Es ley: los trabajadores ya no pagarán el Impuesto a las Ganancias

Foto: Alfredo Luna

El Senado aprobó anoche la eliminación de la cuarta categoría del tributo: la CGT, las dos CTA y movimientos sociales marcharán hoy para celebrarlo. En la misma sesión, se realizaron cambios al proyecto de reforma de la Ley de Alquileres, que deberá volver a Diputados.

El Senado de la Nación convirtió anoche en ley la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. La iniciativa fue aprobada por 38 votos a favor, del Frente de Todos y algunos de sus aliados, y 27 en contra aportados por Juntos por el Cambio. De esta manera, más del 99% de los trabajadores dejarán de pagar el tributo; a cambio, el proyecto prevé la creación de un impuesto cedular que alcanza únicamente a aquellas personas cuyos ingresos mensuales sean superiores a 15 salarios mínimos -es decir, de más de 2 millones de pesos-. Quedarán excluidos, además, los que ostenten cargos de alta responsabilidad en empresas, los que perciban pensiones de privilegio y los funcionarios políticos.

El impulsor de la medida, el ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa, celebró que "ningún trabajador volverá a pagar" el impuesto y afirmó que "desde hace más de 10 años" viene "sosteniendo que el salario no es ganancia, sino que es el pago por el trabajo que hacen cada día". "Sin dudas, mi presidencia estará marcada por la recuperación del salario y el ingreso", finalizó.

La CGT, las dos CTA y organizaciones sociales como el Movimiento Evita y Barrios de Pie se movilizarán hoy a las 14 hacia la Plaza del Congreso bajo la consigna "Desarrollo, producción, trabajo" para celebrar la sanción de la ley y expresar su apoyo a Massa, que participará del acto.

Alquileres, de vuelta a Diputados

En la misma sesión, el Senado dio el visto bueno a la reforma de la Ley de Alquileres, pero introdujo algunos cambios, por lo que ahora el proyecto volverá a la Cámara de Diputados, que deberá aceptarlos o insistir con la iniciativa original. Las modificaciones fueron aprobadas por 37 votos -del Frente de Todos y de Unidad Federal- a 29 -de Juntos por el Cambio, que pretendía sancionar el texto original.

El proyecto enviado de vuelta a la Cámara Baja por los senadores sostiene la vigencia de los contratos durante tres años y establece un ajuste semestral a través de la aplicación de un índice "conformado por la menor variación que surja de comparar el promedio del 0,9 de la variación del coeficiente de variación salarial publicado por el INDEC y la variación del coeficiente de estabilización de referencia, publicado por el BCRA”; es decir, el menor coeficiente entre los promedios de variación salarial y de inflación en el último año. Además, el proyecto ordena que los contratos se realicen en moneda nacional y establece incentivos impositivos para los propietarios que pongan su vivienda en alquiler.

El texto que había sido aprobado en Diputados, en cambio, fijaba en dos años el plazo de los contratos y preveía actualizaciones cada cuatro meses con un mecanismo de actualización convenido "libremente" entre las partes al inicio de la relación locativa, en base a los índices de precios al consumidor, de precios mayoristas y de salarios del INDEC. El mismo había sido duramente criticado por las organizaciones de inquilinos, que manifestaron que sólo iba a servir para "aumentar aun más los precios de los alquileres".

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