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Foto: Gisela Curioni

No hay desarrollo económico y social posible si no es con mayor igualdad. El caso de la provincia de Santa Fe, en relación a las brechas de género y la autonomía económica de mujeres y disidencias desde una perspectiva histórica.

María Eva Bellini - Lic. en Economía
Valentín Johnston Aragón - Lic. en Ciencia Política

En el décimo aniversario de las multitudinarias movilizaciones por Ni Una Menos, la importancia sobre la discusión en torno a las violencias machistas que afectan a mujeres y disidencias no ha cesado. La multiplicidad de modalidades en las que se manifiestan estas violencias continúa siendo cuestionada, problematizada y combatida.

Uno de los aspectos que condiciona la posibilidad de una vida libre de violencias para mujeres y disidencias es la dimensión económica. No podemos tratar sobre una vida libre de violencias sin hacer hincapié en la necesidad de construir una sociedad más igualitaria. Y esa sociedad más igualitaria se sustenta sobre la garantización de la autonomía económica para mujeres y disidencias y la reducción de brechas entre los géneros.

Es por ello que aún sigue resultando necesario que el sistema económico incorpore la perspectiva de género en su funcionamiento, brindando más y mejores oportunidades a mujeres y disidencias. No habrá desarrollo económico y social posible si no es con mayor igualdad.

Para ello, en el marco de un nuevo 3 de junio en el que se conmemora el décimo aniversario del Ni Una Menos, proponemos brindar información sobre el estado de situación de mujeres y disidencias en la provincia de Santa Fe desde una perspectiva histórica.

Nos basamos en un estudio que llevamos a cabo con la Asociación Civil V.A.R.A para reflexionar sobre las problemáticas vinculadas a la violencia de género desde dos dimensiones teóricas fundamentales: las brechas de género según ONU-Mujeres y el enfoque de las autonomías propuesto por la CEPAL. En dicho estudio, se procesaron los datos censales brindados por el INDEC, vinculados a los tres últimos censos: 2001, 2010 y 2022.

Cabe destacar que en todos los cruces múltiples realizados sólo se han tenido en cuenta la variable “sexo al nacer” dado que aún no se encuentra disponible la posibilidad de cruzar variables segun género, por lo que los procesamientos realizados tienen una mirada binaria al respecto. Esto obliga a que en el futuro la información se deba actualizar para cuando se encuentren disponibles dichas variables.

Desigualdades en la provincia de Santa Fe

Entre los tres censos, los datos demográficos básicos en la provincia de Santa Fe muestran un mayor crecimiento de la cantidad de mujeres. El porcentaje de mujeres sobre la población total de la provincia pasó de 51,48% en 2001 a 51,83% en 2022. Estos datos muestran una mayor feminización de la población provincial. Si bien el rango etario que más creció en la provincia fue el sector de 65 años en adelante, dentro de las mujeres el rango que más creció fue el de 15 a 64 años.

En cuanto al nivel máximo educativo alcanzado, las mujeres superan la media provincial en la mayoría de los niveles en la variación intercensal 2001-2022. En este sentido, la participación de mujeres sobre la población total en cada nivel de instrucción presenta una breve disminución en el nivel bajo (de 50% en 2001 a 48% en 2022), y un leve incremento en el nivel medio (de 53% en 2001 a 54% en 2022) y alto (de 63% en 2001 a 64%).

Por otra parte, desde el 2001 se observa en la provincia un crecimiento sostenido de las mujeres como jefas o referencia máxima de hogar, un proceso que acelera su crecimiento en la variación intercensal de 2010-2022. En términos generales, la cantidad de mujeres jefas o referencia máxima de hogar creció más del 165% entre 2001 y 2022.

En cambio, la población en hogares con necesidades básicas insatisfechas cayó entre los tres censos: con una mayor caída en 2001-2010 y un “suave” decrecimiento en 2010-2022. Lo que detenta un estancamiento en la última década relevada en las mejoras estructurales de condiciones de vida de la población.

Los datos socioeconómicos de los censos mostraron que en la condición de actividad observamos un fuerte incremento en la ocupación de la población de mujeres en el período 2001-2010, con un aumento de 21 pp. Hacia el 2022, la mitad de las mujeres de la provincia están ocupadas. Sin embargo, el porcentaje de mujeres desocupadas respecto al total de la población según cada categoría de actividad se incrementó, pasando del 50% en 2001 al 62% en 2022. Se denota, en este sentido, el impacto de la pandemia en las implicancias laborales.

En cuanto a las características laborales, se halla un incremento de mujeres en cada categoría ocupacional (patrón, obrero, cuenta propia y trabajo familiar) a nivel provincial en el período 2001-2010, pero con una caída en el período 2010-2022. Como característica de este siglo XXI, se observa un aumento del cuentapropismo en mujeres entre 2001 y 2022, y como contraparte, una disminución de obreras en dicho período.

