¿Qué modelo crea nuevas empresas privadas y qué modelo las destruye?

empresas privadas
Reunión de AEA de 2023.

Pese a toda la jerigonza económica de quienes se presentan como amigos de la iniciativa privada, lo cierto es que en los ciclos liberales la cantidad de empresas privadas cae verticalmente y con los zurdos empobrecedores se multiplican los empresarios. Qué dicen los datos duros.

El clima, la libertad, la confianza, el ahogo, los incentivos. Una profusa jerga de oscuro origen psicológico suele presentarse como una base firme a la hora de justificar las peores torpezas económicas, en nombre de la generación de condiciones propicias para la aparición de nuevas empresas y puestos trabajo. Pero no vamos a discutir aquí la deforme epistemología de buena parte de la teoría económica, más próxima a una superchería animista que a otra cosa. Solamente vamos a reírnos de su arrogancia y a llorar con sus efectos. Aquí un adelanto:

• Con Néstor Kirchner la cantidad de empresas privadas creció un 53%

• Con CFK esa cantidad aumentó un 8% más, cerca de 41 mil empresas nuevas.

• La pandemia implicó la destrucción de 23.290 empresas. Sin embargo, en el ciclo de Alberto Fernández la cantidad de empresas aumentó 0,4%, punta a punta. Recuperó lo perdido e incrementó.

• Con Mauricio Macri se destruyeron 23.900 empresas. Macri fue peor que el coronavirus.

• Con Javier Milei ya van perdidas 12.200 empresas. El ritmo de destrucción actual duplica al del macrismo.

Pero volvamos a la distancia entre la teoría y la realidad.

Supuestamente, la sanción de leyes que protegen a los trabajadores, la intervención del Estado en la distribución del ingreso, la planificación económica a través de sus múltiples instrumentos –regulaciones, obra pública, financiamiento blando o exenciones– termina degenerando la bondad natural del mercado y, entonces, arrecian estas metáforas de un mentalismo difuso. No hay "clima" de inversión, el mercado pierde la "confianza", los empresarios no tienen "incentivos".

Sucede que, al menos en la historia reciente de Argentina, es exactamente al revés. El fomento más fuerte al núcleo básico del sistema capitalista, la empresa privada, se produjo durante los tres ciclos de gobiernos populares que hubo desde 2023. A la inversa, durante los gobiernos de Mauricio Macri y Javier Milei sucedió una sola única cosa: destrucción de empresas privadas. A más zurdo empobrecedor es el modelo, más empresas se crean y más amante de la libertad y la propiedad es la gestión, más empresas se destruyen.

No es opinión, es dato duro.

Los datos de las empresas privadas

En mayo de 2003 había 321.443 empleadores, en noviembre de 2024 había 499.719. La cantidad de empresas ni siquiera se duplicó en los últimos 21 años. Pero las responsabilidades no se reparten de forma equivalente en cada período.

Para pasar más en limpio estos datos, se puede decir que con Néstor Kirchner la cantidad de empresas formales creció un 53%. Estaba partiendo del pozo de horror de la crisis de 2001. Entre 2003 y 2007 se crearon casi 171.000 empresas. En promedio, 3100 empresas nuevas por mes.

Sin embargo, con CFK también hubo un crecimiento, próximo al 8% en sus dos períodos. Se crearon más de 41.000 empresas nuevas. En promedio, 430 empresas nuevas cada mes.

El último gobierno de línea popular, el Frente de Todos de Alberto Fernández, tuvo que enfrentar la pandemia. Tuvo un impacto brutal: entre diciembre de 2019 y el punto de mayor impacto, septiembre de 2021, se destruyeron 23.290 empresas.

Sin embargo, la recuperación después fue firme y el saldo final es de un aumento del 0,4% en la cantidad de empresas. Se crearon casi 2300 empresas nuevas comparando diciembre de 2019 y noviembre de 2024.

Estas últimas cifras del tiempo del coronavirus cobran mayor significación cuando se observa que con Mauricio Macri se destruyeron 23.900 empresas. Para la empresa privada, Mauricio Macri fue peor que el coronavirus. Por mes se destruían casi 500 empresas, en promedio.

Aun así, no se compara con el efecto devastador del primer año de la gestión Milei. Su ajuste perverso ya devoró 12.200 empresas. Es una barbaridad. Solito se comió el 2,4% de las empresas privadas de Argentina. En promedio, desaparecen mil empresas por mes.

Las fuentes

Así como la AFIP publica en su boletín cuáles son las empresas registradas que pagan sus impuestos y hacen aportes a la ANSES, la Secretaría de Riesgos de Trabajo da cuenta de datos similares a partir de los seguros de trabajo que tienen los empleados. No es una encuesta, es un registro.

A partir de esa información se puede reconstruir cuántos empleadores había en mayo de 2003 y cuántos hay hoy, según el último dato disponible (noviembre de 2024). También, se puede observar qué sucedió en cada gobierno.

Zurdos, burócratas, oligarcas e idiotas

Los burócratas traban la libertad y ahogan la iniciativa privada, se dice. Quizás sería mejor volver a los números. Las empresas privadas, sobre todo las más chicas que más producen empleo, florecen cuando hay trabajadores con plata que compra sus mercancías. Todas esas metáforas mentalistas liberales son un engaña pichanga para que el sector más concentrado del capital pueda disponer de los trabajadores como si fueran sus esclavos.

El resto de los empresarios, pequeños y medianos, se quedan sin consumidores y funden sin entender por qué no funciona ese cuentito que repiten como loros y que ya les hicieron tragar por cuarta vez en 50 años.

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