¿Cuántas más hasta el real “Ni una menos”?

Hace un año, miles de personas llenaron las plazas y avenidas, inundaron redes sociales y programas de televisión, con la primera convocatoria que buscó visibilizar y reclamar por los femicidos que cada 30 horas se cometían en el país. Un año después, hora más, hora menos, los crímenes siguen sucediéndose. Un año después, el reclamo se repite.

El #Niunamenos de 2015 nació luego de que se conociera el asesinato de Chiara Páez, de 14 años, en Rufino. A Chiara, que estaba embarazada, su novio la mató a golpes y la enterró en el patio de su casa. Este crimen tocó alguna fibra sensible en la sociedad por aquellos días que hizo que el caso no pasara desapercibido. Era hora de salir a la calle, de decir basta, de pedir a gritos que alguien haga algo. La palabra “femicidio” se instaló en los medios y en las calles, pero aun así el 2015 terminó con 287 mujeres muertas a causa de la violencia machista.

Un año después, resulta necesario y urgente volver a las calles. Las 66 víctimas que ya se contabilizaban hasta marzo de 2016, y que hoy ascenderían a 91, lo exigen. Nuevamente, los crímenes que se han dado a conocer en los últimos días, nos revuelven las tripas de indignación y dolor:

-Micaela Ortega, de 12 años, que era buscada desde hacía más de un mes en Bahía Blanca, apareció muerta en un descampado el pasado 28 de mayo. Un hombre de 26 años la había engañado con un perfil falso en Facebook, haciéndole creer que era una niña de su edad. A Micaela la encontraron golpeada y maniatada.

-Milagros Daiana Torres, también de 12 años, fue encontrada asesinada la madrugada del domingo 29 de mayo, en La Cocha, Tucumán. La pequeña, hallada por su madre, estaba atada de pies y manos, con los pantalones bajos y una media en la boca. La madre de Milagros señaló por el crimen a su ex concubino, quien la venía amenazando desde hace tiempo, molesto porque ella había decidido terminar la relación.

Buceando en los archivos de noticias los casos se multiplican. Semana tras semana una niña, una joven, una mujer, aparece violada, estrangulada, apuñalada, quemada, descartada en baldíos u ocultada en bolsas de basura, a lo largo y ancho del país.

Santa Fe, entre las más violentas

La falta de estadísticas y registros oficiales, lleva a las organizaciones y equipos de diferentes ámbitos a intentar esbozar cifras de la problemática según los casos que toman estado público.
En Santa Fe, el equipo de género de la concejala rosarina Norma López (FPV) es el que lleva desde hace algunos años este conteo. De allí se desprende que los femicidios en la provincia están en claro aumento: en junio de 2015, al momento de la primera #Niunamenos, se habían cometido 10 crímenes, la misma cantidad que en todo 2014. Hoy, junio de 2016, ya llevan registrados 14.
De los 287 femicidios que contabilizaron en todo el país el año pasado, en el podio se ubicaron la provincia de Buenos Aires con 111 crímenes, Santa Fe con 31 y Córdoba con 20.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro, de Buenos Aires, que también cuenta con un observatorio, identificó en los últimos 12 meses (desde el 1 de junio de 2015 al 31 de mayo de 2016) 275 femicidios. En ese período, Santa Fe sigue “ostentando” el segundo puesto, con 23 crímenes.

 

El lento andar de las políticas públicas

A las marchas, a los programas de televisión, a los hashtag en las redes sociales, se sumaron y se suman muchos y muchas que tienen en sus manos el poder y la decisión política de hacer algo para, al menos, comenzar a frenar esta escalada de violencia machista. Que lo hagan, es otro tema.

Desde 2009 tenemos una ley considerada de avanzada en el mundo, la 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Pero poco de lo que esa normativa estipula está hoy vigente y en plena aplicación: desde la falta de registros oficiales sobre los femicidos, pasando por el acceso gratuito a la justicia de las víctimas, la capacitación en una perspectiva de género de los diversos agentes del Estado, hasta la creación de observatorios que brinden insumos para el desarrollo de políticas públicas tendientes a la prevención y erradicación de las violencias contra las mujeres.