Se ha observado una mayor participación de mujeres en las distintas ramas productivas de la provincia en el período 2001-2022; sin embargo, las distintas actividades productivas continúan manifestando segregación horizontal para las mujeres. Es decir, las tres ramas productivas que concentran casi el 60% de las mujeres de la provincia hacia el 2022 son “Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas” (23%); “Actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico; actividades de los hogares como productores de bienes o servicios para uso propio” (22%); y “Enseñanza” (14%).

A su vez, en el período 2001-2022, la formalidad laboral de las mujeres se ha deteriorado, registrándose en el acceso a la seguridad social y previsional una mayor dependencia de los los aportes propios para el acceso al sistema.

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Foto: Gabriela Carvalho

No hay Ni Una Menos sin igualdad de derechos y autonomía económica

Del análisis del informe sobre los datos censales podemos concluir dos aspectos generales. En primer lugar, la población provincial se ha ido feminizando desde el 2001. Las mujeres de 14 a 64 años son el sector que más ha crecido y que, aunque sea muy lentamente, muestra signos de mayor inserción e intervención en el sistema productivo y económico provincial, tanto en contextos de políticas públicas como estrategias del sector privado mínimas que impulsaron esta situación Todo ello, ocurre en el marco de un mayor nivel educativo alcanzado por las mujeres respecto a los varones a nivel provincial.

Si bien las mujeres fueron ganando una relativa autonomía económica en la provincia entre 2001 y 2022, se trata de una evolución que no fue de manera sostenida. En el período 2001-2010 fue la etapa en la que hubo mayor impacto positivo sobre la autonomía económica. Sin embargo, la tendencia se desaceleró posteriormente, o en otros casos, se revirtió, lo que da cuenta de las condiciones necesarias de mantener un crecimiento económico y políticas contracíclicas ante momentos de crisis no previstas como los impactos de la pandemia.

En segundo lugar, a pesar de estas mejoras en la autonomía económica, las brechas de género continúan presentes. Por ejemplo, al incrementar fuertemente la cantidad de mujeres como referencia máxima de hogar en el período 2001-2022, y teniendo en cuenta que son el sector en el que más recaen las tareas de cuidado, esto puede tener un impacto negativo en la brecha de tiempos y de cuidados. Así como también, podríamos pensar la profundización de las brechas laborales evidenciada en la segregación horizontal en las ramas productivas, el deterioro de la formalidad laboral de las mujeres y el mayor impacto de la desocupación en las mismas.

Además, resulta relevante pensar en el contexto actual el impacto diferencial que tiene el desfinanciamiento en la educación pública (y más puntualmente la universitaria). Este tipo de medidas tiene consecuencias directas sobre la posibilidad de formación de las mujeres, que ya manifiestan un mayor grado de formación que los varones, y por ende, de sus capacidades para insertarse laboralmente. Sin el acceso a la educación universitaria de calidad y gratuita las mujeres tendrían menores herramientas para insertarse y mejorar sus ingresos.

En paralelo a lo anterior, también es necesario cuestionar el uso de la docencia como variable de ajuste. Medidas como la eliminación del FONID a nivel nacional y la reforma jubilatoria a nivel provincial atentan directamente sobre la autonomía económica de mujeres, al tratarse de un sector mayormente feminizado. Y ese impacto se vuelve aún peor en un contexto de crecimiento de mujeres como jefas de hogar en la provincia.

El envejecimiento poblacional caracterizado por ser mayoritariamente femenino también implica un cuestionamiento al ajuste nacional sobre las jubilaciones, ya que debilita la autonomía de las mujeres y su calidad de vida.

Otro ejemplo importante es el desfinanciamiento de programas y transferencias al sistema de discapacidad, tareas que también en su mayoría realizan mujeres trabajadoras y que acompañan el cuidado, que mayoritariamente recae sobre madres, hermanas, tías, etc. Por un lado, disminuye los ingresos indirectos, y por el otro, el tiempo de cuidado que aporta el Estado y que permite disminuir la carga sobre mujeres y disidencias.

Estos recortes y ajustes que tienen un impacto directo sobre la autonomía económica de mujeres y disidencias agrava la deuda que se tiene sobre estos sectores, vinculada a la profundización de las brechas laborales, la segregación horizontal, menor formalidad laboral y mayor impacto de la desocupación.

Por eso es que sostenemos que no puede haber Ni Una Menos sin garantizar la autonomía económica de mujeres y disidencias. Es imprescindible continuar con el diseño de políticas públicas que busquen transformar las causas de las desigualdades estructurales de la sociedad. Con motosierra no hay igualdad de oportunidades y derechos económicos para mujeres y disidencias. Por eso, la profundización de la autonomía de mujeres y disidencias es un avance ineludible hacia una desarrollo más sostenible e inclusivo.

Informe EL ESTADO DE SITUACIÓN DE LAS MUJERES EN LA PROV - VARA

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