Ni la cámara, ni el arte, ni la dirección: Azul Sioli eligió en el cine el rol más cerrado para las mujeres: la producción ejecutiva. Presente y perspectivas a futuro. La importancia del Instituto y el desarrollo del cine de Santa Fe.

Nació en Santa Fe, se crió en Llambi Campbell y a los 17 años regresó para estudiar y dar sus primeros pasos en el mundo del arte. Empezó por el canto, siguió con el teatro y desembocó en el cine. Con la cámara y la claqueta de fondo, Azul confiesa que se ve trabajando siempre como productora ejecutiva y nos cuenta sobre su primera experiencia en ese rol con la película santafesina "El infierno de los vivos".

-¿Cómo nació tu interés por el cine?

-De chica me metí en el mundo del canto y del teatro. En ese orden. Luego conocí la comedia musical y me pareció hermosa porque fusionaba ambas disciplinas. Entonces incursioné por ahí. Cuando terminé la escuela en Llambi Campbell me vine a Santa Fe a estudiar medicina sin darme cuenta de que había muchas carreras vinculadas al mundo artístico. Comencé a encerrarme por el estudio y dejé de cantar, de hacer teatro. Y así, un día salía muy frustrada de la Facultad y pisé un folleto que decía Instituto de Cine y Artes Audiovisuales. Ahí no más la llamé a mi mamá y le dije: “No quiero estudiar más medicina” y me anoté en el instituto.

En 2022, Azul se recibió como Técnica Audiovisual y no pasó mucho tiempo hasta hacer su primer trabajo como productora ejecutiva. "Vengo de hacer un largometraje santafesino. Hacía mucho que no se filmaba una película en la ciudad de ese calibre. Fue un proyecto que convocó a muchísima gente. Mientras estudiaba, mi objetivo era trabajar con personas de la región. Eso es lo que más me enorgullece de 'El infierno de los vivos' porque hubo oportunidades para personas de acá". 

-¿Qué hace una productora ejecutiva?

-Básicamente es la dueña de la película. Está el director que escribe y dirige y luego vienen los productores ejecutivos que ponen la cara, la firma, el nombre. Son los responsables de los contratos, de las cuestiones contables y legales, de los recursos humanos. Absolutamente de todo. En esta oportunidad, yo compartí esta tarea con Agustín Falco, un gran compañero, que confió mucho en mí.

El infierno de los vivos tuvo su rodaje en 2023. Para noviembre ya tenía su primera edición: estaba armada, sólo le faltaba pulir algunas cuestiones. Al ser un cine independiente, lo que se hace es generar recorrido con la película: se la hace pasar por festivales, mercados internacionales y nacionales, antes de estrenarla. "Ya quedó seleccionada en tres festivales: en Estonia, en Berlín y en Ventana Sur, que es el mercado más importante de Argentina. Estimamos que el estreno será a mediados de 2024 en el Cine América de Santa Fe".

-¿Qué podés decir del cine en Santa Fe?

-Todo es a pulmón, remandola. En general, todo lo que es cine está ligado al entretenimiento y, en realidad, es mucho más que eso. Sobre todo es nuestro trabajo. Hay mucha gente atrás laburando. En "El infierno de los vivos" tuvimos 60 empleados trabajando, de los cuales la mitad eran técnicos y la otra era el elenco. Yo siento que no hay oportunidades para las nuevas generaciones, en el arte en general y en el cine en particular. Tengo amigos y amigas con tanto talento, tienen unas ideas alucinantes, pero no tienen la oportunidad de llevarlas a cabo. No hay fomento, no hay espacio. Yo tuve la suerte de recibirme y entrar en este súper proyecto, pero no se presenta esa posibilidad siempre ni a todos.

-Hablemos de la ley de cine

-La ley de cine de Santa Fe promueve que la provincia ayude a las productoras a generar: les de fomento, subsidios. Sí, tenemos al INCAA a nivel nacional, pero luego todas las provincias tienen su ley puntual, menos Santa Fe. Es fundamental porque la gente que tiene que aprobar esta ley no entiende que más del 80% del presupuesto de la película, que es un montón, queda acá, en la ciudad. Es una industria que genera trabajo y que a su vez llega a la casa de la gente, entretiene, educa, cumple muchas funciones.

"El arte es hermoso. Pero creo que lo sostienen las personas que realmente les apasiona y les interesa. Sino sería imposible porque es muy desafiante".

-¿Qué cambió con la experiencia?

-Cuando somos adolescentes está muy presente el romanticismo en el arte. Lo ponemos en una cajita hermosa de cristal y cuando vamos creciendo y empezamos a ver cómo son las cosas, nos damos cuenta de que también está estrechamente vinculado a cuestiones económicas, sociales, políticas. Y, lamentablemente, todo eso está áspero a nivel país.

-¿Cómo proyectas tu carrera? ¿Pensás irte de la ciudad?

-Cuando terminé de estudiar en 2022 tenía muchas ganas de emigrar a Estados Unidos. Estaba en un momento de crisis justo saliendo de la psicóloga llorando y me llega un mensaje de Agustín Falco diciéndome que le gustaría que forme parte de una producción. Decidí quedarme un tiempo más, terminar esta película, estrenarla y ahí sí… planeo irme, pero ahora a Europa. 

"Confieso que estoy en un momento down de la vida. Estamos todos pasando por esto. Hay un estrés social que nos incumbe a todos sumado a las cuestiones personales de cada persona".

-¿Estás encontrando un lugar en el cine?

