cristina Kirchner, sobre el atentado en su contra: "Es muy impresionante el encubrimiento"

Cristina Kirchner en la clase magistral que encabezó en el Teatro Argentino de La Plata a fines de abril.

Un nuevo testimonio apunta a Patricia Bullrich como sospechosa de borrar pruebas sobre el intento de magnicidio ocurrido en septiembre. La vicepresidenta llamó la atención sobre la naturalización de la violencia política sobre su persona.

La reciente declaración ante el Poder Judicial de Ivana Bohdziewicz, ex asesora del diputado Gerardo Milman, señala a Patricia Bullrich como partícipe en una operación para borrar posibles pruebas tras el intento de magnicidio ocurrido en 2022 contra Cristina Fernández de Kirchner. Milman está vinculado a la causa por haber dicho, días antes del atentado, "cuando la maten yo estaré camino de la costa". La entonces secretaria del legislador contó en Comodoro Py que los datos de su teléfono fueron borrados en una oficina de Bullrich. "Ya no saben qué inventar", se defendió la precandidata presidencial.

La vicepresidenta, en tanto querellante de la causa, hizo saber este lunes que pedirá "protección" para la testigo. También solictarán que se analicen los cruces de llamadas de la precandidata presidencial del PRO y apartar a la jueza María Eugenia Capuchetti de la causa. Esta mañana, Alberto Fernández aseguró que acompañará la denuncia.

Como respuesta a los acontecimientos, Bullrich aseguró: "Ya no saben que inventar frente al total y absoluto fracaso de su patético cogobierno. Conmigo, El 10 de diciembre el kirchnerismo se acaba".

En tanto, Cristina Fernández advirtió: "Es muy impresionante, no sólo la naturalización de la violencia política sobre mi persona, sino también el encubrimiento del intento de asesinato ocurrido el 1° de septiembre" pasado en la puerta de su domicilio en Recoleta.

Según informó Página/12, Ivana Bohdziewicz, ex secretaria de Gerardo Milman, se presentó el viernes en Comodoro Py y pidió testificar por tercera vez en la causa sobre el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner. Se trata de una de las personas que estaban con el legislador cuando se lo escuchó decir "cuando la maten yo estoy camino a la costa" dos días antes del atentado.

Según consigna el medio citado, la ex asesora aseguró que en realidad no había vaciado el teléfono por voluntad propia sino que la llevaron a las oficinas de Patricia Bullrich, donde un perito se dedicó durante cuatro horas a eliminar todo lo que había en su aparato, el de otra asesora y el del diputado de Juntos por el Cambio.

Ese mismo día Cristina había anunciado que recusaría a la jueza a cargo de investigar el atentado, María Eugenia Capuchetti. Entre sus argumentos, mencionaba la falta de avances en la "pista Milman", uno de los posibles caminos para rastrear si hubo algún autor o autora intelectual del disparo.

El año pasado, Bohdziewicz declaró que había borrado el contenido de su celular para proteger su intimidad.

Tapa de Página/12, domingo 7 de mayo.

Violencia política

En marzo pasado, por pedido del Gobierno, expertas de la Organización de los Estados Americanos (OEA) visitaron Argentina para evaluar la situación respecto a la violencia política en nuestro país. La misión incluyó entrevistas con políticas y resultó en una serie de recomendaciones para el Estado y para los medios de comunicación.

Entre las expertas estaba la abogada peruana Marcela Huaita, presidenta del mecanismo internacional de seguimiento de la Convención de Belem do Pará, acuerdo internacional que establece los derechos de las mujeres en la región.

El intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández fue el hecho más grave de la democracia argentina reciente, la expresión extrema de una serie de violencias más sutiles pero no por ello menos dañinas. "El tipo de imágenes con las que la representan en portadas de medios y en redes sociales constituyen violencia política por razones de género y naturaliza este tipo de violencia contra las mujeres", subrayó la letrada durante la visita a nuestro país.

Además, expresó que "estos hechos se agravan por una evidente tolerancia por parte de los órganos del Estado, que parece ser sistemática". Al respecto, hizo hincapié en los procesos de administración de justicia. "En algunos casos, los resortes de atención e investigación de estas violencias pueden ser menos o más eficientes, dependiendo del nivel de tolerancia, aceptación y desarrollo de los mecanismos institucionales para combatir la violencia", indicó.

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