Acompañado por Bussi, Milei puso en duda los 30.000 desaparecidos

El diputado nacional de La Libertad Avanza formó parte de un acto en Tucumán en el que le habló a su electorado y puso en duda la cifra de desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.

Javier Milei nos tiene acostumbrados a sus exabruptos, dentro y fuera del ámbito legislativo. Esta semana, su tour de gritos e improperios lo llevó a la provincia de Tucumán, en la que compartió panel con legislador provincial Ricardo Bussi, hijo del represor Antonio Bussi, actualmente denunciado por acoso sexual.

Durante un encuentro con la prensa, el diputado de "La Libertad Avanza" hizo referencia a una "visión tuerta de la historia" que desde hace décadas en nuestro país "ofrece la izquierda". En ese sentido, puso en duda los 30 mil desaparecidos de la última dictadura cívico militar.

Milei no podría haber elegido un mejor compañero de mesa para hacer ese tipo de declaraciones. Ricardo Bussi es el mismo Bussi que en 2016 dio una clase para alumnos de quinto año en una escuela tucumana y reivindicó los crímenes de su padre durante la última dictadura militar. Es un conocido defensor de los represores y, como era de esperarse, un confeso antiderechos.

Muchos argumentos podrían darse para rebatir el discurso ignorante, más no así inocente, del diputado nacional. En principio, como bien explicábamos en la nota "Fueron muchos más que 30 mil", la cifra de los 30.000 desaparecidos surge de la investigación de la CONADEP. En ese momento decíamos: "La Conadep identificó 340 centros clandestinos de detención y 8961 desaparecidos. Con la miseria argumentativa de administrativo contable, eso da un promedio de 26 desaparecidos por centro clandestino de detención entre 1976 y 1983 o 3,7 desaparecidos por año en cada centro clandestino de detención. Pegando la vuelta, con un promedio de apenas 12 desaparecidos por año en cada centro clandestino de detención se llega a los 30 mil desaparecidos. No es necesario mencionar que hay nuevos registros que llevan la cantidad de centros a cerca de 500. Ni que sólo en la Esma desparecieron cinco mil personas. Ni tampoco recordar que el Departamento de Estado norteamericano publicó los informes de la inteligencia chilena, que para 1978 ya contabilizaba 22 mil desapariciones".

Fueron muchos más que 30 mil

Si a Milei no le gusta leer, como sospechamos, quizás también les sirva la explicación en formato audiovisual que hace un par de años nos dejara Martín Kohan, cuando le dedicó cinco minutos a otro negacionista con ínfulas de inelectual, el señor Darío Lopérfido.

El argumento más breve, de todas formas, es el de este combi-twit de la periodista Noelia Barral Grigera y la diputada Myriam Bregman.

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