-El cine es un ambiente muy cerrado acá, en Europa, en Estados Unidos. Cuando estaba estudiando veía que acá hay dos productoras bastante establecidas y formadas y que son las únicas que producen. Y me decía: ¿cómo voy a entrar ahí? Me voy a tener que ir. ¿Cómo voy a hacer una película o una serie? Sé que si me voy me va a costar. Pero entiendo que es un proceso. Particularmente no me gusta quedarme quieta, busco opciones, intento unirme con personas que sean buena gente, que tengan buenas ideas. Confío en eso y en que la vida me va a poner donde tengo que estar.

-¿Qué es para vos ser mujer artista independiente en Santa Fe?

-El cine es muy machista. Estuve en un proyecto donde yo era una cabeza muy importante, hacía el mismo trabajo que mi compañero y si había dudas o consultas iban a él. A mí me sorprendía muchísimo porque teníamos las mismas responsabilidades: yo hacía un 50% del trabajo y él otro 50%. Y no sólo iban varones a preguntarle, también mujeres. Ahí me di cuenta cuan asentado está el patriarcado, que muchas veces nosotras confiamos más en un varón que en una mujer.

"Me parece que se están abriendo muchas posibilidades en el mundo artístico para las mujeres, pero todavía hay que trabajar un montón. Invito a que, cuando miren una película, vean en los créditos los productores ejecutivos: la gran mayoría, para no decir todos, son nombres masculinos".

-¿Te proyectas siempre en el rol de productora ejecutiva o te interesan otros?

-Me encanta el rol de productora ejecutiva. Hay gente que tiene la versatilidad de poder cambiar y la admiro mucho. Yo no. Yo me veo productora siempre. Y apunto a eso: a distribuir y comercializar películas a nivel internacional.

-¿Algún estilo en particular?

-Me gustan todos. En este momento estoy llevando adelante tres proyectos que aún no se desarrollaron. Están camino a producirse y cada uno es de distinto género: terror, fantástico y drama. No apunto a un estilo en particular: leo, escucho, y si me gusta la idea, me sumo.

-¿Te dedicás 100% al cine?

-Justo estoy muy machacada por eso. Venís re positiva, con una mente re fuerte, estás haciendo lo que te gusta y, de repente, te das cuenta de que no. Y tenés que empezar a dedicarte a otra cosa porque económicamente el arte no te sustenta. Es mucho trabajo. Yo laburo con el proyecto de El infierno de los vivos desde diciembre de 2022. Y luego pasaron tres meses en los que dejé de existir, no vi a mi familia ni a mis amigos, porque laburaba 24/7. Y ahora tengo que salir a laburar en agencias de marketing. Sí, saco fotos, hago contenido, edito, dentro de todo me gusta esa tarea. 

"Capaz laburaste dos años con una peli, pero es probable que pasen cinco donde no hay trabajo. Es el camino del artista independiente… la búsqueda constante".

-¿Sentís que hubo un antes y un después en el cine en la ciudad?

-Yo creo que está muy estancado. La ley puede llegar a destrabar algo. Pero también es muy general, porque las políticas de Estado creen y piensan que la cultura es sólo una agenda de espectáculos. La cultura es mucho más que un evento en sí, es algo que se hace en el día a día con la gente que apuesta y trabaja para ello. Y es a nivel nacional, creo yo. Después en lo personal, siento que la peli que acabamos de hacer me dio 45 años de vida. 

-¿Cómo crees que la gente ve el cine en Santa Fe?

-La mayoría lo ve como puro ocio. Hay mucho prejuicio del cine argentino en general. Vos prendés la tele y todo el mundo habla mal del INCAA, de que no sirve, que en este momento no se necesita. Y sí, la gente que no trabaja en el rubro no sabe, no entiende y repite. 

Latinoamérica mira a Argentina como el centro de producción cinematográfica para seguir como ejemplo: "El foco está acá. El cine argentino en el mercado internacional es muy fuerte. Nos presentamos en tres festivales y en los tres quedamos. El cine argentino mueve, es una industria que la gente de afuera busca". "Estamos acostumbrados a laburar con lo que tenemos y ser creativos. Somos buenos. Hay que reconocer que hubo inversiones en el cine y, no menor, en educación pública. El instituto donde yo estudié es el Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales y está en Santa Fe. No está en todas las ciudades ni en todas las provincias. Y es público. Si querés ir a estudiar cine a una escuela privada, ¿cuánto te sale? Una barbaridad. Es una carrera donde tenés que comprar cámaras, luces, las herramientas son caras. Entonces… en el cine tenemos que invertir".

-¿Algún pendiente en Santa Fe?

-Me hubiese gustado hacer un programa de televisión. ¿Sobre qué? No sé. Yo me encargo de hacerlo y gestionarlo, pero la idea hay que buscarla. Intenté hacerlo en verano, de tres meses. Nunca se dio. La gente de los programas de TV van a lo seguro. Lo entiendo, pero nos perdemos la oportunidad de hacer algo distinto. Creo que la televisión está perdida porque no encontró la manera de avanzar junto a todas las otras plataformas que aparecieron.

El cine que más le apasiona es el argentino y el francés y encuentra parecidos entre ambos. Cuando estudiaba le costaba posicionarse como espectadora, pero asume que ya aprendió a disfrutar de las películas. Piensa un poco y dice: "Creo que quien quiere dedicarse a esto tiene que estar con seguridad, confianza y estudiar, por supuesto. Hay que ser conscientes de que estamos en un crecimiento constante y el arte crece también. Con todo eso, juntar las herramientas y tratar de que no nos derriben. Sobre todo a las mujeres". Piensa un poco más, como dándose cuenta de algo: "Siento que los varones la tienen fácil acá porque no tienen el trabajo de creérsela, nosotras sí".

Fotos: Gabriela Carvalho.

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