De la autogestión a la trinchera social, La Renga forjó una historia en la que el compromiso con las causas populares es tan central como su música. En cada recital, en cada bandera, en cada silencio político, hay una ética que conecta con generaciones. Su regreso a Santa Fe también habla de eso.
Hay bandas que llenan estadios. Y hay bandas que, además, llenan de sentido esos estadios. La Renga y las causas populares forman una simbiosis que no necesita presentación: son cuerpo, calle y conciencia. Son rocanrol con raíces profundas, que no tiene miedo de pegar un grito por quienes no tienen micrófono. Su vuelta a Santa Fe, después de más de una década, vuelve a poner en primer plano también esa dimensión social que los convierte en mucho más que una banda.
Desde sus orígenes, La Renga tomó decisiones que marcaron una forma de estar en el mundo: evitar a los grandes medios, rechazar sponsors, autogestionar sus giras, y construir un vínculo directo con el público que va más allá del fanatismo. Esa coherencia —hoy tan escasa— se volvió su bandera. En tiempos donde el rock parecía resignarse al marketing, ellos optaron por la ética del barrio.

La Renga y las causas populares no se nombran solo en canciones. En cada show, la banda homenajea a víctimas de gatillo fácil, desaparecidos en democracia, luchas sociales silenciadas. Han recordado públicamente a Rafael Nahuel, Santiago Maldonado, Luciano Arruga. Han apoyado a trabajadores en conflicto, docentes en lucha, familias desalojadas. Pero no lo hacen desde la pose: lo hacen desde la convicción.
En 2023, este compromiso fue reconocido en La Plata, donde se les entregó el premio Rodolfo Walsh a la Comunicación Popular, un galardón simbólico para una banda que eligió comunicar desde los márgenes. En el acto, se los nombró como “expresiones de un arte que resiste”. El reconocimiento lo otorgó la Facultad de Periodismo de la UNLP, que destacó su decisión de mantenerse independientes y su permanente defensa de causas invisibilizadas por los grandes medios. Justamente en La Plata, hace algunas semanas, también tocaron a beneficio de los inundados.
Pero el verdadero premio, para ellos, está en otra parte. Está en el abrazo de miles de personas que los siguen hace años. En la madre que lleva a su hija de 15 al primer recital. En el mural pintado en la estación. En la marcha en la que suena una guitarra de fondo. En la confianza que despiertan sin necesidad de aparecer en televisión.
Una nota reciente de Panamá Revista los retrató con precisión: “La Renga construyó una ética popular que resiste”. En esa nota se habla del público como parte del proyecto político. De un rock que no se vendió ni se escondió. Que eligió dar la pelea desde el barro, no desde el mármol. Que sigue vibrando en los márgenes, donde todavía hay preguntas que doler y canciones para gritar.
La gira Totalmente Poseídos no es solo un recorrido musical. Es una reafirmación de todo esto. Y el recital en Santa Fe será una nueva oportunidad para volver a sentirse parte. Porque si algo demuestra la relación entre La Renga y las causas populares, es que la música no está separada de la realidad. Que cada acorde puede ser también una consigna. Y que hay veces en que cantar también es resistir.
La Renga en Colón
La banda se presentará el sábado 31 de mayo a las 21 h en el Estadio Brigadier López del Club Atlético Colón, en la ciudad de Santa Fe. Las entradas están disponibles en entradas.arteinfernal.com y puntos físicos seleccionados. Se espera una gran convocatoria de público de toda la región.