Digresión I

Lo primero es la tristeza y luego el nudo en la garganta. El quiebre está muy cerca. Lo segundo es la aceptación, se pierde más veces de las que se ganan. En tercer lugar queda levantarse y mirar al frente abrazado a las ideas y las ideas tejiendo nuevos lazos. El orden de los abrazos no altera el resultado. Lo que asusta es la máquina del tiempo. Lo que te deja perplejo es el pasado haciendo el futuro. No será fácil. ¿Alguna vez lo fue?

El panadero habla de regalar palas. Yo me asusto porque las palas también sirven para hacer otros pozos. Blanquita nos regala una Virgen de Guadalupe.

Lo que sigue es sobrevivir y aceptar. Comprar arroz y aceite porque tu familia vivió una hiper y hasta tus amigos más lúcidos te dicen que cuides hasta el último grano de arroz. Desde tu celular podés comprar una acción de Disney al mismo precio que una botella de aceite. La palabra ajuste la escuché durante todo el día. La narrativa cambió hace mucho tiempo.

La angustia muchas veces puede ser el deseo tomando envión.

Digresión II

No puede evitarlo y le pregunté a Chat GPT cómo sería un gobierno de Javier Gerardo. Me respondió que: en general, la elección de un presidente con estas características plantearía muchos desafíos y preguntas sobre la gobernabilidad, la estabilidad política y la capacidad del líder para gestionar los asuntos del Estado de manera efectiva y equitativa. Además, podría tener consecuencias significativas en diversos aspectos de la vida política, social y económica del país. Sería un escenario complejo y desafiante, con posibles repercusiones a nivel nacional e internacional.

¿Puede ser un buen argumento para una serie distópica?

Sí, definitivamente podría ser un argumento intrigante y fascinante para una serie distópica. La combinación de elementos como un presidente anarco-capitalista que se cree elegido por Dios, su comunicación con un perro muerto clonado, la imitadora de una figura política prominente (y rival) como primera dama y la alianza con negacionistas de la última dictadura podría crear un mundo distópico lleno de conflictos, intrigas y tensiones.

Digresión III

“Nada grande se puede hacer sin alegría, nos quieren tristes para que nos sintamos vencidos. Los pueblos deprimidos no vencen ni en el laboratorio ni en las disputas económicas. Por eso venimos a combatir alegremente, seguros de nuestro destino y sabiéndonos vencedores a corto o largo plazo”. Arturo Jauretche

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