Según datos del Indec, la distribución del ingreso pegó un salto regresivo de casi seis años.
A partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec se establece qué lugar ocupa cada persona, y cada hogar, según sus ingresos. Para esta medición, se divide a toda la población –o a los hogares– en diez partes iguales, o deciles. El decil 1 es el de los que menos ingresos tienen y el decil 10 es el de los más ricos. En los primeros cuatro deciles están los pobres, entre el decil 5 y el 8 está la clase media y el decil 9 y 10 comprende al 20% más rico de la sociedad.
Sea por salario, rentas o ganancias comerciales, si individualmente cobras por mes $14.000 o más, o si en tu hogar sumando todos los ingresos llegan a $25.500 mensuales, sacá chapa de ganador: estás dentro de los ricos. Resulta increíble, pero es así: el 40% más pobre gana como mucho $6.000 –$11.600 si se suman todos los ingresos de la familia– y el 40% que está en el medio queda comprendido entre esos máximos y mínimos.
Expresado como reparto de la torta es un poco más aterrador. El 40% de la población más pobre se lleva, individualmente, el 14,7% de la riqueza. Los del medio, el 37,6%. El 20% de población más rica, el 47,9%. Calculado según los hogares, los pobres se llevan el 16,4% del ingreso, los del medio el 38,6% y los más ricos el 45%.
De una punta a la otra, la desigualdad se nota más. El 10% más pobre apenas capta el 1,4% de la riqueza del país. El 10% más rico, el 31,3%. Si toda la Argentina fuesen diez personas repartiéndose un billete de $100, una de ellas recibiría $1,40 y otra, la más rica, $31,30. La misma medición hecha en lo que captan en total los hogares expresa que el 10% de los hogares más pobres poseen el 2,1% de la riqueza, mientras que el 10% más rico llegan al 28,5%.
El cambio
Al segundo trimestre de 2016 –último dato publicado– la distribución del ingreso empeoró, en comparación con el segundo trimestre de 2015. Esto significa que los del decil 10 se llevan una parte mayor de la torta y los del decil 1 una más chiquita. Individualmente, en el segundo trimestre de 2015 el 10% más pobre se llevaba el 1,5% de la riqueza (apenas 0,1 más que en 2016). Sin embargo, el 40% más pobre se llevaba el 15,7% (un punto más que en 2016) y el 40% de la clase media un 39,9% (2,3 puntos más que en 2016). El 20% más rico se llevaba, en 2015, el 44,4% de la riqueza: son 3,5 puntos menos que en 2016. Los ricos se llevaban menos, los pobres, más.
Hay que remontarse hasta el tercer trimestre de 2010 para ver al 10% más rico llevándose una porción mayor del ingreso nacional que la que están logrando actualmente (31,3%). Hace casi 6 años, se llevaban un 31,7% del total. En el tercer trimestre de 2003, cuando arranca la medición, eran los dueños del 37,5% de la torta. Esa cifra bajó sostenidamente, con mínimos altibajos, hasta el segundo trimestre de 2015, cuando llegó al 28,2%. En un año, los ricos se llevan un 3,1% más del ingreso.
[quote_box_right]El ingreso promedio de los pobres creció un 28,4%, el de los medios un 29,7% y el de los ricos un 48,6%.[/quote_box_right]
Más clara se hace la diferencia observando el ingreso promedio. Cada persona del 40% más pobre de la población gana $3.549, en promedio, según la medición de 2016. El 40% de la clase media, $9.119, en promedio. Y el 20% más rico, $23.244. Un año atrás, cada estrato recibía, en promedio, $2.763, $7.028 y $15.640, respectivamente. Esto quiere decir que el ingreso promedio de los pobres creció un 28,4%, el de los medios un 29,7% y el de los ricos un 48,6%. Estos últimos le ganaron a la inflación, se ve.
Usando el mismo dato para comparar el decil 1 y el decil 10, la diferencia es más abrumadora. El ingreso medio del 10% más pobre pasó de $1.063 a $1.311 (subió un 23,29%), mientras que el 10% más rico subió de $19.845 a $30.374 (aumentó el 53%). Si el 10% más rico ganaba en 2015 18 veces más que el 10% más pobre, en 2016 gana 23 veces más.
No es mala onda con los que más tienen, es una constatación: cuanto más acumulan los ricos, menos hay para repartir entre los más pobres. El Indec es el que describe cómo con el cambio de gobierno pegamos un salto atrás de casi seis años y cómo los más ricos son ahora mucho más ricos a costa de los más pobres y de la clase media.
