Tras el fuego, la zona de islas del Ubajay y el Colastiné luce como un páramo. Completamente desorientados por la pérdida de su entorno, sobre la tierra quemada los animales van de un lado al otro como extraños.
Tras el fuego, la zona de islas del Ubajay y el Colastiné luce como un páramo. Completamente desorientados por la pérdida de su entorno, sobre la tierra quemada los animales van de un lado al otro como extraños.