Violencia policial en el cierre del Encuentro Nacional de Mujeres

Foto: Rolando Andrade Stracuzzi / Telesur

La 31º edición del Encuentro Nacional de Mujeres, realizado el fin de semana en Rosario, fue histórica por el nivel de participación: 70 mil personas, reunidas en 300 comisiones, debatieron sobre economía, política, derechos y otros temas actualidad. Sin embargo, las conclusiones del encuentro quedaron opacadas por la represión policial, que dejó al menos 30 heridos.

Más de 70 mil mujeres de todo el país debatieron en 69 talleres sobre temas sociales y políticos que afectan a todos los argentinos, y no solo a las mujeres. Pero la 31º edición del encuentro nacional, el primero bajo el gobierno de Cambiemos, quedó empañada por la represión policial el domingo a la noche, durante la masiva marcha –de unas 40 cuadras– por las calles de Rosario.

Sábado 8 de octubre, Monumento a la Bandera: así empezaba el encuentro. Foto: Juan José García / El Ciudadano
Sábado 8 de octubre, Monumento a la Bandera: así empezaba el encuentro. Foto: Juan José García / El Ciudadano

Los incidentes comenzaron en la Catedral, donde la Policía reprimió a activistas y a trabajadores de prensa. Gases y balas de goma terminaron en forma abrupta con la marcha. El saldo: al menos 30 heridos. La organización repudió la represión y le apuntó a grupos infiltrados; la misma hipótesis baraja el gobierno provincial.

Así lo narraron en Rosario/12 las periodistas Sonia Tessa y Lorena Panzerini: “La marcha estuvo marcada por la contundencia y legitimidad de las demandas del movimiento de mujeres, que le puso el cuerpo a sus reclamos, porque no pararon de cantar durante el recorrido. Recién pasadas las 21.30 llegaron las primeras columnas a la Catedral, donde hubo balas de goma al aire, botellazos y piedrazos de un grupo de manifestantes (...) Hasta pasadas las 22 se seguían oyendo balazos de goma. Lo que contaron algunas manifestantes es que la policía mandó a la primera línea de custodia de la Catedral a policías mujeres ‘sin cascos y sin escudos’, por lo que empezaron a volar latitas y botellas, y así se habría iniciado el incidente. Más tarde, una manifestante prendió fuego un escenario de madera en Santa Fe y Laprida que todavía ardía pasadas las 22.30”.

Entre otras consignas, las mujeres que marcharon en Rosario plantearon: “aborto legal”, “cárcel a los proxenetas”, “basta de femicidios”, “salario digno para las mujeres”, “el ajuste es violencia”. El balance de los primeros meses de Cambiemos en el poder no pasó desapercibido; por el contrario, estuvo en el centro de todos los debates de las 300 comisiones en que se dividieron las participantes durante los 69 talleres realizados a entre el sábado 8 y domingo 9. Por eso las organizadoras se lamentaron de que el eje del encuentro quedará en segundo plano, tapado por los incidentes del domingo.

La organización del 31º Encuentro Nacional de Mujerescuybtdqwaaaarcd repudió la represión de la Policía santafesina y separó los incidentes del domingo a la noche del resto del encuentro, que lleva más de tres décadas desde su primera edición. En un comunicado oficial, la organización destacó que la convocatoria fue histórica y advirtió además que la represión policial puso “en riesgo la seguridad y la vida de las miles de mujeres que nos autoconvocamos”.

El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, atribuyó los incidentes a un grupo de infiltrados y dijo que no tuvieron nada que ver con la marcha. Según el funcionario, hay diez policías heridos producto de cortes y heridas de fuego, ninguno de gravedad. Pullaro defendió el operativo policial y minimizó los incidentes: “Se trabajó mucho durante todo el Encuentro de Mujeres y la verdad que el operativo, salvo por un grupo de radicalizados, minúsculo, que no llegaban a las 200 personas, las cuales provocaron los desmanes, fue correcto y extremadamente profesional”.

También el secretario de Seguridad Pública, Omar Pereyra, informó que el ataque lo comenzó un grupo de hombres que formaban parte de esas “200 personas” a las que aludió Pullaro.

José Granata, fotógrafo de Telam. Uno de los periodistas heridos por la Policía.
José Granata, fotógrafo de Telam. Uno de los periodistas heridos por la Policía.

Para los grupos activistas, está claro que en Rosario operaron infiltrados para forzar la represión y de ese modo desviar el eje del encuentro, resumido así por la periodista Laura Hintze: “El documento que se leyó en el acto de apertura estuvo atravesado por el contexto político y social tanto local como nacional. Se hizo mención a todo: desde las bandas narcos y las complicidades políticas, judiciales y policiales en la provincia que da cobijo al encuentro; hasta la cantidad de despidos, los tarifazos, el ajuste. La soberanía de los cuerpos, las producciones culturales, los femicidios, la exclusión de la comunidad trans, el histórico debate por el aborto legal. Todo, todo fue parte de un discurso consensuado y que dejó en claro que estas decenas de miles de mujeres no van a dejar nada fuera del debate desde la perspectiva de género”.

Para la concejala local Norma López, quien participó del encuentro, hay grupos que intentan que el Encuentro Nacional de Mujeres “no llegue a formular sus conclusiones y no logre incidir en la agenda de los gobiernos en materia de políticas de géneros y políticas públicas".

Dos cronistas de la televisión rosarina y al menos cuatro fotógrafos que cubrían la marcha fueron heridos por balas de goma. El Sindicato de Prensa de Rosario repudió la violencia policial y los dos gremios que nuclean a los trabajadores de la Agencia Télam (Sitrapren y Sipreba) también criticaron la agresión contra los periodistas.

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