Recién en 2013 se lanzó a nivel nacional la línea 144, un teléfono que funciona las 24 horas, todos los días del año y que tiene como objetivo contener a la víctima e informarle a dónde puede acudir, según la situación que esté viviendo, derivando el caso a los servicios disponibles en el lugar de origen de quien se comunica. El 144 atiende y deriva, pero las guardias en las diferentes provincias y ciudades tienen un funcionamiento dispar, ya que no siempre cubren las 24 horas los siete días de la semana. La falta de presupuesto para cubrir este y otros requerimientos de la ley es una de las respuestas más frecuentes con que las organizaciones de mujeres y derechos humanos se encuentran al momento de reclamar a las autoridades. Justamente, uno de los mecanismos para lograr la asignación de mayor recursos económicos a las áreas que abordan los derechos de la mujer, es el de declarar la Emergencia Nacional en la problemática, otro viejo pero siempre renovado reclamo.

Pero no sólo la emergencia no es declarada, sino que el presupuesto 2016 asignado al Consejo Nacional de las Mujeres, órgano de aplicación de la ley, representa sólo el 0,0055% del total del presupuesto nacional, lo que equivale a $4,50 por mujer, menos de lo que sale comprar un bon o bon en un kiosco.

 

 

La situación en Santa Fe

En la provincia comienzan a vislumbrarse algunos avances en cuanto a la implementación de políticas públicas desde que la Dirección de Políticas de Género fue elevada a Subsecretaría, lo que, entre otras cosas, se traduce en mayor presupuesto para el área. Al frente de la misma se encuentra Gabriela Sosa, una activista feminista de larga trayectoria.

El pasado martes 31 de mayo, la Subsecretaría dejó constituido el Consejo Provincial para prevenir, asistir y erradicar la violencia de género, organismo que deberá asesorar y recomendar sobre los cursos de acción y estrategias para enfrentar este fenómeno. El mismo está integrado por representantes de los tres poderes del Estado, universidades, municipios y comunas, colegios de profesionales y organizaciones de la sociedad civil involucradas en las temáticas de violencia contra la mujer.

Además, fue anunciada la implementación del Registro Único de Violencias hacia las Mujeres (RUVIM), el cual se alojará en el Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC), y tendrá a su cargo el monitoreo, recolección y producción de datos e información de los anoticiamientos y denuncias sobre violencias hacia las mujeres, sobre los agresores y el ámbito donde se manifestó dicha situación. El Ruvim se implementará durante el segundo semestre de este año junto con el Indicador de Participación de las Mujeres (IPM), que apunta a registrar el porcentaje de participación femenina en ámbitos sindicales, empresariales, políticos, educativos y culturales, entre otros.

 A la plaza, un año más

El viernes 3 de junio, la convocatoria #Niunamenos, que este año suma la consigna #VivasNosQueremos, vuelve a centralizarse en la Plaza 25 de Mayo, a las 17 horas. Será una nueva oportunidad para unir voces y no dejar que el reclamo se acalle.

Los pedidos, las exigencias, los gritos desesperados, son muchos. El Estado, en todos sus niveles, debe garantizar la aplicación de las leyes y el ejercicio de derechos que nos permitan a las mujeres vivir con libertad y sin miedos. La sociedad toda debe comenzar a erradicar las conductas y estereotipos hacia las mujeres que le dan cimientos a una cultura patriarcal y machista que oprime, humilla, denigra y que encuentra en los femicidos su última y más violenta expresión.

 

En la Plaza 25 de Mayo, Santa Fe vuelve a gritar #Niunamenos. Foto: Olivia Gutierrez.
En la Plaza 25 de Mayo, Santa Fe vuelve a gritar #Niunamenos. Foto: Olivia Gutierrez.

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