Una elección que todavía no terminó

La diferencia entre los más votados es menor a la cantidad
de mesas que quedan por computar.
Desde que entraron los primeros datos, pasadas las 18.30,
hasta las 22.39, Miguel Torres Del Sel aventajaba a Miguel Lifschitz. A las
22.40, con el 84% de las mesas escrutadas, Lifschitz superó al candidato del
PRO. Finalmente, el peso de Rosario se hizo sentir en unas elecciones signadas
por una mayor participación de votantes respecto de las Paso, por el volumen
del departamento con mayor electorado de la provincia y por el formidable
crecimiento de Omar Perotti, que le mordió más a Del Sel que al socialismo.
Cachi Martínez, al momento, sacó menos votos que en las Paso. Cuando en el
escrutinio provisorio llegó a un 95,45% de las mesas computadas, la diferencia
a favor del candidato del Frente Progresista alcanzó los 2.200 votos,
aproximadamente.
La carga de los datos signó el vértigo con el que se
vivieron las elecciones en la provincia. Primero entraron los departamentos
menos poblados y luego, lentamente, empezaron a llegar los guarismos de La Capital y Rosario. Recién
entonces se revirtieron los números. Del Sel llegó en un momento a estar 14 mil
votos arriba. Sin embargo, la tendencia que marcaba la entrada de los votos de
Rosario comenzó a hacerse sentir a partir de las 22.00. Cuarenta minutos
después, Lifschitz quedó al frente.
La elección quedó partida en tercios: 30,69% para el Frente
Progresista, 30,58% para el PRO y 29,25% para el Frente Justicialista para la Victoria. Leído de
otro modo, el 70% de los santafesinos rechaza a cualquiera de los candidatos,
menos al propio.
El efecto participación
Un 76,37% del electorado participó. Son casi 4 puntos más
que en las Paso, una cifra próxima a las elecciones de 2013 y ya superior a la
de 2011 (75%). Como se predijera: un aumento de la participación cambió el
panorama respecto de las primarias. Más todavía si se comparan los datos en La Capital y Rosario. El 69%
de los santafesinos votó el 19 de abril; el 75% lo hizo el 14 de junio. El 72%
de los rosarinos sufragaron en las Paso; casi el 75% se acercó en las
generales.
En La
Capital hubo una fuerte marca del voto anti Rosario.
Lifschitz no contó a su favor con todos los simpatizantes de Mario Barletta en
el departamento, unos 51 mil en las Paso. El socialista arrancó con los 29 mil
votos del 19 de abril y el 14 de junio llegó a 74 mil. Es decir: 6 mil votantes
de Barletta se fugaron en La
Capital hacia otros candidatos. El resultado más
significativo fue el de Omar Perotti, que pasó al primer puesto con el 33,46%
de las preferencias: 92 mil votos en el departamento, 32 mil más que en las
Paso. Del Sel sumó apenas 7 mil votos respecto de la primaria.
En Rosario, el voto anti Del Sel fue la clave. Nuevamente,
el que más creció fue el candidato del Frente Justicialista para la Victoria, que desbancó a
Del Sel, por poco menos de 2.000 votos. En el sur sí funcionó la estrategia de
polarización: allí Lifschitz le sacó 41 mil votos a Del Sel, que quedó tercero.
Todos ganadores
En sucesivas conferencias de prensa, Lifschitz y Del Sel se
adjudicaron el triunfo por exiguas diferencias. Más cauto, Omar Perotti apuntó
al escrutinio definitivo y a la cantidad de votos nulos, impugnados, en blanco,
las mesas no cargadas y un largo etcétera que hará las delicias de los fiscales
en el Tribunal Electoral de Santa Fe. Cargados días se esperan en el recinto de
Bulevar al 2900.
Por lo pronto, con el 
95,45% de las mesas escrutadas Miguel Lifschitz sumó 558.352 votos,
Miguel Torres Del Sel 556.224 y Omar Perotti 532.156. La diferencia en contra
del justicialista parece irreversible, a pesar de ser quien más creció. Del Sel
se estancó, sumando apenas 24 mil votos más desde la primaria. Lifschitz llevó
al Frente Progresista de 533 mil votos a 558 mil: 25 mil más. Perotti solo (no
contaba con un apoyo como el que significó la UCR para el socialismo) creció en 167 mil votos.
La suerte de Miguel Lifschitz y la de Omar Perotti estuvieron emparentadas. El crecimiento del justicialista fue en desmedro del resultado de Miguel Torres Del Sel, que prácticamente se quedó estancado en los votos de las primarias.
Mauricio Macri, que se acercó al búnker del PRO en el hotel
Los Silos del Puerto de Santa Fe, se adosó a la postura de Perotti y reafirmó
las mesas testigo del PRO, que dan ganador a Del Sel por un suspiro. Junto a él
en el escenario estuvieron Carlos Reutemann, Roy López Molina, que ganó su
banca en como diputado provincial con una buena elección, Del Sel y Jorge
Boasso, el candidato a vice. Entre el público, también estuvieron Fernando
Niembro (Don Niembraaa, según Mariano Closs) y Héctor La Coneja Baldassi,
comentarista de fútbol y ex árbitro, candidatos en provincia de Buenos Aires y
Córdoba, respectivamente. Tampoco faltó en la amargada fiesta amarilla el ex
funcionario de dictaduras y multiministro del reutemanismo, Juan Carlos
Mercier.
En el búnker socialista, en el Patio de la Madera de Rosario, la
muchachada de la rosa roja repitió cánticos contra TN y contra el macrismo
porteño, principal sostén del armado del PRO en la provincia. “Tomala vos,
dámela a mí, hoy le ganamos a Clarín”, coreaban los militantes. Mientras tanto,
por el canal de cable que podría haber desaparecido con la Ley de Medios, los conductores
se deliraban en chicaneos contra Miguel Lifschitz, que se anunció ganador a las
22.05, cuando Del Sel iba adelante con el 31,22%, el socialista sumaba el
30,47% y el justicialista 28,91%. Sin embargo, los resultados del escrutinio
provisorio parecen darle la razón al vaticinio del candidato del Frente
Progresista, al menos por ahora: una orgía de impugnaciones se avizora en el horizonte
del escrutinio definitivo, donde los fiscales van a pelear mesa por mesa.
Publicada en Pausa #156, miércoles 17 de junio de 2015
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