Isla ciudad

He atado dulcemente mi vida a los libros. Desde pequeñita. Recuerdo el primer libro que mi mamá me compró para que “leyera sola”: uno...

En mi adolescencia, durante el menemismo, la ciudad estaba llena de ruinas. El Puerto, las estaciones de trenes, el Puente Colgante y lo que...

¿Alguno de ustedes no leyó a Jack London? Pues deberían. A mí London me vuela la peluca. Varios años atrás encontré en la librería Mafalda...

Hoy anduve por la ciudad como una loca. En mi autito verde por las calles con el escape medio limado. Bruuum bruuum el autito...

Este año me propuse aprenderle el nombre a las plantas. No saber cómo se llaman no es tratarlas como es debido. Eso fue algo...

Si yo fuera sorda, este barrio estaría muy bien. De hecho los feriados, como semana santa que la calle estuvo desierta, está muy bien. A...

En los últimos doce meses, por distintas razones –mudanzas, roturas de artefactos, un virus que encriptó todos mis archivos, problemas con la instalación del...

Cuando llegué al botero, dos chicos juntaban piedritas en la costa. No al tuntún, las elegían sopesándolas en la mano, y las metían en...

En el 2011 viajé a la amazonia brasilera junto con la organización Vagalume, de Sao Paulo, que implanta bibliotecas en las comunidades rurales de...

Mientras esperaba al botero, escuché una vocecita desde atrás: —¿Señora, usted está esperando para cruzar? Giré la cabeza, y reconocí su carita. Me llevó unos segundos...